XXI

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"Ya han superado el primer anillo. Desde la atalaya, el único sitio al que me permite ir mi hija, puedo ver la matanza que allí ha tenido lugar. Los cadáveres de los engendros llenan el valle, se pueden contar por miles. La guerra, que tanto he temido durante más de veinte años, ya ha comenzado.

Veo a mis queridos hijos luchar como posesos contra esos demonios del infierno, y a mi querida niña liderar cada ataque contra ellos. Desde el comienzo ha permanecido en primera línea, y cada día rezo por que pueda volver a verla al siguiente.

No me dejan salir. Quisiera estar allí abajo, peleando con ellos. Ahora ya no luchan por la comunidad, ni por los niños, ahora luchan por el hombre de al lado, por su compañero, por su amigo... Por mi hija.

El combustible hizo un trabajo formidable, al igual que las estacas con veneno, más las bestias saltaron por encima de sus hermanas incendiadas, o envenenadas y continuaron avanzando. Alexia las detuvo en la Plaza Consistorial y allí parecía que iniciaban una tímida retirada, pero fue sólo un espejismo. Regresaron divisiones completas y mi hija ha tenido que retirarse hasta el segundo anillo.

Aún no tenemos demasiadas bajas, aunque sí muchos heridos. Los niños y yo les atendemos lo mejor que podemos, ayudando a los sanitarios que están en el Centro. Todos son artesanos o agricultores, peor preparados que los temibles cruzados de mi hija. Es impresionante verlos luchar. Se mantienen en todo momento junto a ella, resistiendo hasta la muerte si no ordena la retirada. Por eso no tenemos sacerdotes heridos, o están luchando, o están muertos.

Los ataques siguen una permutación cíclica de descansos, dos días de enfrentamientos y uno de receso, sin embargo, desde hace dos días parece que han disminuido su presión contra el anillo. Parece que la mente colectiva se ha dormido y los ataques que realizan son más individuales que antes. Mi hija les ha dicho a los supervivientes del Concejo que sospecha que los machos alfa dominantes, se reúnen en algún lugar para preparar de nuevo la estrategia. Tanto ella, como yo, sabemos que el que dirige es el ser acuoso. Ella cree que no esperaban tanta resistencia, y si soy sincero, yo tampoco. Lo único que temo es a los tentáculos, porque creo, que esta vez, si aparecerán.

Mi pequeña me ha contado que también vio al ser transparente que ví yo en el pasado. Luego doy por supuesto que sabe lo mismo que yo sobre la evolución, aunque no hemos entrado en detalles. Supongo que estará enfadada por que no se lo conté entonces. Le he dicho que es muy probable que los engendros se hayan detenido en espera de las órdenes de ese ser y que, también, es muy posible, que no esté lejos de aquí tanto en cuanto las treguas sólo duran un día.

Temo que haya ido en su busca.

No sé si sobreviviremos a esta batalla, pienso que no, y sólo deseo morir antes de ver el final. Creo que dejo 'La Fortaleza', en estos momentos tan difíciles, en las mejores manos. Mientras mi hija esté al mando dará igual que la batalla dure una semana o un año, no dejará que lleguen a los niños. Si es necesario ella misma los matará antes de que sean devorados.

La he preparado bien. Todo lo que he hecho en mi vida a estado encaminado a que ella sobreviviera, para mí ha sido siempre lo más importante. Desde que murió mi querida esposa ella ha sido el centro de mi mundo, y mi amor por ella...

"LA FORTALEZA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora