Capítulo 15: Socios

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"El silencio parece envolverlo todo, como si esta casa estuviese flotando en un espacio lejos del que habitamos. ¿O es la habitación lo que flota?... ¡No! es la cama. ¡Está bien!... creo que tal vez soy yo, la que estoy flotando.

¡Que peligrosa es esta situación de cruzar instancias! La de habernos besado...la de habernos desnudado, y la de haber tenido sexo con este nivel de complicidad, a pesar de conocernos hace poco más de una semana.

Nunca dudé que fuera agradable, por regla general, si funciona el beso, funciona el sexo. Y entre él y yo funcionan ambos a la perfección. Lo que no imaginé es que fuera a ser ¡tan agradable!, y que pudiera sentir esta sensación de placer mientras me está recorriendo con la yema de su dedo suave, por la línea de mi columna.

Parece que está dibujando el camino del placer, desde la nuca hasta la espalda baja... lentamente, y yo cierro los ojos, porque siento la carne de gallina en todo el cuerpo por las sensaciones que me causa.

¿Cómo me vá a decir que ya cumplí mi objetivo de que se enamore de todo lo que hago?... De verdad que cuando se lo dije, ese enamoramiento no incluía esta situación... ¡bueno... sí! También, ¿a quien quiero engañar si me estoy hablando a mí misma?

¿Por qué justo en este momento tengo que parar a pensar en lo que ya hice?...Okey, ¡en lo que ya hicimos! Era más fácil cuando esto era una curiosidad... y no esta certeza que me hace querer más... ¿Por qué ahora me paro a pensar en lo que Candela me contó? Y antes ni siquiera quería oírla...

Es ese miedo a perder esto que me encanta, que quiero repetir, que no quiero terminar y que necesito seguir explorando, porque él supo activar cada uno de mis sentidos, hasta excitarlos todos.

Y mientras su dedo suave me sigue dibujando sobre la piel, la línea de un camino directo al limbo, yo hundo mis manos en su pelo, y lo arremolino tratando de ocuparme en algo que me distraiga de las ganas de tenerlo otra vez dentro mío".

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Me pasaría la vida repitiendo este pasatiempo de recorrerla. Tiene la piel tan suave y sensible que a pesar de haber tenido raptos irracionales de querer morderla, siempre vuelvo a la maravillosa sensación de acariciarla con dulzura, con paciencia, y no cansarme de mirarla. ¡Creo que hizo magia!

¿Cuánto tiempo tendría que haber pasado de conocerla, para que esta sensación de sentir que me vuelve loco, no se vea cómo locura?

¿Cuánto tiempo se tarda en sentir que querés volver a experimentar una y otra vez, esto que me provoca?

¿Cómo se hace para no a repetir errores, cuando te tienta tanto repetirlos?

¡Estoy seguro que hizo magia, sin dudas!... ¡o algún hechizo, por el cual me gusta tanto! Rompió sin escrúpulos y con total impunidad, todo ese trabajo de hormiga que me llevó poner reglas absurdas, que frente a lo que me causa, no puedo ni quiero cumplir.

¡Me encanta!...yo que me pasé la vida tratando de encontrar armonía en un cuadro o en la música... en este mismo instante siento que nada es más armonioso que el jadeo suave de su respiración durante el sexo, y que ningún color se compara al castaño oscuro de sus ojos brillantes.

No sé cómo lo hizo... ¿no sé cómo le costó tan poco?, que deseara tanto tenerla así... y que sea un deseo continuo el besarla, acariciarla y que se vuelva a montar sobre mí, moviéndonos acompasados.

No sé a qué apeló para conseguirlo... ¡pero logró excitar cada fibra de mis cinco sentidos!

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Mis cinco sentidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora