The 4 Seasons Of Saturn

Acepta lo que sientes

—Días después —

Mi madre llama cada día desde que viajó una vez más. Preguntándome cómo estoy, lo que he hecho durante el día, lo cual tomaría como interés, pero sé que no es así, ella nunca se ha mantenido en contacto tanto tiempo conmigo, por lo que estoy comenzando a sentirme vigilada, esto es lo que provoca la ausencia de una madre supongo, convertirme en una paranoica. Trato de no darle demasiada importancia, sobre todo en estos días que debí viajar de improvisto a Londres, resulta que la revista necesita hacerme una entrevista, siendo la mujer más joven e importante de Europa, tienden a creer que mi vida debe conocerla todo el mundo, aunque no me importa, siempre me dan tarjetas que memorizar, así que ahora estoy regresando a Glasgow, y volver a mis clases, pero, sobre todo, ver a Lena.

Sí, he pensado mucho en ella, en su sonrisa, sus ojos y la hermosa piel que posee, aunque no es solo su belleza física que he hecho de menos, no, en realidad es que me gusta pelear con ella, se ve tan bonita enfadada, desde el momento en que golpeó mi rostro, debí saber a dónde se dirigía mi atención y los sentimientos surgiendo aparentemente de la nada, activándose al mirar la actitud fuerte de su ser, sí, he sido ciega y tonta, negándome a aceptar lo que siento por ella.

Suspiro, sonriendo mientras observo el agua caer, de nuevo está lloviendo, y recuerdo la noche en que encontré a Lena caminando en la acera, se veía presurosa por llegar a la estación, preocupada por el obsequio de Mike, cuando creí que él le gustaba, todo lo indicaba, sin embargo, nunca he tenido una relación o me ha gustado alguien antes, así que confundí las cosas, por fortuna mi amigo está enamorado de Imra, de no ser así, quizás sí se hubiese interesado por Lena, ¿Cómo no sentirse cautivado por ella? En este momento quisiera que nadie más. Hemos llegado al centro de la ciudad, algunos establecimientos ya están cerrando, así que no me sorprende ver pocas personas caminando por la acera, sin embargo, algo llama mi atención, una silueta que me resulta familiar está huyendo de unos hombres, y justo cuando pasa bajo la farola, abro los ojos asustada.

- ¡Detén el auto! — El chófer frena y me apresuro a abrir la puerta, pero está asegurada — ¡Quita el estúpido seguro! –

-Señorita, ¿A dónde va? –

No respondo y salgo inmediatamente, corriendo a toda la velocidad que me permiten mis piernas hasta llegar al callejón donde los hombres pueden divisarse. Detengo mis pasos y con cautela, asomo la cabeza, observando a Lena con gesto furioso, siendo rodeada por estos bastardos.

-Así que tú eres la heredera — Escucho decir al que está frente a ella — Eres hermosa, quizás debamos disfrutar de ti antes de matarte — ¡¿Matarla?!

-Sí me tocas, tú serás quien muera — Dioses, esta mujer no tiene que ser orgullosa ahora.

-Claro, como si pudieras... — Intenta tocarle el hombro, pero antes de que lo logre, Lena lo toma del brazo y lo levanta para azotarlo en el piso — ¡Maldita perra! — Ahora me percato que tiene el mismo acento que ella — ¡Atrápenla! –

-Eso, actúa como el cobarde que eres-

En realidad, no me sorprende, ella es muy fuerte cundo está enojada, lo suficiente para azotar a un hombre del doble de su tamaño. Dos hombres se acercan y haciendo uso de su patada giratoria que ya experimenté con dolor, arroja a uno al suelo y al otro le da un fuerte codazo provocándole tambalear. Sin embargo, son demasiados, así que veo la oportunidad e impido que lleguen hasta ella, pateando la espalda del que está pronto a tocarla y le doy un puñetazo al que gira para detenerme, y Lena me mira con sorpresa.

-Hola — Saludo sonriendo, pero rápidamente cambio de expresión — ¡Cuidado! — Logra reaccionar, agachándose y aprovecho esto para golpear al hombre — Es la primera vez que tus reflejos funcionan en un ataque por la espalda-