—Centro comercial —
Tenía que hacer algunas compras, así que fue difícil huir de los estúpidos guardaespaldas, pero ahora estoy tranquila caminando entre la multitud. Me detengo frente a una tienda de Helados y me uno a la fila para esperar mi turno, hasta que siento esa sensación de estar siendo observada nuevamente, pero no veo a los hombres cerca, y salto en mi lugar al escuchar el tono de llamada de mi celular. Es un número privado, y aunque soy desconfiada, también curiosa.
- ¿Hola? –
< Te ves hermosa formada para un helado — Es la voz de Kara — ¿Qué sabor pedirás? >
-Fresa — Respondo por inercia — ¿Dónde estás? –
< Mira a tu lado izquierdo >
Lo hago ahí está ella, recargada en la pared, vistiendo una cazadora de mezclilla, vaqueros del mismo material y usando unas gafas demasiado grandes para su rostro, además de la gorra en su cabeza cubriendo ese cabello rubio desordenado.
- ¿Cómo es qué estás aquí? –
< Te seguí — Ríe y saluda moviendo los dedos — Compra tu helado, te veré en la planta baja, junto al cajero automático >
- ¿Quieres un helado? –
< De vainilla, y que sea un cono grande >
-Como digas-
Ella da la vuelta para alejarse e ir al lugar donde me esperará, así que después de comprar los helados, bajo por las escaleras automáticas, mirándola frente a la pequeña tienda mascotas, parece estar observando los peces, sin embargo, es como si me sintiera, ya que en cuanto estoy a escasos pasos, gira lentamente, sonriendo al verme ahí.
-Muy bien, este helado se ve digno de mí — Sonríe y no me gusta no poder ver sus ojos — ¿Qué pasa? — Dice mientras prueba la crema de vainilla.
-No me gustan tus gafas de mosca — Arrugo la nariz — No puedo ver tus ojos-
-A mí tampoco me gusta, pero sólo así pude eludir a los guardaespaldas que te siguen-
- ¿Qué pasa si te ven ahora? –
-Para eso el disfraz — Se apunta con obviedad — ¿Quién pensaría que Kara Zor-El podría vestirse así? –
-Tienes razón, tu ego es tan grande como tu cabeza — Le doy un leve empujón mientras caminamos.
- ¿Qué haces en este centro comercial? –
-Ya sé que no es el mejor, pero es el único que vende los zapatos que me gustan — Muestro mi bolsa de compras — Recuerda que ya estamos cerca de las finales, necesito estabilidad-
-Cierto — Suspira — Yo no sé si podré participar en el último partido, ya sabes, mi madre-
-Tenemos algunos días para pensar en una manera en la que puedas participar, quizás Diana nos apoye, eres su capitana después de todo-
-Supongo — Exhala — ¿Y a dónde vamos ahora? –
-Los guardaespaldas deben estar ahora vigilando, así que necesitamos un lugar donde podamos conversar sin temor a que nos descubran, porque en algún momento se darán cuenta que ya no estás en tu habitación-
- ¿Y ese lugar es...? –
-Hace un momento mencionaste que nadie podría creer que vistas así — Rodeo su brazo con el mío — Así que tenemos que ir a un sitio del mismo nivel — Muevo mis cejas y me mira con sospecha — Y es este-
Detengo nuestros pasos frente una cafetería oculta en el centro comercial, donde solo ingresaban personas con bajo presupuesto, eso lo sé porque cuando entré la primera vez me sentí como en uno de esos barrios de NY. Kara me mira me mira como si estuviera loca, y yo sólo puedo reír halándola hacia el interior. Elegimos la mesa del fondo, y la siento casi por la fuerza para ordenar en la caja. Minutos después, nuestras bebidas están listas, así como unas galletas con chispas de chocolate.
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The 4 Seasons Of Saturn
RomanceLena y su madre deben dejar Estados Unidos y mudarse a Glasgow, Escocia, para alejarse de los Luthor, quienes ha tomado posesión de la empresa ahora que su padre murió. Todo parecía ir bien, nueva vida y escuela, pero Lena nunca contó, con que conoc...