The 4 Seasons Of Saturn

¿Soy Feliz?

—Falkirk Clark Eriksson Fury —

-Muy bien, esta vez nos enfrentaremos a Falkirk — Diana comienza a dar el discurso antes del partido — Fue el último equipo en calificar y lo hizo ya que no hay más — Hace mueca haciéndolas reír — En fin, quiero que jueguen como siempre, no se confíen en ningún momento, aun cuando vean la decadencia-

-Entonces, ¿Por esa razón no jugará la capitana? — Pregunta McLaren.

-No del todo, ella tiene que reposar, así que quien lleva la batuta esta vez será Hannah, ¿Entendido? –

- ¡Sí! –

-Perfecto, ahora manos al centro — Todas colocan las manos al centro — Una, dos, tres, ¡Vamos Tigres! –

Kara se encuentra sentada junto a las reservas, ya que Diana creyó conveniente permitirle descansar, además, ante el equipo que se enfrentarán, le es suficiente con Lena y Hannah, por lo que no pudo discutir demasiado cuando ésta le dio la noticia un día antes, así que esta vez yace tranquila, con esa expresión de lobo ártico, observando a su equipo, y luce su uniforme esta vez con pantalones.

-Sé que no estás feliz de estar aquí, pero no confío en que estés totalmente recuperada — Diana toma asiento a su lado.

-Tengo mayor resistencia que todo el equipo, incluso que Lena-

-No quiero arriesgarme, y Lena tampoco, así que, por esta ocasión, haz lo que pido-

-Estoy sentada aquí, creo que eso te da una pista-

-Ya comenzaba a extrañar tu mal humor-

Diana vuelve al lado de su asistente para ver el partido iniciar. A Kara no le sorprende que, al pasar tan sólo 2 minutos, Lena ya haya encestado los primeros puntos. Desde esta perspectiva puede notar la mejoría en su equipo, lo cual la hace feliz pues significa que sigue siendo una buena capitana, sin embargo, desde hace una semana que se reunió con su madre, tiene una mala sensación de ese encuentro, como fuese una alerta de que algo horrible podría ocurrir. Teme que su madre le pida dejar el equipo para dedicarse a la compañía familiar, o en el peor y fatídico de los casos, arreglar su matrimonio.

Hace dos días Winn fue informado sobre sus próximas nupcias, y tal como lo esperaba, su primo no puso mayor oposición, a decir verdad, se veía extrañamente relajado, quizás conoció a su prometida y se enamoró a primera vista, sí, eso sería fantasioso, por lo que sólo puede pensar en una razón lógica para su aceptación inmediata, está cansado de esperar lo inevitable. A pesar de que su tía está en total desacuerdo con el compromiso por conveniencia, es claro que su esposo tiene la última palabra, como es costumbre en su familia, tan conservadora que desea tanto renunciar a todo e irse a vivir a una montaña, sola, pues nunca le pediría a Lena dejar sus sueños, sólo porque los suyos serían destruidos.

Escucha el silbato nuevamente, y al mirar el marcador, no puede creer cuanto tiempo estuvo ensimismada, pues tiene un puntaje excesivamente alto, quizás el partido no continúe si Falkirk no logra empatar, ya que, aunque han hecho algunas anotaciones, no parece suficiente. Decide ir al baño, así que le hace una señal a Diana indicándole a dónde se dirige, ésta asiente volviendo su vista al juego. Mientras camina al pasillo de los vestidores, mira jugar a su novia, dando esos asombrosos saltos, y su sonrisa al encestar, esto la hace feliz, a pesar de que su gesto es aparentemente aburrido. Sigue su camino, pero choca contra otra persona, es un hombre, lo sabe al ver su postura y atuendo.

-Lo siento, venía distraído — Escucha su voz, pero no lo mira.

-No importa-

Es todo lo que dice, ya que ella no es el tipo de persona que se disculpa, no con otra persona que no sea Lena, y le importa poco lo que un desconocido pueda pensar de su arrogancia. Lo que ella no sabe, es que la voz pertenece a Scott Taymor, quien su madre eligió como prometido, quien decidió asistir a este partido donde sabía que ella se encontraría, pero ahora la puede ver portar el uniforme normal, indicándole que no está jugando. Él suspira al mirarla alejarse con ese porte elegante, muy característico de un Zor-El, lo sabe, pues conoció a Alaric, el padre de Kara, y puede decir que ambos son muy parecidos, con la diferencia de que ella no lo miro con desdén, a decir verdad, ni siquiera alzó la mirada.