The 4 Seasons Of Saturn

Butterflies

Somos como mariposas que revolotean durante un día

Y creen que es para siempre.

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— Una semana después —

Han pasado muchas cosas esta semana, desde nuestro avance en aquella Isla, creando mi mejor recuerdo hasta ahora, Kara y yo hemos permanecido más unidas, en grado superior al que ya teníamos en esta relación. Ella me mira con esos hermosos azules y puedo decir que me derrito como un helado en primavera, sí, es una analogía algo estúpida, pero no puedo pedir demasiado cuando estoy perdida en su mirada. Sam dice que somos asquerosamente adorables, que en cualquier momento podríamos provocarle diabetes, y sé que exagera, pero es divertido cuando huye de nuestro entorno. No he tenido noticias interesantes de ella y Alex, mi amiga está concentrada en el trabajo, por lo que ha rechazado sus invitaciones, y tal vez, haga esto para medir la paciencia de Sam, no quiere cometer el mismo error dos veces, y apresurarse, el amor es complicado.

Amor

Sí, ahora sé que puede ser complicado, y difícil de aceptar cuando estás iniciando una relación tan difícil, pero...

Yo amo a Kara

Es tan cierto este sentimiento en mi interior que duele, pero es un dolor agradable, como cuando recibes un masaje en la espalda, aunque más placentero. Amar a Kara es algo que nunca esperé que podría sentir, porque bueno, ella me resultó idiota, engreída y soberbia, por supuesto lo es, aunque también es adorable, amable, compasiva, justa, linda, y cada vez que me mira, es como si no existiera nada más a su alrededor, y no estoy siendo egocéntrica, yo sé que eso ocurre con ella, porque también experimento lo mismo. Nunca antes había sentido el amor de esta manera tan abrasadora, y tengo miedo, no puedo evitarlo, sobre todo en esta noche, en la que Kara quiere decirle a su madre sobre lo nuestro, ahora que adelantó su fiesta de cumpleaños. No quiero ser pesimista, pero tengo un mal presentimiento.

-Cariño, el auto que Kara envió ya está aquí — Mi madre ingresa a mi alcoba — Oh por dios, estás hermosa-

Miro mi reflejo en el espejo de nuevo. Elegí un elegante vestido blanco ajustado y corto, aunque no demasiado revelador, con mangas largas sin escote, es un aspecto adecuado para la celebración de esta noche, en la que muchas personas importantes acudirán, por supuesto mi madre nunca me permitiría ir de otra manera, sería la deshonra de la familia. También me prestó sus pendientes de diamantes, los brazales y un collar plateado. Mi cabello está sujeto levemente, dejando algunos rizos sueltos, aunque sin verme desaliñada, y desde la fiesta de Mike, no había usado este tipo de maquillaje o tacones altos, quiero decir, me veo perfecta, pero los pies me dolerán más tarde.

-Gracias — Digo después de un largo silencio — Y ya estoy lista-

-Kara probablemente se desmaye al verte — Sonríe, acariciando mis hombros — Te deseo suerte, cariño-

-La necesitaré, hoy enfrentaremos a la bruja-

-Sé respetuosa, es tu suegra — Viro los ojos y hago una mueca — Ahora ve y pon en alto el apellido de tu padre-

-Así lo haré-

Encontramos a Alex en el pasillo, quien me lanza algunas palabras de molestia por tardar demasiado, aunque en realidad ambas lo hicimos, ella porta un hermoso vestido negro con toques dorados, puedo notar que mi madre también le prestó algunas joyas, quizás tuvo que convencerla largas horas para convencerla de usarlas. Mi madre nos despide en cuanto subimos al auto rodeado por guardaespaldas, Alex vira los ojos resoplando, pero después de todo ya está acostumbrada, solíamos viajar así cuando papá aún estaba con vida, y siempre le pellizcaba las mejillas diciéndole que se veía adorable enfurruñada, aunque Alex siempre lo negara. Él también fue su padre, y siempre se enorgullece de decir que tiene dos madres y dos padres, así es mi querida amiga.