The 4 Seasons Of Saturn

Nuestro Hijo

—Al día siguiente —

Despierto con el aroma perteneciente a la loción de Kara. Pestañeo, bostezando y al abrir completamente los ojos, veo a mi esposa caminar por la habitación, vestida con una elegante camisa blanca, pantalones negros abrazado perfectamente sus caderas y piernas, mientras se unta la loción en las manos y mejillas, dioses, es tan guapa.

- ¿A dónde vas? — Pregunto en cuanto se coloca al lado de la cama.

-Perdón por despertarte-

-Tranquila, no lo hiciste tú — Extiendo el brazo y ella toma mi mano, besándola — Te ves muy guapa-

-Gracias — Ríe, y continúa ajustando su ropa — Y respondiendo a tu pregunta, tengo que asistir a la reunión en Londres que pospuse ayer-

-Oh... — Digo en voz baja, sabiendo que lo hizo por mí — ¿A qué hora regresas? –

-Probablemente por la noche, lo siento — Se inclina para besar mi frente — Y por favor, no hagas nada loco — Advierte con diversión.

-Lo prometo-

-Hasta la noche, mi amor-

La veo salir colocándose el blazer y el abrigo en su brazo. Son raras las veces que la veo salir tan apresurada, pero es importante viajar a Londres. Hago una mueca al intentar levantarme, y no puedo evitar reír al recordar lo que pasó ayer, así que, usando toda mi fuerza de voluntad, me levanto de la cama, y me preparo un baño para relajarme. Media hora después, decido vestirme de manera cómoda, bajando las escaleras de la mansión, suspirando de alivio al no ver ningún empleado cerca, aunque si me encuentro con la mirada divertida de Stefan.

-Buenos días, Lena-

-Borra esa sonrisa burlona, Stefan — Advierto y finge seriedad.

-De acuerdo, y el desayuno está listo-

-Genial, muero de hambre-

-Oh, tienes visita — Lo miro confundida, deteniendo mis pasos.

- ¿Quién es? –

-La señora Miranda-

Arqueo una ceja sonriendo, y sigo mi camino hacia el comedor donde encuentro a mi suegra sentada bebiendo un té y leyendo el periódico tranquilamente. Por un momento me pareció estar observando a Kara, no cabe duda que es su madre.

-Buenos días — Saludo y ella me mira — ¿A qué debo tan honorable visita? — Hago una reverencia y esto la hace sonreír.

-Deja el sarcasmo para más tarde, y toma asiento por favor-

-De acuerdo — Ambas estamos sentadas a los lados de la mesa — ¿Ya desayunó o sólo beberá té? –

-No me gusta comer mientras hablo — Entrecierro los ojos al dar un bocado a mi desayuno — No lo dije por ti, sé que tienes otro tipo de costumbres, pero por mi parte, es lo que hago-

- ¿Y de qué quiere hablar? –

-Usas el mismo tono de desconfianza que mi hija — Suspira, arqueando las cejas — Pero, no vine a nada de lo que estás pensando, en realidad estoy aquí para felicitarte — Ahora muestra un gesto de malicia.

- ¿Sobre qué? — Me hago la desentendida.

-Tú sabes perfectamente por qué — Deja a un lado el periódico — Felicidades, futura mamá-

-Kara se lo dijo — Exhalo y asiente — Lo supuse, ya que se quedó con usted toda la noche, no esperaba que solapara su rabieta-

-Ambas estaban haciendo rabietas — La miro con molestia — Stefan me informó de todo, está tan divertido como yo por esa situación-