El primer trimestre se pasó volando: estudiando, entrenando, haciendo exámenes y demás. En un abrir y cerrar de ojos ya habían hecho los últimos exámenes y, con las notas ya entregadas, todos esperaban con impaciencia las vacaciones de Navidad.
Lo hablaban terminando de comer, comentando los planes que tenían para las fiestas.
–Estoy deseando ir a casa, me encanta la Navidad, es mi fiesta favorita.– decía Nina ensimismada, pensando en las fiestas, con brillos en los ojos.
Sandra y Melissa fantaseaban también con las vacaciones, sentadas en un mismo sillón, juntas, cerca del fuego.
–Yo tengo ganas de decorar el árbol.– dijo Melissa.
–Yo lo que quiero es relajarme por fin y dejar de estudiar.– aseguró la otra.
Todos se fueron marchando a sus casas poco a poco a lo largo de los días, hasta que solo quedaba un puñado de alumnos antes de Navidad.
–Creo que este año no iré a casa.– comentó como de pasada Duke, dos días antes de Nochebuena, cuando los que quedaban descansaban en la sala común, sensatos alrededor de la chimenea.
–¿Por qué?– le preguntó Emily.
–No sé, no celebramos demasiado en mi familia... prefiero quedarme aquí.
–Es una pena,– Emily le puso la mano en el hombro, apenada.– pero si es lo que quieres... Yo me iré hoy mañana.
–Yo también me iré mañana.– añadió Lisa.– Mi tía lleva una semana preguntándome cuando volveré a casa. Ha insistido en venir a buscarme ella misma, pero le he dicho que no hacía falta.
–Y, ¿cómo vas a ir a casa?– le preguntó Jake dando un sorbo a su chocolate caliente, después de soplarlo para no quemarse los labios.
–La verdad es que no lo sé, supongo que iré en autobús.– respondió despreocupadamente, encogiéndose de hombros.
–¿Y tú Jake?– interrogó Emily incorporándose en su asiento, como quién no quiere la cosa.
–Iré en mi coche, por supuesto.
–¿Por qué no vais juntos?– propuso Emily, sonriendo "inocentemente", mirando a Lisa, quién la reprendió con la mirada, pero ella hizo como que no se enteraba de nada.
–Pues no es mala idea, yo puedo llevarte.– respondió Jake.
–¿En serio?
–Sí, me pilla de camino. Te dejo de camino a mi casa.– puso su mejor sonrisa.
–Eso sería genial, gracias.
Al día siguiente, después de comer, Lisa fue a su habitación para preparar una pequeña maleta con sus cosas para los días que estaría fuera. Esperó a que Jake llamara a su puerta, cargado con una mochila.
–¿Nos vamos?– preguntó sonriendo, sin saludar. Ella asintió con la cabeza y salió cuando Jake se apartó, cerrando la puerta tras echar un último vistazo a su habitación.
Se encontraron a Emily en una de las salas comunes, camino de la salida.
–Oh, ¿ya os vais?– comentó alegre.
–Sí, así viajamos de día.– respondió él.
–Pues que disfrutéis del viaje.– dijo guiñándole un ojo a Lisa. Ellos prefirieron ni mirarse y seguir caminando, ignorando el comentario cargado de connotaciones.
–Sí... Hasta luego.– se despidió Jake, saliendo de la habitación.
Lisa no tuvo esa oportunidad, Emily la agarró por brazo.
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Crónicas de un espía
SpiritualLisa era una chica normal, o, al menos, eso creía ella. Hasta que un día, todo cambió. Tras la muerte de sus padres se sentía perdida, le sucedían cosas extrañas, cuando un chico muy raro apareció de repente en su vida para poner esta patas arriba...