Lisa estaba en la ducha. La noche anterior, después de dar muchas vueltas, consiguieron encontrar un hotel donde pasar la noche. Llegaron agotados después de todas las emociones y las carreras, además de empapada y oliendo a cloro en el caso de Lisa.
A primera hora de la mañana, como Jake había dicho que haría, llamó a William y le pidió que buscara cualquier cosa relacionada con una fiesta de gala privada. William tardó exactamente diez minutos en encender su ordenador y de alguna manera encontrar el lugar en que se celebraba la fiesta, crearles unas falsas identidades y meterlos en la lista de invitados. Jake quedó totalmente asombrado, William dijo que apenas le había costado trabajo, solo una búsqueda por un par de foros no precisamente fiables y hackear un ordenador, según sus palabras, tan poco seguro que hasta un niño podría haberlo hecho.
Él no se lo discutió, aunque no entendió ni la mitad de su explicación, se limitó a darle las gracias y a salir a hacer unas compras para aquella ocasión.
Cuando Lisa salió de la ducha, envuelta en una toalla, se encontró a Jake en su habitación, sujetando dos perchas de las que colgaban un traje negro en una y un vestido de noche azul en la otra.
–Jake, te he dicho MUCHAS veces que no entres en mi habitación sin llamar.– le recriminó, mas agotada que enfadada, aferrando la toalla sobre su pecho.
–Lo sé, lo sé, peeero, acabo de volver y tenía que darte esto.– le ofreció el vestido con una sonrisa.
Ella puso una sonrisa irritada, apretando los labios y emitió un sonido a medio camino entre gruñido y una risa.
–Yaaa... Yo no pienso ponerme eso.– se cruzó de brazos y negó con la cabeza.
–Bueno, yo te dejaría mi traje pero creo que el vestido me va a quedar un poco pequeño.– rebatió sarcástico, poniéndole la prenda en las manos.– Si te parece, primero comemos aquí, en el hotel, y luego nos vamos.– ella asintió con la cabeza, en un gesto de resignación. Él, con otro movimiento de cabeza, salió de la habitación.
Después de comer, no tardaron en prepararse. A pesar de que no quería ponerse ese vestido ni repetir la sensación del día anterior, Lisa se puso su vestido, unos estúpidos tacones que Jake le había traído y se hizo un recogido en el pelo. Ya que iba a hacerlo, por lo menos quería hacerlo bien y ser irreconocible. El único problema era su colgante, destacaba demasiado y no encajaba con el conjunto. Decidió cambiarlo por una gargantilla y guardarlo en el bolsillo de su cazadora, su estupenda cazadora que debía dejar en el coche y que sin duda echaría de menos.
Jake se había puesto su esmoquin negro con una corbata a juego y una camisa blanca. Y Lisa debía admitir que estaba muy guapo. El traje le daba un toque elegante y refinado que nada tenía que ver con la ropa que vestía en la playa, es decir, no es que estuviera mal con su ropa normal, para nada, pero el traje era simplemente mejor. Lisa lo sabía, aunque no pensaba decirle nada, era lo último que necesitaba su ego. Jake ya lo sabía.
Se miraron por un momento el uno al otro, ambos de pie en medio del pasillo. Parecía que Jake iba a decir algo, pero Lisa se adelantó.
–Que sepas, que no me gusta el vestido.
–¿De verdad? A mí me gusta bastante.– dijo él, muy socarrón. Lisa lo miró con los ojos entrecerrados. No estaba muy segura de haber entendido su comentario.
Les costó un paseo llegar hasta el coche. Y un rato de conducción para llegar hasta el lugar de la fiesta. Un ancho y amplio, a la vez que discreto, edificio se elevaba frente a ellos. Varias personas, elegantemente vestidas, se encontraban a la puerta.
La fachada contaba con numerosas ventanas, pero todas lo más alto posible, para que la luz pudiera entrar por ellas, pero no se viera lo que había dentro. Aparcaron en la manzana anterior, para que no les vieran llegar y no hacerse notar demasiado.
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Crónicas de un espía
SpiritualLisa era una chica normal, o, al menos, eso creía ella. Hasta que un día, todo cambió. Tras la muerte de sus padres se sentía perdida, le sucedían cosas extrañas, cuando un chico muy raro apareció de repente en su vida para poner esta patas arriba...