¿Qué harías tú si un perfecto desconocido comenzará a seguirte, te revelara que es un espía, que tus padres también lo eran y que ha venido a reclutarte?
Te diré lo que no harías y que fue, exactamente, lo que hizo Lisa. Ir a clase de matemáticas. Sí, cualquiera habría entrado en shock después de recibir toda esa información, más después de ver a una persona desaparecer, cualquiera podría, incluso, pensar que se había vuelto loco. Lisa no, ella se fue a clase con normalidad. Y no creáis que no paraba de pensar en eso, no, de hecho estuvo atenta e hizo bien los ejercicios. Ya se que suena extraño, pero su vida entera había sido muy rara. Se había pasado toda su vida con la sensación de sentirse observada, estaba acostumbrada a ese sentimiento de paranoia. Sentía que la seguían allá donde fuese, principalmente por sus profesores, pero también por el panadero, el cartero u otro tipo de personas. Y a partir de esa idea, investigaba a sus profesores, los observaba e incluso había seguido a alguno a su casa, no podía evitarlo, era superior a sus fuerzas, lo catalogaría como una especie de instinto de supervivencia, necesitaba averiguar más. Y por eso mismo la habían expulsado de 3 colegios. Empezaba a pensar que se estaba volviendo loca y paranoica, se autoconvencía de que era solo su imaginación. Pero ahora lo único en lo que pensaba era en lo feliz que estaba, que eso podía confirmar sus sospechas y aunque fuera extraño podía darle sentido a muchos aspectos de su vida y de la de sus padres. Eso demostraba que no estaba loca, aunque quedaban un montón de cosas que explicar, y eso la reconfortaba enormemente.
Al terminar las clases, sólo quería ver a ese tal Jake, para que respondiera a todas sus preguntas. Después de pensarlo más detenidamente, le había surgido la idea de que quizás aquel rubio no era más que un loco, y lo peor, que ella estaba todavía más loca que él.
–Lisa, ¿me has oído?– dijo Emily, mientras se dirigían a la salida.
–¿Qué?, perdón, estaba pensando en mis cosas.– respondió saliendo de sus pensamientos y girándose hacia su amiga, mientras ambas caminaban por el pasillo principal, derechas a la salida. Aún estaba bastante concluido, pero la mayoría de los alumnos corrían para salir sin pensárselo dos veces.
–Ya me había dado cuenta.– contestó Emily entre risas.– He dicho que si quieres que te acompañe hasta casa.
No Emily, gracias. Me voy a quedar aquí a esperar a un chico que me estaba siguiendo, al que no había visto en mi vida, que tenía una foto mis padres, dice ser un detective y quiere reclutarme. Sí, esa, a pesar de ser la verdad, no sería una respuesta acertada de una persona medianamente cuerda. No podía decirle eso. Hasta para Emily, que estaba acostumbrada y comprendía más o menos las locuras de Lisa, eso sería demasiado. Lo mejor sería eludir aquel tema. Así que se limitó a decir:
–No, me voy a quedar un rato aquí. A lo mejor voy a la biblioteca.
Buena respuesta, perfectamente creíble.
–Vale, pues hasta mañana.– Se despidió con la mano y se dirigió hacia la salida.
Por supuesto, ella sabía que Emily no se quedaría allí de ninguna manera, no hacía falta intentar disuadirla.
Bien, ahora tenía que encontrar a ese tal Jake, aunque no tenía ni idea de qué hacer o por donde empezar. Él solo le había dicho: búscame después de clase. Pero no sabía ni cómo ni dónde. Únicamente el instituto era lo suficientemente grande como para tardar una eternidad en encontrar a alguien jugando al escondite.
–Tu amiga parece bastante maja.– dijo una voz muy cerca a su oído derecho, sobresaltándola antes de haber decidido qué hacer.
Lisa sorprendida, giró rápidamente la cabeza y abrió los ojos como platos. Y es que en el momento en que la puerta se cerró tras Emily, el chico apareció justo a su lado. Lisa lo observó por un momento, preguntándose de sonde había salido sin que ella lo viera y también si siquiera era real o si al fin se había vuelto loca de remate.
ESTÁS LEYENDO
Crónicas de un espía
SpiritualLisa era una chica normal, o, al menos, eso creía ella. Hasta que un día, todo cambió. Tras la muerte de sus padres se sentía perdida, le sucedían cosas extrañas, cuando un chico muy raro apareció de repente en su vida para poner esta patas arriba...