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❝Me gusta HyunJin. ❞


Su día a día se estaba volviendo pesado y agotador.

Y, siendo sinceros, cualquier persona se sentiría agotado y encerrado si se comienza a enamorar del pequeño hermano de no sangre que conoce desde muy, muy pequeño.

—Idiota, idiota, HyunJin es un idiota.—se recostó en su cama y miró al techo.

Era muy interesante mirara las estrellas color neón que brillaban en la oscuridad para poder dormir sintiendo apenas una luz. 

Pero siempre un pensamiento rondaba en su cabeza, porque estaba mal amarlo, se sentía culpable el seguir conviviendo y hacer crecer sus sentimientos por JeongIn, quien apenas tiene quince años. Esa edad conllevaba muchas cosas, y anhelaba que Yang no comenzara a ser hormonal y quisiera un novio, uno que no sea el mismísimo HyunJin.

Sin darse cuenta, sus ojos se cerraron y quedó siendo dueño de un sueño profundo y abrumador, como era costumbre. 

[ ... ]

El brillante sol por fin salió después de una noche agotadora, dando paso a otro día más donde Hwang debía asistir a clases. 

Debía admitir que haber escogido arquitectura como carrera le hacía pensar que era agotador, pero al final era a lo que se quería dedicar. Y así poder crear la casa de sus sueños y vivir con el amor de su vida.

—In-ah.— al alto saludo con su mano. —¿Quieres que te lleve a la escuela hoy? Tengo tiempo.

Estaba siendo un hermanastro amigable y considerado, y tal vez enamorado, que se ofrecía para hasta hacerle la vida más fácil a JeongIn.

—Sí, por favor— aceptó con ansias. —, se me está haciendo tarde.

Después de haber desayunado, lavado los dientes y despedirse de mamá y papá, ambos salieron de casa, subieron al carro y se sentaron cómodamente, con el del lunar bajo el ojo al volante y el menor de copiloto. 

—T-tu cinturón...— susurró casi inaudible.

—¿Mi qué?— cuestionó.

Sin comentar nada de nuevo, el mayor se acercó a JeongIn para abrochar el cinturón de seguridad, quedando a escasos centímetros de distancia contra el otro.

El tiempo parecía haberse detenido en ese preciso momento y las respiraciones comenzaban a colarse entre ellos, sus ojos hicieron una conexión y los nervios en ambos salieron a flote. 

Después de varios segundos así, Hwang decidió regresar a su lugar y poner las manos en el volante para emprender su viaje, mientras Yang trataba de controlar sus escalofríos. Su corazón revoloteaba y no sabía por qué, era su simple hermanastro mayor, ¿por qué sucedía en ese justo momento. 

Su destino llegó pronto y la preparatoria donde el de hoyuelos iba estaba justo frente de ellos.

SeungMin estaba esperando a su amigo fuera de la escuela y se sorprendió cuando el hermano, de no sangre, se vio adentro del coche. Arregló su cabello para lucir más lindo y presentable para HyunJin, ya que hacia unos años comenzó a interesarse por el mayor. 

—Hola, Innie.— lo saludó con una preciosa sonrisa. —Que tenga un buen día, hyung.

Su tono al hablar, su forma de pararse y hasta sus facciones cambiaban de las cotidianas si se trataba de saludar al chico mayor a él. Hasta el mismo Hwang sentía que se estremecía cuando miraba la mirada llena de brillos de Kim.

𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 ; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora