Final.

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Después de besos desprevenidos, HyunJin y JeongIn por fin entraron al local para poder comer unas deliciosas hamburguesas. Las personas les miraban extrañadas y el único cohibido con eso era Yang.

No lo tomen a mal, en realidad no le importaba la opinión de extras, pero aún así se sentía intimidado por todos los ojos puestos en él; después de todo, había desarrollado un nerviosismo por nuevas personas luego del episodio de preparatoria.

El mayor de ambos pidió la orden mientras el menor iba a tomar una mesa que daba a la ventana. Les recordaba como la primera vez que se conocieron, con el fin de ser una familia feliz y compartir el título de hermanos. El destino y el amor habían planeado otro camino para ellos, y estaban felices con el resultado.

Luego de una hora y media, los chicos terminaron de comer y salieron del lugar, HyunJin había dicho que sería una cita especial porque debía decir muchas cosas y JeongIn olía de qué se trataban esos asuntos, y estaba ansioso de que sucediera.

—¿Adónde vamos?— preguntó Yang con destellos en los ojos.

—No lo sé, a donde el viento nos lleve— confesó mientras soltaba un suspiro.

Siguieron el camino callados, ninguno prefería hablar porque estaban disfrutando del silencio mientras sus manos estaban unidas, tales como un rompecabeza que representaba una obra maestra. La aterciopelada piel de uno cubría la del otro.

Una hora le bastó a Hwang para llegar a un barranco en una montaña donde daba la luz de la luna más bella que nunca. Podías sentir que alcanzarías al astro si estirabas tus dedos y brazos lo más que pudieras. Era un lugar mágico, tranquilizante y muy personal para ambos.

No bajaron del auto y pusieron música relajante a un tono bajo, sus dedos aún seguían unidos y se proporcionaban calor en esa zona, algunos momentos se volteaban a ver y cuando sus ojos se chocaban, sonreían como locos enamorados que no querían otra cosa más que contemplarse por siempre.

Porque sí, hasta estas alturas, el menor estaba enamorado de nueva cuenta, sintiendo intensamente lo que sintió a sus quince años y que no pudo olvidar del todo. Se sentía lleno, vivo y con ganas de gritarle al mundo que siempre pensó que su hermanastro era el amor de su vida.

Claro que eran los amores de su vida.

HyunJin tampoco sabía cómo había sido que recuperó el corazón que no supo cuidar cuando era más joven. Tres años le bastaron para recapacitar de sus actos y tratar de solucionar las cosas. Aunque siempre le llamaba a Felix para preguntar su estado; nunca le dejó de seguir el paso.

En su estancia en Australia, muchas chicas se acercaron a él en busca de citas y una relación formal, otras con el simple afán de tener sexo con el sexy coreano que llegó de intercambio, pero siempre se sorprendían, e incluso se enojaban, cuando decía que era gay.

La noticia se propagó por toda la universidad donde estudiaba, a tal punto de que los chicos también se le acercaran en busca de una oportunidad, pero en esa ocasión salían con fastidio al saber que solamente estaba enamorado de una sola persona en específico, su hermano de no sangre.

Y es que JeongIn es el hermano menor más tierno que HyunJin conoce. Mientras él mismo es la única persona que conoce que se enamora de un hermanastro.

Luego de que pasaron los minutos, media hora para ser exactos, Hwang comenzó a hablar con mucho entusiasmo, porque sentía que era el momento, o nunca sucedería de nuevo.

—JeongIn, te amo— pronunció con una sonrisa. —. No entiendo cómo es que la vida te puso en mi camino y me permitió enamorarme de ti, fue y es uno de los sentimientos más bonitos que he sentido, tan vivo y doloroso a la vez. Desde el principio quería hacer las cosas bien contigo, pero mamá y SeungMin supieron cómo manipularme, accedí a su juego y perdí lo que me mantenía con vida.

El de hoyuelos plantó su mirar en su chico, tratando de contener las lágrimas que se iban acumulando en sus ojos brillosos y pequeños. El momento había llegado, y estaba dispuesto a todo.

—Quiero que sepas que estando en Australia siempre le fui fiel a la idea de estar enamorado de ti, aunque aquí no lo hice del todo bien— el que comenzó a llorar fue él. —. Sólo quiero que sepas que estuve haciendo lo mejor desde que te volví a encontrar, y que he cambiado para bien, para mantenerte aquí conmigo, siempre conmigo. Siempre estuve al pendiente de ti, ChangBin y Felix me ayudaron a mantenerme tranquilo acerca de ti. Por cierto, lamento lo del alboroto de tu preparatoria y que supieran tu orientación.

La sonrisa de Yang se ensanchó más, estaba feliz, nostálgico y con las ganas inmensas de aventarse a los brazos del mayor, quería besarle como nunca y transmitir todos sus sentimientos mediante una danza de labios.

Y en realidad, no pudo aguantarse más; como pudo, se abalanzó a HyunJin y se subió al regazo del chico aún estando en el auto. Se acomodó de una forma incómoda donde el volante le tocaba la espalda, pero nada podía más que el deseo de besarle.

Movían sus labios sobre los otros mientras sonreían y las lágrimas de ambos se mezclaban en las mejillas contrarias. Las manos de Hwang se posaron en la bonita cintura del menor, y las de JeongIn viajaron al cuello del de cabello rubio. El beso más largo que en la historia de los besos se habían dado.

Disfrutaron del sabor del otro, se volvieron adictos a la sensación de sus lenguas chocando mientras buscaban tener el control, la calidez del interior de sus bocas que proporcionaban choques electrizantes por todo su cuerpo.

El de hoyuelos comenzó a mover sus caderas cuando el beso se convirtió en algo más candente, y el ambiente se volvió caliente e íntimo.

Esa noche, bajo la luz de la luna, se convirtieron en uno solo al fin, amándose verdaderamente y prometiendo al viento que les acompañaba nunca abandonarse. Porque estaban hechos el uno para el otro, porque sus personalidades se complementaban, porque desde pequeños se amaban.

Y por primera vez, vieron por ellos mismos y no pensaron en terceras personas; no había mamás que dijeran no aceptar algo entre ellos, no había papás decir que pensaran mejor las cosas, no había amigos que querían acabar con la felicidad, no había pensamientos erróneas más que la gloria.

Se disfrutaron y se encantaron con el cuerpo del otro, y admitieron que ese día se convertían en novios, para el resto de su vida; o hasta que el matrimonio entre hombres se hiciera legal, porque para ese entonces, serían los más hermosos esposos de la vida.

—Te amo— dijo entre gemidos JeongIn.

—Te amo mucho más— contestó entre suspiros HyunJin.
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Holaaaa, llegué con un final demasiado mediocre creo yo TT

Aquí es cuando doy las gracias a quienes me apoyaron desde el principio hasta el fin, a quienes llegaron en medio camino y continuaron con la historia, y agradezco a quienes lleguen después del día donde concluimos esto.

No soy la mejor escritora que vayan a conocer, pero siempre quise plantar sentimientos correctos y hacerlo lo más real posible, aunque la idea en sí es un total cliché de primera. Encontrarán muchas historias con la misma idea, de hermanastros a enamorados, pero gracias a quienes escogieron este fic. <3

Me la pasé genial aquí, me divertí con sus comentarios y también me sorprendí con ustedes. Y créanme que es la mejor sensación de una persona que escribe, recibir apoyo y reconocimiento. ^^

Gracias, les deberé las gracias infinitamente, y les amaré siempre.

El siguiente capítulo será un epílogo, tal vez el final concreto. Esperenlo y disfrútenlo <3

Hasta luegoooooo <3

𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 ; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora