𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 ; hyunin

05 : 05

❝Te amo.❞

ღ

—HyunJin, tienes oportunidad.—una sonrisa pícara se formó en la cara del pecoso.

El más alto bufó al comentario fuera de lugar de su amigo; aún no sabía cómo descubrió por su fascinación oculta por su tierno hermanastro.

—A veces eres medio idiota, Felix.— rodó los ojos.

—Pero a veces tengo medio razón.— el chico rió al comportamiento de su mejor amigo y mejor decidió despegarse de la puerta, al ver que un hermoso chico pasaba muy cerca del lugar.

Felix empezó su caminata, dejando a su apuesto amigo atrás de él, como si fuera invisible por el momento. Hwang entendió lo que pasaba y decidió tomar su camino por el lado contrario; anhelando en su interior que el chico solitario por fin le hiciera caso.

—Así que ni en las fiestas me dejas.— Seo se dio cuenta de como Lee lo seguía por detrás, asustándolo un poco al hablar.

—Una corrección; no es una fiesta en sí, sólo una cena con pastel.— quería lucir gracioso. —Pero... Sí, ni en las fiestas donde me encuentre le dejaré de molestar. 

Era un poco irrespetuoso seguir a alguien y acosarlo en todos los sentidos, pero su vocabulario no era así, era cordial y lo llamaba por "usted" porque era mayor.

—Me parece bien— tomó un vaso con agua de sandía que estaba en la mesa, junto al pastel.

Felix se sorprendió y abrió sus ojos sin creer lo que acababa de escuchar.

—Pero bien infantil, ¿cuándo me dejarás de molestar?— acabó su gran objetivo; avergonzar al chico.

YongBok dejó caer sus hombros con pesadez, sintiendo que nunca lograría entablar una conversación con el más bajo, y jamás tendría tan siquiera una bonita y admirable amistad con él.

¿Qué debía hacer para que el gran ChangBin le hiciera caso? Estaba perdiendo su dignidad cada vez más rápido y el mayor parecía ajeno a la situación.

—Me rindo.— decidió no intentar más y dar media vuelta, queriendo ir con su mejor amigo, donde seguramente no se sentiría pésimo.

Para la sorpresa del australiano, el de barbilla afilada tomó su muñeca antes de que comenzara a caminar, impidiendo sus pasos. Parecía una escena de algún k-drama que tanto le gustaban ver al pecoso; esos donde el protagonista masculino no deja ir a la chica y después se dan un beso.

Felix sonrió diminuto al tacto del contrario y volvió a ver, siendo levemente dejado por la mano del otro.

—Limpia el desastre que hiciste.— bajó de las nubes al enamorado. —Tiraste un vaso al voltearte.

Oh, no, otro fallo en la vida de Lee Felix. ¿Todo lo que involucre su nombre es desastre, vergüenza y perdición? Era un caso serio.

 —Lo siento.— se disculpó mientras tenía una sonrisa desalentadora y limpiaba el liquido de la mesa con servilletas. 

—Deja te ayudo.— se compadeció del chico y lo ayudó al problema causado.

Estaba siendo muy duro y distante con el pecoso que claramente guardaba sentimientos hacia él, pero se le hacía un poco divertido hacerlo perder esperanzas. Felix no ganaba nada, pero la chica Seo sí.

La vida se estaba llenando de a poco de gente como Lee, a quienes no les importaba perder la cordura para conquistar a alguien; aunque había casos más drásticos, de personas manipuladoras.