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❝Te recomiendo alejarte de JeongIn, podrías enfermarte.❞

Era sábado por la mañana, JinYoung y JiSoo no asistirían al trabajo para pasar un rato en familia con sus hijos.

Luego de la visita al médico con SeungMin, JeongIn había estado evitando a HyunJin durante días, y por más que el mayor quisiera descifrar qué hizo mal, su cerebro tan pequeño no me daba para pensar en opciones.

Pensó que sólo era una etapa de cambios bipolares en Yang, porque era adolescente, pero ni siquiera quería compartir el desayuno con él y prefería ir a comer a su cuarto; fue cuando Hwang supo que era un problema mayor.

—¿Quieren panqueques?— preguntó la Hwang femenina, gritando para que donde sea que se encontraran los demás, la escucharan.

Escucha al unísono tres voces de varones gritar que sí, así que se puso el delantal y comenzó a preparar las cosas.

El padre de JeongIn se encontraba podando el pasto del frente de la casa y regando las flores que su mujer había plantado. El menor de la familia estaba jugando videojuegos en la sala mientras tomaba un jugo de naranja. Y el mayor de los hermanos estaba bañándose para estar aseado.

—JiSoo noona...— llama el de hoyuelos luego de caminar desde el sillón a la cocina. —Vendrá un amigo por la tarde a pasar el rato. No te molesta, ¿cierto? Papá ya aceptó.

Y aunque su madrastra quisiera negar acerca de ello, porque quería pasar una tarde en compañía de todos, había notado al chico un poco cabizbajo así que con una sonrisa, aceptó asintiendo con la cabeza.

—¿Es ChangBin?— cuestionó tranquila. Ese chico le traía buenas vibras.

Y aunque pensaba que por la enfermedad de JeongIn, ese universitario era su novio, sólo aceptaba todo lo que JinYoung decía correcto.

No debía mostrar su pequeña homofobia cuando miraba al de hoyuelos.

—Sí, vendrá sólo por un rato.— sonrió sereno y volvió a la sala para jugar de nuevo. Aún no podía pasar el maldito nivel siete de ese juego estúpido.

Luego de unos minutos más, la señora Hwang tenía preparado el desayuno, los platos en cada lugar de la mesa y sólo faltaba HyunJin para sentarse.

Llegó después de cambiarse y ponerse algo cómodo, como unos jeans negros y una camisa lisa color gris; hasta lo más simple se veía realmente bien en él, pensó JeongIn.

—¡Gracias, mamá!— con su voz animada, se sentó a un lado del menor y acaricio su cabello, mientras sonreía mirando a su madre.

—No hagas eso.— musitó el de hoyuelos, con un semblante serio y sin expresión alguna.

Incómodo, el más alto sólo asintió y comenzó a comer sus panqueques. Entonces era algo muy malo como para que su hermanastro lo tratara así.

 Entonces era algo muy malo como para que su hermanastro lo tratara así

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𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 ; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora