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❝Podría pasar todo el día viendo tus lindas pecas❞

Ya eran eso de las cinco de la tarde, y JeongIn comenzaba a acomodar la sala de estar con algunas cosas. Llevó consigo frituras, jugos y caramelos, también consiguió videojuegos del cuarto de su hermanastro, pidiéndo “prestado” cada uno de ellos; si es que entrar al cuarto de alguien a escondidas y decir por favor y gracias al viento contaba como pedirlo prestado.

Prendió la televisión y para esperar a su amigo, puso música en ella. Cuando estaba aburrido, las canciones de twice le hacían subir de ánimos.

No esperó mucho cuando el timbre de la casa sonó y su padre gritó que Seo estaba afuera, fue por él y sonriente se dirigieron ambos al sofá de cuatro que estaba justo en frente de la TV.

—Pasó un largo tiempo desde que no te veo, pequeño.— ChangBin sonrió y desordenó los cabellos del menor.

—Fueron días difíciles, hyung, pero ya estamos viendonos de nuevo.— codeó a su amigo y agarró el control remoto. —¿Unas luchitas?

Le pasó un control a su amigo y con entusiasmo escogieron el personaje perfecto para pelear, después el paisaje y el nivel de dificultad. Sería una tarde muy entretenida.

Pasaron varios rounds y quién siempre salía victorioso era el tierno Yang, quien tenía más experiencia al tener que jugar con su hermano de no sangre toda su corta vida.

—Maldita sea, Innie, déjame tomar a esa chica, es más fuerte que este mono feo que escogí.— ChangBin dejo caer su control al sofá y se hizo bolita en donde estaba sentado.

—No es el personaje, es la persona que lo maneja— sonrió mostrando sus lindos hoyuelos. —, y siendo tú, con cualquiera pierdes.

Con lo último dicho, Seo se dejó caer en el cuerpo de su menor y apretujó sus mejillas de manera suave pero brusca, mientras Yang lloriqueaba por ser soltado; no le gustaba mucho el contacto físico.

Siguiendo en su burbuja, escuchó como alguien más entraba a la pieza y carraspeaba su garganta esperando atención. Era nada más, ni nada menos, que Hwang HyunJin, con los brazos cruzados y una mueca de inconformidad en su rostro.

—Están muy cerca.— pronunció y volvió a desaparecer por la misma puerta por la que entró.

Los amigos se miraron entre ellos sin comprender la actitud del chico, así que mejor se acomodaron de nuevo y empezaron una nueva ronda, donde ChangBin daría todo por ganar.

Otra vez, sin darse la menor idea, ya no se encontraban solos en el lugar, y ahora un exaltado HyunJin y un tímido Felix tomaban asiento en los sillones de dos personas.

—Oh, hola, Felix hyung.— sonrió en grande JeongIn al ver al lindo pecoso ahí.

El amigo de su hermanastro no tenía la culpa de todas las estupideces que estaba causando su amigo, así que el australiano no le caía mal. Era demasiado agradable.

—Ho-hola.— tropezando en sus propias palabras, el mayor de todos saludó al chico y sus mejillas se tornaron rosas.

Estaba un poco avergonzado, porque no mentiría que todas esas noches sin verlo soñó con besar los lindos y abultados labios de YongBok, también contó cada una de las pecas que su cara tenía y las besó delicadamente, posiblemente también soñó con una linda cita en las afueras de la ciudad con un picnic en el bosque.

Todo eran sólo sueños, y eso lo hacía sentir cohibido, sintiendo que en cualquier momento alguien lo descubriría. Imaginaba siempre que lo recordaba, como su hermana acabaría con la faz de la tierra al saber que le gustaba Lee.

𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 ; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora