𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 ; hyunin

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❝HyunJin y yo somos novios.❞

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Después de conseguir todo, pagarle a la cajera, muy amargada por cierto, y salir del lugar, Felix emprendió su camino a casa, rezando porque su mamá no le haya dicho a su papá que no recordó qué debía traer.

Su padre era bastante burlesco, como para querer evitar la situación que posiblemente venía a continuación. Pero nada de eso le iba a quitar la gran sonrisa en su rostro; no después de que alguien en específico le haya enseñado la misma sonrisa que antes se había formado durante un beso.

Fue una sonrisa tímida, pero atrevida al mismo tiempo, algo que sólo Seo ChangBin sabía hacer. Debía decir que odiaba las mariposas en su estómago, pero era un odio hacia ellas combinado con una pizca de amor.

Sumergido en sus pensamientos, no se dió cuenta de que un auto color blanco le seguía por detrás. Cuando por fin salió de su mente, se percató y volteó miedoso a ver al transporte.

¿Ese era...? Oh, vaya que lo era, ¿pero qué hacía ahí?

—Hey, lindo chico— llamó la otra persona cuando por fin su ventana estuvo abajo. —, ¿por qué tan solo? ¿Sabes que es peligroso?

Lee sonrió para el contrario y rascó su nuca nervioso; sus palabras habían sonado escalofriante para él y sus nervios de punta.

—¡Ven! Sube, te llevaré a tu casa.— dijo, ganando una aceptación por parte del pecoso.

YongBok subió al auto, cerró la puerta, se puso el cinturón de seguridad y ahora se sintió más tranquilo. Si bien, Chan no era uno de sus más grandes amigos y la última vez que se vieron fue algo incómodo por otra presencia, algo en el de lindos hoyuelos le transmitía confianza; posiblemente por ser ambos australianos.

Su casa no estaba muy lejos del super, por lo que llegaron en cuestión de unos cortos minutos; Bang conoció la privada donde su menor vivía, tuvo la dicha de saludar a la madre de éste cuando llegó hasta su hogar y se sintió bien visto por ella. Hasta su madre era muy linda.

Esos Lee tenían algo que lograban encantar a cualquiera.

—¡Nos vemos, Lixie!— se despidió sacudiendo los cabellos del antes mencionado. —Un gusto, señorita Joy.

Después de hacer una reverencia, subió de nuevo a su auto y se dirigió ahora a su casa.

Felix no podía sentir más que admiración por ese hyung.

[ ... ]

—Anda, JeongIn, vamos a la fiesta— alguien hablaba tras la otra línea, esperando ganar una aceptación. —; te juro que no te dejaré solo.

JeongIn doblaba la ropa que recién había sacado de la lavadora para distraerse; HyunJin aún no llegaba de la cita con SeungMin y eso le hacía ansioso.

Aún estaba sorprendido del por qué ChangBin quería salir a algo donde hay mucho ruido. No ha visitado ni una fiesta antes, sólo sabía que siempre había alcohol en ellas por haber leído una historia donde los protagonistas iban a una.

—Pero, ChangBin, no te gustan las fiestas— puso su teléfono en altavoz porque su oreja y cuello se estaban cansando de detener el aparato. —, siempre me dices que prefieres ver películas. ¿Te dejó el novio?