Después de haber desayunado pastel y leche con su padre y amigos, decidieron por fin salir de casa para festejar el cumpleaños número dieciocho de JeongIn. Su padre confesó tener trabajo, entonces se descartó la idea de llevarlo con ellos para divertirse y recuperar tiempo entre padre e hijo.
—Adiós, hijo— le dejó un beso en esa cabellera suave. —. Por favor no pienses en mí, decide por ti.
Tras decir aquello, JinYoung abandonó el departamento con una sonrisa brillante. Con tan sólo compartir palabras con su crío, se sintió lleno de vida nuevamente, sin embargo, algo le esperaba a su hijo, y no quería que su situación interviniera con lo que realmente deseaba.
La frase antes dicha por el mayor hizo que la confusión creciera dentro de la cabecita de Yang, y poner en alerta a ChangBin y Felix; estaba casi revelando lo que tenían preparado para el cumpleañero.
Debían de admitir que no estaban seguros de si era una buena idea lo que pensaban hacer, pero creían un tanto necesario aquella ocasión para que todo el mundo pudieran cerrar ciclos, comenzar otros o simplemente continuar con el mismo, sin resolver nada.
Sin decir absolutamente nada, después de unos minutos en silencio, Seo tomó de la mano a su novio y su novio al cumpleañero para salir de su hogar al centro comercial; parecían una bonita familia que adoptó a un adolescente y lo consentían mucho. No estaba tan fuera de la realidad, a decir verdad.
En cuestión de media hora, por fin se encontraban recorriendo las tiendas de ropa y accesorios para que el menor pudiera escoger alguna prenda como regalo. Se decidió después de pensarlo mucho por un bonito collar que traía consigo un dije de una margarita; era tan delicado y brillante que quedaba muy bien con su atuendo del día.
—Muy bien, pequeño— la voz de ChangBin le hizo despertar en la ensoñación a la que se había metido. —, iremos a comer hamburguesas en McDonald's como siempre te gusta, después pasaremos a pagar algunas cuentas de Felix en una tienda de ropa y luego, iremos a un lugar especial.
El itinerario estaba hecho y los nervios no se hicieron esperar en JeongIn, escuchar que había un lugar especial le traía un tipo de euforia sin saber el por qué. En ninguno de sus cumpleaños anteriores había un lugar especial, siempre fue comprar una prenda para él, comer en McDonald's y luego iban a cada a ver películas.
—¿No habrá más noche de películas?— preguntó incrédulo, en realidad amaba muchísimo ese momento de su celebración.
—Las habrá después, hoy es importante que asistas ahí— le dijo con una pequeña sonrisa para intentar calmarlo.
La forma en la que estaban hablando, las actitudes a la defensiva y una mirada llena de temor estaban asustando al pequeño. Era como si sus mejores amigos le ocultaran algo y no sabían si el resultado sería bueno o un completo desastre.
Borró todas las posibilidades de su cabeza intentando no abrumarse más, solamente llegaría el tiempo y descubriría todo lo que le confundía. Estaba dispuesto a disfrutar al cien lo que quedaba del atardecer.
Los mayores siguieron adelante en busca del restaurante de comida rápida que tanto alegraba al cumpleañero, más sin embargo, Yang se quedó atrás viendo detrás de un estante de vidrio que portaba un bonito peluche.
Le recordaba al que una vez, su primer amor, le obsequió en sus quince años; sus dulces, desastrosos, quince años.
Debía admitir que la nostalgia le consumió por dentro. Hace un tiempo que no sabía nada de él, al parecer había conseguido una nueva vida en poco tiempo y su nuevo nombre se había apoderado de lo que alguna vez fue Hwang HyunJin, su hermanastro y el chico que alguna vez le gustó.
Las noches en las que no podía dormir imaginaba lo que hubiera sido de su vida si nunca hubiese existido un conflicto tras conflicto, que HyunJin se haya mudado a Australia por su culpa y que JiSoo nunca los hubiera descubierto. Se ponía a pensar qué hubiera pasado si SeungMin haya logrado enamorar a quien amaba.
Pero jamás podrá saber aquellas respuesta, todas habían quedado en un “hubiera”, demasiados, y ellos, según su padre, no existían. Jamás sabrás que hubiera pasado si no hiciste algo.
Después de descubrir lo que Kim había hecho, no se había encargado de nada, los mayores hicieron lo suyo y él, como un adolescente sin comprensión, solamente esperó los resultados. Al parecer, Hwang se había considerado y no puso ninguna orden contra su amigo.
Limpió sus mejillas llenas de lágrimas que se habían apoderado de ellas sin siquiera notarlo y entró a la tienda por fin; lo compraría como recuerdo, el suyo se había desgastado con las lavadas y ahora le faltaba un ojo.
Cuando estaba por pagar el bonito peluche, sus amigos le gritaron en forma de alivio desde afuera. Por un momento se había olvidado de ellos y se rió de las caras que tenían, de verdad parecían padres asustados.
—Dios mío, JeongIn, no lo vuelvas a hacer— sentenció Felix, mientras sobaba su pecho por el miedo que había pasado. —. ¡Te juro que creí que te habías perdido!
—No es para tanto, Lixie, ya tengo dieciocho años y sé cómo regresar a casa— se rió con él pero al final terminó por darlo un pequeño abrazo de reconforte.
Los reclamos por parte de Lee y las carcajadas de Yang cesaron cuando el mayor de los tres les dijo que cerrarán la boca por un momento y que escucharan su estómago gruñir de hambre.
Renegando, ahora sí, tomados de la mano, los tres chicos fueron hasta el McDonald's dentro del centro comercial para acabar con su apetito. Llegando ahí, pidieron una hamburguesa doble queso y esperaron por su pedido.
Al cabo de algunos minutos, su comida llegó y se dedicaron a terminarla, para después comprar un cono de nieve como postre.
—Iremos a casa, te bañarás y cambiarás de la forma más elegante que puedas— comenzó ChangBin hablando. —, después sin preguntar a dónde vamos, te subirás al auto y te llevaremos a tu destino.
El silencio se instaló en la mesa, JeongIn iba a protestar cuando otra vez fue interrumpido por la voz de su mejor amigo. Yang podría jurar que sonaba igual que un padre meticuloso y regañón, que al final del día te daba un beso de las buenas noches.
—Y no, JeongIn, no te diré a dónde vas, y tampoco estaremos ahí— respondió a la mirada y ceño fruncido de su menor. —. Ahora termina tu helado que se nos hace tarde.
Con una sonrisa cálida, después de aventarse un sermón con el semblante más serio del mundo, dio por terminado su comunicado.
—Compréndelo un poco, estamos muy nerviosos del resultado de hoy— prosiguió el pecoso, mientras acariciaba la cabellera de su novio. —, solamente esperamos haya sido una buena decisión.
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HOLAAA, FELICES VACACIONES A LOS QUE HAN SALIDO.
espero estar actualizado un poco más seguido con estás vacaciones, además de que el final de esta bonita fic está a la vuelta de la esquina. No le calculo más de tres capítulos y alguno que otro extra. ¿Cómo se sienten con eso?
siento que he extendido mucho este fic, y puede llegar a ser tedioso para algunos, pero agradezco a quienes se quedaron hasta el final. Les agradezco infinitamente <33333
si este capítulo te ha gustado, házmelo saber con un voto, por favor, es muy gratificante ver qué votan en algo que me ha costado mucho construir ^^. También comenten y esas cosas. <3
nos vemos prontooooo, muchas gracias por leer <3
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𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 ; hyunin
De Todo#hyunin ❝JeongIn es el hermano menor más tierno que HyunJin conoce. Mientras él mismo es la única persona que conoce que se enamora de un hermanastro.❞ ¡! Advertencias ¡! -hyunjin; top. -jeongin; bottom. -boyxboy. -¿Que unos hermanastros se amen, es...