Capítulo cuarenta y ocho

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Me quedé pensando en el hecho de que Minho obligó a Hyunjin a comer papel, ¿por qué lo hizo? ¿Cómo lo hizo? Aparte, Hyunjin es más alto que él, así que ¿cómo lo hizo? Miré a Minho, tratando de analizar más a fondo, pero él me sonreía burlón como si me leyera la mente, creo que empezaré a tenerle un poco más de respeto a él, ¿debería empezar a llamarle hyung? 

—¿Hye? —la voz de Seungmin me saca de mis pensamientos, por lo volteo a mirarlo. 

—¿Uh? 

—Que si estás emocionado por cumplir años —me dice Soo-ra. 

—Ah, no tanto, odio envejecer —respondo honestamente y todos ríen—, ¿qué?

—Lo dices de una forma tan seria —Hyunjin sigue riendo. 

—Es que es en serio, a veces siento que se me escapa la vida entre las manos —hago un puchero—, ¿ustedes no se siente así?

—Que profundo te vuelves cuando esperamos la carne —me molesta Jisung y yo ruedo los ojos. 

—¡Tenme más respeto, soy tu hyung! —hago como si fuera a pegarle con un puño—, además soy más alto. 

—Por un centímetro, quieto, King Kong —me responde bufando. 

—¿Sí oyen eso? ¿Sí ven como me trata? —me indigno—, Minho, enséñame eso de obligar a alguien a comer papel, creo que empezaré a aplicarlo.

—Con que ahora quieres pasarte al lado oscuro —ríe Minho, haciendo reír a todos, incluyéndome. Los chicos siguieron hablando de algo pero yo sólo me dediqué a oírlos, como estaba oscureciendo, empezaba a sentir un poco de frío, Hyunjin me había prestado una camiseta y un jean de él, la ropa era un poco delgada por lo que no me estaba proporcionando calor, así que me abracé a mi misma tratando de calentarme pero parecía que no estaba dando frutos. 

—La carne estará pronto —avisa uno de los meseros.

—¡Creo que me comería todo un caballo! —Changbin exclama en un gritito. 

—Pero comeremos carne de res —dice Felix, sin entender que era sarcasmo. 

—¡Eres muy tierno, no puedo! —dice Chan, tocándose el pecho. 

—Sigo sin entender —dice Felix preocupado—, ¿comeremos carne de caballo? 

—No —reí—, comeremos carne de res, sólo es una expresión. 

—¿A dónde irás? —Jeongin le pregunta a Hyunjin cuando éste se levanta de su asiento. 

—Iré por algo a mi camioneta, no me demoro —dice, disculpándose por un momento; Soo-ra me miró curiosa pero me encogí de hombros. Dejé que Felix siguiera preguntándome por cositas del coreano que aún se le dificultaban, pues llevaba muy poco de haberse mudado de Australia a Corea. Chan se incluía a veces a la conversación, ayudándole, pues ambos son australianos, y al menos Chan sabía más de coreano e inglés por lo que le era más fácil explicarle. Hyunjin subió con una chaqueta puesta y me pasó una—. Está helando. 

—¿Qué haces con dos chaquetas en el carro? —pregunté, poniéndomela. 

—Una es de mi padre, la dejó la última vez que fuimos a una reunión —me explica, tomando asiento nuevamente a mi lado—. Llegué apenas —dice viendo como nos servían la carne en platos. 

—Aigooo, que tragón eres —tomo mis palillos, esperando que acabaran de servir. 

—¿Cómo que tragón? Yo tampoco almorcé —bufa y yo ruedo los ojos. 

The lie in your eyes | Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora