The lie in your eyes | Hwang Hyunjin

Epílogo

F i n a l

Los nueve nos encontrábamos sentados en la heladería, Felix estaba a mi lado con una sonrisa aunque los demás lucían un poco incómodos, en especial Minho. Se sentía raro verlo, pensé que era uno de los más enojados por la mentira, pues fue él quién me amenazó con delatarme. Hyunjin no me había querido explicar mucho, simplemente habíamos caminado hasta la heladería en grupo. Jisung había ido por los helados y yo miraba a Minho, curiosa. 

—Bien, lo siento —Minho rompe el contacto visual—. ¿Sí? Quería pedir disculpas por haber sido tan cruel. 

—Denme el dinero —pide Seungmin, cobrándole a Hyunjin, Changbin y Jeongin. 

—No es justo, se supone que primero serías un poco difícil —se queja Changbin sacando 100.000 wones de su cartera. 

—La culpa me carcome —bufa Minho, mirando hacia el cielo. 

—¿En serio apostaron eso? —pregunto con una sonrisa. 

—Oportunidades para burlarnos —se encoge Seungmin. 

—Todos te extrañamos mucho —me dice Felix con un puchero—, Chan hyung dijo que deberíamos vernos cada fin de semana, así sea que toque ir algún parque o algo, ¿no es así, hyung? 

—Eres una más de nosotros —responde Chan, rascándose la nuca—, se supone que somos Stray Kids contigo.

—Gracias, hyung —le digo con una sonrisa—... oh, ¿oppa? 

—Hyung está bien, ¿cierto, Chan? —inquiera Hyunjin, haciéndome reír. 

—Hyung está bien —ríe. 

—Espero que puedas empezar a prepararte para estar con nosotros cada fin de semana —dice Changbin con una sonrisa—, ya no sólo serás de Hyunjin. 

—Es cierto, ahora nos perteneces a nosotros —sigue Jeongin. 

—¡No es justo! ¡Ella es mi novia! —bufa Hyunjin y todos sueltan a reír mientras que yo me sonrojo. 

—¡Helados! —Jisung vuelve con unos cuantos seguido de la mesera. 

—¿O sea que estamos bien? ¿Los nueve estamos bien? —cuestiono, dándole un bocado a mi helado. 

—¿Eso significa que me perdonas? —me pregunta Minho y asiento. 

—Entiendo que estabas sentido —le sonrío. 

—Estamos bien —dice Seungmin con una sonrisa. 

—¡Somos nueve o nada! —dice Felix, abrazándome. 

—Eres una masita —murmuro—. Ah, ¿quieren reírse de algo? 

—¿Qué es? —responden los ocho a la vez. 

—Adivinen quien es mi otra compañera de habitación.

—¿Hari? —cuestiona Jisung. 

—¿Cómo sabes? 

—Minho habló anoche con Soo-ra —responde encogiéndose de hombros. 

—Gracias por sapearme —bufó. 

—¿Hablaron después de que volvió a la habitación otra vez? Vaya —asiento sorprendida. 

—Supongo que ya te contó —rueda los ojos. 

—¿De qué me perdí? —pregunta Hyunjin. 

—No es justo que sólo ustedes sepan los chismes —se queja Jeongin. 

—Porque siento que ya sé que pasó aunque no me hayan contado —suspiró Seungmin con una sonrisa. 

—Deberías contarlo tú —le digo a Minho. 

—Empecé a salir con Soo-ra —suelta, rodando los ojos pero sin quitar su sonrisa. 

—Minho con novia, woah —Hyunjin lo mira sorprendido. 

—¡Oye! ¿Eso que significa? —Minho gruñe. 

—Que  no creí capaz que tuvieras novia —responde, haciéndonos reír. 

Miré con una sonrisa a todos, me alegraba que hubieran aceptado todo, verlos reírse y molestarse entre ellos es bastante lindo, como si fuera una hermandad inquebrantable. Quizá todo había terminado completamente diferente al plan que había trazado hace mucho con mi padre, pero no podía quejarme, había perdido mi sueño pero conseguí uno nuevo. Estos ocho chicos, tan distintos y geniales, eran todo lo que siempre había soñado, cada uno de ellos era importante para mí a su manera. Había creído durante mucho tiempo que Soo-ra era la única que tenía para poder escapar del abrumo que sentía en mi vida, que ella y sólo ella era la única, pero los conocí, en especial a Hyunjin, que se había clavado en mi corazón a más no poder, con su sonrisa angelical y su cabello rubio, con su drama, celos y cariño... me preguntaba si haberlos conocido era mi único propósito en Konsei, porque la felicidad que me proporciona ser parte de ellos era tan llenante y me daba paz. 

Cuando volvimos hacia la entrada de la universidad porque empezaba a oscurecer, me despedí de todos antes de Hyunjin, el rubio me sonrió y me abrazó fuertemente. 

—Te quiero tanto —murmura en mi oído. 

—No más que yo —suspiro—, no olvides escribirme cuando lleguen. Ve antes de que se queden por fuera. 

—Un beso —me pide estirando sus labios. 

—¿No te da pena? —molesto y él niega. 

—Eres mi novia y quiero un beso antes de irme —reitera sin dejar de estirar sus labios. 

—Solo uno...

—Mi beso. 

Lo besé con una sonrisa, Hyunjin me apretó de la cintura y me acercó más a él, su labios al ser tan grandes le daban más profundidad al beso, volviéndolo sensual sin siquiera forzarlo. Me sentía feliz entre sus brazos y sus labios, además de que era un peso menos poder besarlo en la calle sin temor. Me sentía en paz a pesar de todo. 

—¡Consiganse un hotel! —grita Changbin, haciendo que Hyunjin me muerda por la risa. 

—¡Lo siento! —me dice, aún riendo. 

—Ash, Changbin se merece un golpe por metiche —bufo—. Ahora ve, se hará tarde. 

—Nos hablamos más tarde.

—Sí, ve —sonreí, y esperé hasta verlo entrar a la camioneta antes de entrar a la universidad con una gran sonrisa. 

F I N