El profesor entró al aula, nos saludó a todos y dejó su maleta en la mesa de él, me acomodé mejor de una forma en que pudiera verlo sin dejar que mi estomago se tensara, pues al estar en uno de los puestos más altos del salón, tendría que mirar hacia abajo para prestarle atención. Procuré prestarle toda la atención que podía pero mi vientre seguía dándome pinchazos que me hacían querer retorcerme de dolor. Odiaba ser mujer en momentos como estos. La clase parecía ser eterna, trataba de tomar apuntes pero el dolor aumentaba por moverme tanto, por lo que opté por pedirle prestado los apuntes a algunos de los chicos luego. Para cuando las dos horas acabaron, podía sentir como mi corazón se alegraba.
—Vamos por algo a la cafetería —me dice Felix y yo asiento. Tomé mi mochila del suelo y me levanté.
—¿Vienen, chicos? —les pregunto, y la mayoría asiente—, ¿Hyunjin? —él se miraba pensativo pero al escuchar que lo nombré, luce confundido.
—¿Qué?
—¿Vienes a la cafetería? —le pregunto.
—Vayan siguiendo, voy en unos minutos —responde secamente y yo asiento.
Con ayuda de Felix, bajo las escaleras de camino a la cafetería. Mi dolor era una montaña de sensaciones porque en momentos parecía que iba a cesar e inmediatamente el dolor aumentaba descaradamente, Changbing en su intento de sentirse mejor me compró como dos bebidas para la resaca —que tomé para calmar el desesperante dolor de cabeza que me abordaba—, tomé bebidas calientes pero no ayudaban lo suficiente. Durante toda la hora que duró el break, Hyunjin no apareció por ningún lado, cosa que me dejó pensativa, ¿a dónde se había ido aquel chico rubio con un rostro divino?
Cuando entramos a la siguiente clase —la cuál duraría dos horas y luego otro maestro vendría al aula ya que nos toca dos materias seguidas en la misma aula—, Felix tomó asiento a mi lado, yo por mi lado volví a mi posición de la anterior clase. Pude detallarme el rostro de Felix, su rostro era un poco pequeño y lo que más destacaba eran sus prominentes labios...
—Tienes pecas —murmuré para mí misma pero él me oyó y asintió.
—Sí, me acomplejan un poco desde que llegué a Corea —me dice—, podrás notar que no es normal ver a un coreano con pecas.
—Al demonio con lo que diga la sociedad —bramé—, es genial tener pecas, a mí me gustaría tener.
—Gracias —dice tímidamente con una sonrisa.
Una maestra entra con sus papeles y se organiza en su mesa. No nos miraba por lo que no me acomodé aún, ella entenderá que los dolores mens... ah, ahhhh, que soy hombre en estos momentos. Cuándo la escuché hablar me acomodé por fin, la maestra era alta, casi como Felix o más, tenía una sonrisa vacía y hablaba fuertemente, se podía notar que tenía un carácter fuerte. Podía escuchar a mis compañeros suspirar, haciéndome bufar.
—¿Dónde demonios está Hyunjin? —pregunta Han, haciéndome caer en cuenta de ello.
—Quizá le habló Hari —dice Seungming, como si nada—, ya sabes como se pone cuando se trata de ella.
—¿Quién es Hari? —pregunto, sin quitarle de vista a la maestra, por miedo.
—La chica de la que estuvo enamorado, a veces pienso que aún tiene sentimientos por ella —responde Seungming.
—¿Acaso es muy bonita? —pregunto, intrigada.
—Sí, pero no es sólo eso, Hyunjin pasó la mitad de su vida con ella, supongo que eso hizo que los sentimientos nacieran tan fuertemente —me cuenta Han.
—¿Hace cuánto conocen a Hyunjin? —pregunta Felix por mí.
—Desde la primaria —responde Changbing—, todos íbamos a la misma escuela.
—Ya veo —respondo yo.
Luego de cuarenta minutos de clase continua, Hyunjin entra corriendo al aula jadeando y le pide disculpas a la maestra, ésta le da un fuerte sermón y él sólo agachaba la cabeza sin quejarse, luego de diez minutos lo deja subir y se sienta atrás junto a Han y Minho. Podía escucharlo respirar pesadamente y los murmullos de los demás.
—¿Dónde demonios estuviste? —le pregunta Minho.
—Tuve que hacer unas cosas por ahí, no pregunten —dice rápidamente—. ¿De qué me perdí? Pásame los apuntes.
—Han, pásale los apuntes —dice Minho suspirando, haciéndome sonreír burlona.
La maestra dejó un pequeño trabajo para la otra semana por lo que me aseguré de anotarlo para que no se me olvidara, se despidió y salió del lugar. Luego entró nuestro siguiente maestro, éste era muy bajito y podía ponerle unos sesenta años, por lo que la clase parecía que me dormiría en cualquier momento. Pero decidí darle toda mi atención posible.
Para cuando acabamos, Minho y Han hablaban de ir a fuera del campus antes del toque de queda, pero para mí sonaba como un infierno ello.
—¿Sí vienes? —me pregunta Han y yo niego.
—Creo que Hye debería ir a descansar —dice Hyunjin apoyándome.
—Sí, Hye, descansa, nos vemos más tarde —dice Minho y Han me hace un puchero.
—Mañana iré por ti a molestarte en la mañana, vaquero —me dice Han, haciéndome reír.
—Ya, ya, vayan a divertirse, yo sólo quiero estar en la cama, muchachos, adiós.
Me despido de todos y comienzo a ir a las habitaciones. Aunque estaba caminando entre montones de chicos, me sentía feliz de estar sola de camino a la habitación, podría quitarme la venda y bañarme un buen rato en agua caliente para disipar mis dolores y preocupaciones, por lo que cuando abrí la habitación casi besaba el suelo. Tiro mi maleta a la cama, y me quito la camisa para luego quitarme las vendas rápidamente, mi pecho me lo agradecía mientras yo encendía las luces y entonces lo vi. Mi respiración se cortó en cuanto más me acercaba, podía oír mi corazón latiendo desenfrenadamente en mis oídos. Tomo la caja entre mis manos y arranco el post-it.
"Te ayudaré con tu secreto.
No sé si esto sirva, espero que sí. Hay unas pastar adentro"
¿Cómo demonios me habían descubierto ya? ¿Quién lo hizo? ¿Cómo entró a la habitación? ¿Habrá sido...? No, no creo. Hyunjin hubiera dicho algo inmediatamente, al igual que Minho. Ambos lucen capaces de no soportar guardar un secreto de esta magnitud, ¿acaso alguien más tenía la clave de la habitación?
Abrí la caja, sintiendo mis mejillas arder. Entonces la divisé, la gran copa menstrual. Nunca la había usado, por lo que tendré que ver tutoriales en Youtube. Y luego vi las pastas.
—No sé quién demonios seas, pero gracias —murmuré mientras corría a servirme agua.
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OPD, ¿QUIÉN HABRÁ SIDO?
¿HYUNJIN? ¿MINHO? ¿FELIX? ¿HAN? ¿CHANGBING?
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The lie in your eyes | Hwang Hyunjin
Fiksi PenggemarJun Hye está apunto de entrar a la universidad de sus sueños, aquella universidad de la cuál siempre oyó a su padre hablar desde niña, emocionada por las palabras de su padre, se imaginaba estudiando allá para seguir el camino que su padre había seg...