The lie in your eyes | Hwang Hyunjin

Capítulo veintinueve

Hyunjin dejó a Kkami en el apartamento y ambos salimos hacia el ascensor, iba a oprimir el piso uno, pero él selecciona el sótano. Me sonríe burlón y yo sigo sin entender. El ascensor es rápido por lo que en menos de nada, las puertas se abren y salimos de él, sigo a Hyunjin tal y como he hecho todo el día hasta que llegamos a una camioneta.

—Que carro tan hermoso —murmuro sorprendida y encantada.

—Tanto como el dueño —añade Hyunjin y yo ruedo los ojos—, vamos, súbete Hye.Hago lo que me pido, estaba realmente encantada con lo hermosa que era la camioneta, ahora más que nunca me había convencido de querer comprar una de estas. Hyunjin suspira y la mitad de su cuerpo estaba encima mío para después reemplazarlo el cinturón. La cercanía de Hyunjin me había alterado, dejando mis mejillas sonrojadas. Tosí, tratando de disimular lo acelerado de mi corazón y lo miré mal.

—¿Qué? No puedo arrancar si no usas el cinturón —se encoge de hombros y enciende la camioneta.

—Pero no debías apuntarla por mí —me quejo y él sonríe.

—Ya, no fue nada. Ahora, ¿tienes alguna zona a la que quiera ir o puedo escoger yo?

—Tú eres el fotógrafo, escoge tú —respondo y él asiente. Sin digitar ninguna dirección en el gps, él arranca, me permito observar por la ventana. No cuestiono por dónde vamos, es más me permito disfrutar del lugar desconocido, podía notar que íbamos hacia la playa—Estamos lejos de Seúl —le digo.

—No veo problema en manejar más tarde hacia Seúl —me dice y yo asiento. Tenía razón, igualmente era él quien manejaba, no yo. Media hora después, Hyunjin aparcó en un restaurante un poco lujoso. Nos bajamos, dejé que él me guiara adentro—. Desayunemos, o mejor dicho almorcemos antes de las fotos.

—Bien —me senté en frente de él. Una mesera muy atractiva se nos acercó, le sonreía directamente a Hyunjin, haciéndome sonreír burlonamente.

—Buenos días, este es el menú, ¿algo más en lo que pueda colaborarles? —pregunta, mirándome brevemente y volviendo su vista a Hyunjin, quien parecía no notar la mirada de la chica porque leía detenidamente el menú.

—Me pediré un calamar asado —dice, cerrando el menú—, y el vino más caro que tengan. ¿Tú qué quieres, Hye?

—Mmm, estaba pensando en unos mariscos sazonados.

—Perfecto, ¿algo más? —pregunta la mesera.

—No, gracias —Hyunjin responde por los dos, sin siquiera mirarla y la chica se va.

—¿Notaste que te estaba haciendo ojitos? —lo molesto riéndome, pero algo en mi corazón me hacía sentir enojada y aliviada de que no le siguiera el juego.

—¿Es así? No lo noté —se encoge de hombros—. Volviendo al tema de la fotografía, ¡será divertido! Esta playa es muy limpia y tengo muchas ideas que podemos hacer.

—Quizá y siga el consejo de Minho y me haga la cuenta en Instagram —molesto y él rueda los ojos.

—¿Qué sentido tiene? No es como si usaras mucho esa red social —me dice.

—Lo hago, subo fotos de vez en cuando a mi cuenta personal, claramente no de mi rostro o mi ropa porque seria delatarme pero sí actualizo de vez en cuando para no preocupar a los demás 

—le cuento, encogiéndome de hombros.

—¿Cómo apareces?

—¿Para qué?

—Para seguirte, duh.

—No, tengo fotos de cuando era muy niña, te me burlarás —le digo con una sonrisa tímida.