Capítulo dieciséis

1.3K 159 43
                                    

El sábado me levanté al rededor de las nueve de la mañana, mi padre me pidió que nos reuniéramos en un restaurante a las afueras del campus, por lo que tomé mi tiempo para arreglarme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sábado me levanté al rededor de las nueve de la mañana, mi padre me pidió que nos reuniéramos en un restaurante a las afueras del campus, por lo que tomé mi tiempo para arreglarme. Me sentía un poco incómoda por no vestirme femeninamente para ver a mi padre, el hombre que me ha visto toda mi vida con faldas y vestidos. Me arreglé todo lo que pude sin perder un estilo masculino para no levantar sospechas. Al salir del baño, Hyunjin estaba despierto. 

—Buenos días —le digo con un tono de sorpresa. 

—Buen día, Hye —responde tomando su ropa y toalla para luego entrar al baño. Miré la hora, eran las diez de la mañana. Minho seguía durmiendo, pues se quedó despierto toda la noche. 

Tomé mi celular y le escribí a mi padre para que me enviara la ubicación del restaurante cuando llegara, a lo que él me respondió con una afirmativa. Me quedé en uno de los sofás revisando mis redes sociales sin mucho que hacer, ¿quizá debería adelantar alguno de los trabajos? Disipé mis pensamientos cuando vi salir a Hyunjin con un traje negro y peinando su cabello, tuve que recordarme respirar, porque estaba realmente impresionada. Hyunjin es atractivo, independientemente de que ropa tuviera encima, pero él siempre se vestía bien, recalcando su belleza, no solo en su rostro sino en su cuerpo, bien formado y varonil, pero hoy con ese traje y el cabello arreglado, sólo me dejaba pensando en que desearía que él conociera mi versión femenina y poder enamorarlo, quería llorar. 

—Una fotografía dura más —me dice mientras termina de acomodarse la corbata. 

—Imbécil —murmuré—, arréglala más a la derecha, eso. 

—Gracias. 

—¿Por qué tan arreglado? —pregunté realmente curiosa. 

—No creo que deba darte explicaciones —responde fríamente y yo fruncí el ceño. 

—Que grosero —murmuro, volviendo a mi teléfono. 

Él se da sus últimos retoques, toma su celular y esculca entre su armario para sacar una identificación y una billetera. Se acerca hasta la puerta y antes de salir, me mira. 

—Nos vemos más tarde —me dice y sale. 

—Adiós —murmuré, sentía curiosidad, ¿iría a una cita? ¿sería con esa chica de la que dicen que está enamorado? Que suertuda es la persona que obtenga el corazón de él, suspiré. Mi teléfono vibró y vi que era un mensaje de Jeongin. 

Hola, hyung, ¿qué harás hoy? 

¡Jeongin! Saldré con mi padre, ¿tú?

Oh, realmente nada, te escribía para ver si íbamos a algún lado...

Lamento no poder asistir :(. Quizá para la próxima. 

The lie in your eyes | Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora