Su voz era realmente gruesa, muy masculina, dejándome sorprendida, a su lado mi voz era exageradamente femenina y eso me asustaba, ¿y si era descubierta por esa minimidad? Tosí y le volví a sonreír.
—Disculpa te pregunto, pero ¿de dónde eres? —le pregunté realmente curiosa y él rio, haciendo que luciera muy tierno con su cabello grisáceo plata.
—Soy australiano, aunque mis padres son coreanos, hace poco me mudé a Corea —me responde con una sonrisa amable.
—¡Sabía que era acento australiano! —aplaudí felicitándome y él volvió a reír.
—¿Eres netamente coreano? —me pregunta y asiento rápidamente.
—Sí, nací y crecí en Busan con mi familia —respondí con una sonrisa.
—Ya veo, quizá ambos podamos ayudarnos a ubicarnos en esta ciudad —me dice refiriéndose a lo gigante que es Seúl.
—Esperemos y no nos perdamos peor —le digo riendo.
Un señor bajo y regordete se paró enfrente del micrófono y empezó a llamar nuestra atención, haciendo que todos nos calláramos y miráramos directamente al frente, me acomodé nuevamente y esperé a que empezara a hablar, podía notar como mis compañeros de habitación seguían jugando disimuladamente, haciéndome rodar los ojos.
—Bueno, bueno, chicos, ahora sí, déjenme darles una grata bienvenida a la Universidad Konsei, la más antigua universidad masculina de toda Corea del Sur; siendo reconocidos por la excelencia y calidad educativa —da una pausa y todos aplaudimos, luego sonríe—. Soy el decano de la facultad de economía, Park Jin Young. Espero que todos podamos llevarnos muy bien lo que dure la carrera, la universidad Konsei está más que adecuada para poder enseñarles todo lo necesario y más para su futuro profesional.
Una sonrisa se instaló en mi rostro, podía recordarme pequeña escuchando las anécdotas de mi padre en la universidad, contándome como se divertía luego de las clases con sus compañeros corriendo por todo el campus, y ahora yo estaba aquí, en la universidad apunto de lograr uno de mis sueños. Perdida entre mis pensamientos, no noté en que momento el decano dio instrucciones para que los estudiantes de segundo año empezaran a explicarnos su deber hasta que uno de ellos empezó a llamar a mi piso. Minho me sacudió el brazo y me dijo que me levantara con su cabeza.
—¡Piso 8, torre 1, Piso 8, torre 1! —gritaba un chico con cabello castaño y una chaqueta de la universidad, sonreí abiertamente. Me acerqué con los muchachos y noté que Felix venía también.
—Vaya, es el destino —le dije riendo y él asiente—, ¿qué habitación?
—Me tocó en la 803.
—Estamos a 7 habitaciones de distancia, genial —le dije con una sonrisa y él ríe.
—Bueno, hola a todos —grita el joven—, soy Bang Chan, seré su sunbae y estoy encargado de ustedes por lo que dure mi carrera —dice sin quitar la sonrisa—. Cada viernes a las 7 pm pasaré revisando sus habitaciones y que todos estén para el toque de queda. Espero que no nos causemos problemas y podamos llevarnos amenamente. Cualquier cosa que necesiten, estaré atento. Bien, eso es todo, muchachos. Recuerden que la bienvenida a los de primer ingreso será a las 5 de la tarde en el auditorio 8, y también recuerden no decirle a ningún maestro, el que sapee será castigado —nos vuelve a sonreír angelicalmente, haciéndonos reír a muchos.
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The lie in your eyes | Hwang Hyunjin
Fiksi PenggemarJun Hye está apunto de entrar a la universidad de sus sueños, aquella universidad de la cuál siempre oyó a su padre hablar desde niña, emocionada por las palabras de su padre, se imaginaba estudiando allá para seguir el camino que su padre había seg...