Los días transcurren con una velocidad abrumadora. Aún recuerdo cuando era niño y mis días pasaban con lentitud, los podía disfrutar y aprovechar. Siempre añoraba que pasaran rápidamente, pero ahora, sólo deseo que duren más, que mis horas se alarguen y no tener esa sensación de que las he desperdiciado en cosas banales. No trabajar, me ha dado la oportunidad de pasar más tiempo con Ok Ryun y con mis hermanos, Yung So y Ha Ni. Tienen 12 y 10 años. Son simplemente adorables, sobre todo Ha Ni, quien aunque es muy tímida, puedes percibir su bondad a kilómetros. Yung So es un poco más rudo, ama el fútbol, pero es bastante flojo y algo torpe para el colegio. En menos de un mes es su cumpleaños y nos gustaría darle una fiesta sorpresa, pero necesitamos dinero y ahora, que el bar ha dejado de funcionar, dudo mucho juntar la cantidad necesaria.
—Hyung. —a lo lejos escucho la voz de Kyu.
—¿Qué pasa? —le pregunto, mientras continuo el recorrido por el pasillo en menos de 15 minutos tengo clase.
—Young Saeng abre el bar dentro de dos días. —sonrío al escuchar las palabras de mi amigo, pero mi sonrisa se vuelve una mueca cuando la única persona que quiero lejos de mí aparece. Se acerca a nosotros con un andar peculiar y altanero, logra atraer las miradas de varios chicos, incluyendo la de mi mejor amigo. Al estar frente a nosotros, nos dedica una sonrisa.
—Empleado del mes. — comenta y las mejillas de Kyu Jong se ruborizan. Soo Eh le tiende un cuaderno y una pluma. Kyu Jong duda al principio, pero después de que Soo Eh sonríe y hace un leve, pero adorable puchero, él toma las cosas sin dudarlo. —Compañerito. —prosigue y hace los mismos gestos que antes.
—No sabes mi nombre, ¿cierto? —le pregunto, ella hace una mueca. Me mira fijamente, Kyu Jong en un movimiento rápido se interpuso entre nosotros.
Comienza a reírse. —No, ¿podrían cargar esto en tu mochila los días que tienen clase conmigo? —Me ofrece un cuaderno y una pluma, no los tomo. —Ya saben, tú. —señala a Gorila. —en inglés y tú…—me señala a mí. —Arquitectura del paisaje.
Kyu asiente al instante, lo voltea a ver y le dedica un gesto amable y de agradecimiento. Al no ver respuesta de mi parte se acerca aún más. Percibo el aroma de su perfume y por un momento, me dejo llevar ante aroma tan embriagante. Poco a poco tomo las cosas de Soo Eh.
—¿Por qué yo? No soy tu esclavo. —digo y dejo caer sus cosas al suelo.
—Obvio no, la esclavitud fue aboleada hace algún tiempo. —las recoge con gracia y las vuelve a acercar a mí. Hago una mueca. —Veámoslo como una relación de vasallaje. —comenta y me sorprenden sus palabras.
—Esclavitud disfrazada con fidelidad. —alego. Ella sonríe y se pone de puntitas para estar un poco a mi altura, aunque es algo imposible. Soo Eh es bastante pequeña.
—Ok, mira. —se acerca a mi oído y su voz se escucha cómplice. —Suelo perder las cosas muy seguido.
—A mí que. —le respondo y me alejo.
—Compañerito. —se vuelve a acercar y pone cara de perrito. Es… adorable. Tengo la necesidad levantar mi mano y acariciar una de sus mejillas.
—¡Vámonos! —una mano jala a Soo Eh y la aleja de mí. He reconocido la voz de quien se acercó, JaeJoong. Cuando lo miro, noto que su rostro está rojo, no es más que la señal de estar furioso. Ella se resiste y se suelta de su agarre. —¡Soo Eh! —pronuncia el nombre en forma de reproche. Por un momento, veo miedo en los ojos de ambos.
Permanecen en silencio por un par de minutos, Kyu y yo contemplamos la escena. La tensión es tan grande como en una película de suspenso a todo volumen y en el momento del clímax, aunque faltan las palomitas.
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Nuestro Hilo del Destino
Fanfiction«Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper». ¿Qué pasaría si por capricho de un Dios el hilo es atado a la...