Capítulo 11: Propuesta

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—¿Qué te pasó en la mejilla? me pregunta Young Saeng cuando voy llegando al bar. Hoy es tarde de póker. Su tono de voz demuestra un poco de molestia y preocupación. 

—Me pegué con la puerta de mi cuarto. — cubro la herida, pues siento su mirada penetrante sobre ella. Apuesto que está pensado lo peor. 

Suspira y cierra sus ojos con fuerza. —Te lo advierto y espero te quede claro, no quiero repetir la penosa necesidad de ir a buscarte a las dos de la mañana a la comisaria, porque se te ocurrió estar en el lugar "equivocado ". —abre sus ojos y noto preocupación en su mirada.

No aposté mal, mi amigo cree que me metí en una pelea callejera o volví a mis amistades de antes. Tengo ganas de sonreír ante su preocupación, pero si lo hago, siento que parecería que me mofo de la paternidad de sus palabras. Me limito a asentir con la cabeza.

—¿Listos para que los humille? —pregunta sonriente Kyu Jong tras nosotros. Cubro mi mejilla, no deseo otro discurso. 

—Error. —le responde Young Saeng. —Hoy es mi día de suerte y sí les gano, tengan por seguro que no les pagaré en dos semanas. 

—Vamos, Saengie. —lo interrumpo. —Voy a ganar yo y tendrás que recompensarme con dos semanas de vacaciones y mi sueldo íntegro. Mientras Kyu. —me dirijo a mi otro amigo, quien hace un mueca. —Lavarás los baños. —sonrió y los tres nos dirigimos a la mesa. 

Estaba jugando de lo más despreocupado cuando siento la mirada fija de Kyu sobre mi rostro. 

—Entonces, ¿es cierto? —señala mi rostro y comienza a reírse. 

—¿Qué es cierto? —cuestiona Young Saeng curioso y sin voltearnos a ver. Toma una carta y sonríe. —Sospecho que se quedaran sin paga. 

—Por un momento, pensé que Soo Eh me mentía. 

—¿Quién es Soo Eh? —Young Saeng deja sus cartas sobre la mesa y dirige su atención a Kyu. 

—Es mi compañera de inglés y la causante de que Hyung Joong tenga un vistoso moretón en su mejilla izquierda. 

—“Me pegué con la puerta de mi cuarto” .—imita mi tono de voz y se une a las carcajadas de Kyu. 

—¡Basta! —ordeno molesto, ser la burla de mis amigos no es para nada agradable.

—Pobre de ti, creí que Soo Eh exageraba al sentirse culpable por semejante golpe, pero ya veo que no estaba del todo mal. —comenta y se acerca a mi rostro. —Amigo mío. —toma mi hombro. —Has perdido práctica, mira que ser golpeado por una chica pequeña y frág…

—¿Cuándo te dijo eso? —cuestiono molesto. 

—Hoy en la mañana, tuvimos que ir a hacer una presentación para la clase de inglés. Gracias a ella no tuve la necesidad de hablar, su dominio de la lengua es impresionante. —sonríe. —Mientras planeábamos que decir, me pregunto qué podría hacer para disculparse contigo. Está muy avergonzada y lamenta haberte causado un daño físico, de hecho, planea enviarte flores e invitarte una comida. Le estaba dando tu dirección, pero en ese momento llegó JaeJoong y comenzaron a pelear. —comenta un poco desanimado. —Por lo poco que he tratado a Soo Eh me doy cuenta que es una persona muy dulce y diferente a JaeJoong o a Hyun Ah. —medita sus palabras. —Parece alegre, pero hay algo en ella que me da la sensación de que no es feliz. 

—Patrañas. —comento. —Tiene todo lo que cualquiera de nosotros quisiera. Dinero y un futuro asegurado, nunca ha tenido que trabajar o sufrir necesidad, ella sólo estira la mano y recibe el dinero que el señor Park con tanto esfuerzo gana. 

—Pareces conocerla muy bien. —acusa Young Saeng y me mira fijamente. 

—Para nada, pero no hay que mirar más allá para darse cuenta como es. 

—Eres muy prejuicioso, a Soo Eh le gusta ayudar a las personas y…

—¿Cuánto tiempo tienes de conocerla? —me revuelvo molesto. —Menos de un mes. —le digo, va a hablar pero no se lo permito. —y recuerdas que con su llegada le rompieron el corazón a tu amada Min Ah, que por lo que veo ya no es tan amada. 

—No involucres a Min Ah en esto. —advierte furioso y se pone de pie. —Pues ella no ha tenido tampoco buena actitud con Soo Eh y no…—me alega cuando ve que estoy a punto de interrumpirlo. —no estoy de parte de ninguna de las dos. Yo sólo estoy viendo las acciones recientes de cada una y Min Ah ha dejado mucho que desear. La quiero, la adoro y estoy perdidamente enamorado de ella, pero eso no me ciega a ver la realidad. Además, tú no puedes juzgar a Pato, al igual que yo, tienes menos de un mes de conocerla. 

Tengo ganas de romperle la cara. La conozco desde hace más de diez años, quiero gritarle a la cara a Kyu, pero no lo hago. Eso sólo traería un incómodo interrogatorio. Sé que puedo juzgar a Soo Eh, pues yo no me dejo llevar por lo linda o adorable que es. Yo puedo ver a través de su fachada.

—¿Pato? ¿Tan amigos son? —le pregunto cuando un incómodo silencio se hace presente. 

—No…,pero me gustaría. —dice y su respuesta me ha descolocado por completo. Me pongo de pie, mi mirada es amenazante. 

Le voy a responder pero Young Saeng me detiene. —¡Basta!—ordena con su profunda voz, que la mayoría de las veces suele ser cálida y armoniosa, pero cuando se enoja, infunde un miedo inigualable. Los tres nos miramos fijamente a la espera de la acción del otro. 

—Chicos. —escuchamos a lo lejos optamos por tranquilizarnos. —Hola. —es Min Ah quien llega y nos sonríe. —Necesito que uno de ustedes tres me haga un favor. —dice sin rodeos. 

—¿Piensas qué te haré un favor? —le pregunta Young Saeng, ella asiente con la cabeza. —Ni loco, cuando yo te pedía un favor simplemente me decías que estabas ocupada y eso que era favor de jefe. —se señala. —a empleada. —la señala. 

—Pues estabas muy equivocado si pensabas que yo iba a cargar cajas. —ve sus uñas. —mis manos valen oro. 

—La partida se acaba, nadie gana. —se voltea. —procuren echar a esta loca lo más pronto posible. —pide y vemos como se aleja por el umbral de la puerta.

—¿Qué favor necesitas? —le pregunta Kyu. 

—Tú no. —le comenta Min Ah y se acerca a mí. 

—Hyun Joong, quiero que enamores a Soo Eh y le rompas el corazón de la manera más cruel posible. Quiero que ella sienta la basura que yo me sentí cuando JaeJoong me dejó. Quiero que llore y sufra por tener un amor no correspondido. 

—Y por supuesto, JaeJoong me lo permitirá. —me mofo y ella sonríe. Está a sido la peor estupidez que le he escuchado decir y vaya que tengo varios años de conocerla. 

—Ni siquiera se dará cuenta. Dentro de tres días JaeJoong está en un avión rumbo a Tokio, para coordinar el proyecto que tú tanto deseabas. Por tres meses el pato apestoso se quedará sola y es donde tú entras, la enamoras o mínimo tienes que lograr que rompa su compromiso con JaeJoong. Es una venganza perfecta

Me dice y considero la opción de aceptar su propuesta, cuando tenía doce años jure vengarme de Soo Eh y este era el momento perfecto para hacerlo…

Nuestro Hilo del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora