Cap. 15 «Adiós»

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Renesme POV

Dejamos las maletas en mi habitación y fuimos a avisar a los maestros de nuestra llegada. Cuando las puertas de la sala de tronos se abrieron, los murmullos se callaron de golpe y se hizo el silencio.

Toda la guardia se encontraba en la sala y nos miraban fijamente, como si hubiésemos interrumpido algún tema importante.

Aro rápidamente interrumpió el silencio, haciendo que aquellos que nos miraban le atendiesen a él, en vez de a nosotros.

-Mi querida Renesme, justo hablábamos de ti- dice acercándose a nosotros tres que seguíamos parados delante de la puerta. Yo le miré extrañada, pero él pareció no darse cuenta-. Tenemos un regalo para usted- comenta sacando una cajita de piel color escarlata. 

Yo la tomé y la abrí con suavidad bajo la atenta mirada de Aro. Era un colgante de oro con una "RV". Yo sonreí y les agradecí  todos por el regalo. Tras eso me volví a la habitación con Jane; mientras que a  Alec, Aro le había pedido que se quedara para hablar de un tema importante.

-¿No te parece todo un poco sospechoso?- me pregunta Jane tumbandose en la cama. Yo la mire y me di cuenta de que ella también había notado que estaban tramando algo los Vulturis.

-Puede que tengas razón, pero ahora tengo que contarte un sueño extrañísimo que tuve cuando estábamos en el coche- le digo-.

-Desembúcha- dice acomodándose aún más que antes en la cama. Yo me reí y comencé  a relatarle los extraños sucesos del sueño.

ALEC POV

Me quedé como Aro había pedido. Desde que Jane y Ren se fueron, la sala se lleno de quejas y disputas, en y entre la guardia y los maestros.

-¿Qué está pasando aquí, Aro?- le pregunto, pero el estaba demasiado envuelto en una disputa con sus hermanos como para escucharme. Me acerque con gran rapidez a él y lo volví a intentar, pero fue en vano.

-¡SILENCIO!- grité arto de no ser escuchado. Todos voltearon a verme y nuevamente se había hecho el silencio en la sala.

-¿Alguien me podría decir qué  está pasando y por qué me han pedido que me quede?- digo una vez que toda la atención estaba sobre mí.

-Alec, querido. Estamos por entrar en guerra con los Rumanos. Al parecer, han conseguido un ejercito de vampiros para exterminarnos- me explica. Yo estaba atónito por sus palabras, pero recapacite rápidamente.

-¿Y a que estamos esperando para masacrarlos?- le digo entusiasta.

-Esa es la actitud- dijo Marcus, pero algo me hizo sospechar que había un pero. Y no me equivocaba.

-Alec- me llamo nuevamente Aro-, antes de la guerra Renesme no puede estar aquí. Es demasiado valiosa para ponerla en peligro de esa manera.

Eso  fue como una apuñalada en el estómago. La cara se me desfiguró y algo en mí se rompió.

-Y creemos que debería irse con tu hermana, por la enorme conexión que las une- complemento.

-No querrán irse sabiendo que se avecina una guerra- digo, pero parecía que todo lo que yo pudiera decir, ya se lo habían planteado y tenían una respuesta.

-Por eso no han de enterarse- dejo en claro Marcus-. Y será algo que has de resolver tu solo.

-Pero...- comencé a decir, pero me fue imposible seguir por las miradas que me oprimían en aquél momento.

Finalmente accedí a regañadientes, y me marché de la sala hacia mi habitación para despejarme y mentalizarme. Iba a tener que dañar a las dos personas que más amo en este mundo para protegerlas de una guerra. Algo a lo que Alec Vulturi no hubiese llegado a hacer nunca. Pero el destino es demasiado caprichoso.

Amor por defecto -RENESLEC-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora