Cap. 16 «El contrato»

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ALEC POV

La puerta se cerró de golpe frente a mí. En ese momento, el dolor que recorría mi cuerpo a causa del don de Jane, había desaparecido.

Las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro, y mi expresión de desprecio desapareció.

Me levanté del piso y me fui a mi habitación. Comencé a oír como Jane y Renesme comenzaban a recoger todas sus cosas.

Finalmente, este mal trago había dado sus frutos. Ellas se alejarán de este horrible lugar y de las guerras que vendrán.

Me pase el resto del día encerrado en mi habitación hasta que oí como mi hermana y Ren abandonaban sus respectivas habitaciones con sus maletas. Me asomé a las ventanas para contemplar como se iban, pero antes de que aparecieran saliendo por la puerta principal, me percaté de que había una pequeña nota debajo de mi puerta.

Fui hasta ella y la cogí. Era de Renesme. La abrí y la leí en silencio. Los ojos se me humedecieron sin previo aviso y me escocieron, pero ninguna lagrima salió de ellos como hubiese pasado en caso de ser un humano.

Doble la nota de Ren, la guarde en mi mesa de noche y volví a asomarme a la ventana. Esta vez, ellas si estaban, pero ya se alejaban de este lúgubre lugar. Me quedé mirando por la ventana hasta que desaparecieron de mi vista, después, me dejé caer hasta el suelo al lado de la ventana.

No sé cuanto tiempo pase sin moverme de aquella posición mientras me perdía en mis pensamientos, pero fui interrumpido por el repiquetear de la puerta. No me moví, no tenía las ganas suficientes para hacerlo. Volvieron a llamar, pero al no recibir respuesta por mi parte, siguieron insistiendo hasta que finalmente me levanté de mala gana para decirle a quien fuera que estuviese llamando a la puerta, que se fuese y me dejase en paz de una vez.

Pero al abrir la puerta, no me quedó más remedio que refrenar mis instintos agresivos y no pagar mi mal humor con Felix. Al fin y al cabo, él siempre había estado a mi lado.

-Ar...-comenzó a decir pero se interrumpió a si mismo- Que pintas tienes- me dijo sin cortarse un pelo.

Traté de reírme por su comentario, pero algo en mí lo retenía, por lo une Felix siguió.

-Te lo digo encerio. ¿Qué es? ¿Se te ha roto el espejo?- preguntó apoyando su mano en mi hombro- ¿Ha sido eso verdad?- volvió a preguntar, pero yo no respondí- Seguro que no es para tanto.

Él se abrió paso por mi lado y se auto invitó a ingresar en mi habitación. Fue directo al baño, encendió la luz y se quedó mirando el  espejo.

-Ves, solo tenías que encender la luz- dijo en modo sarcástico. En ese momento, no me contuve más y me salió una pequeña risita.

Después me vi reflejado y me di cuenta de que Felix tenía toda la razón, estaba hecho un desastre. Mi piel estaba sucia y pálida, mi pelo grasiento y unas enormes bolsas oscuras bajo los ojos.

-Aro me mandó a venir para avisarte de que esperamos visita- comenta mencionando su verdadero cometido.

Yo asentí con la cabeza, pero no deje de mantener contacto visual con mi reflejo.

-Asi que... date un baño, alístate y ven al salón de tronos- dijo dándome unas palmaditas en el hombro y salió del baño.

-Y toma algo de sangre por favor, te vendrá bien- dijo cuando estaba a punto de salir por la puerta de mi habitación.

Lo siguiente que oí fue el sonido de la puerta al cerrarse, pero yo permanecí inmóvil frente al espejo.

Finalmente salí de mi trance y comencé a prepararme para la visita. Pasaron unos veinte minutos aproximadamente hasta que salí de mi habitación aparentando ser una persona decente.

Amor por defecto -RENESLEC-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora