Amor por defecto -RENESLEC-

Cap. 19 «La chica de cabellos rojos»

(Mi pequeño regalo de reyes🎁🎄❤️: parte 1/3)

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RENESME P.O.V.

Me desperté en la oscuridad de la noche con unas ganas tremendas de ir al baño. Me levanté y salí de la habitación haciendo el menor ruido posible.

Fue tras cerrar la puerta, que caí en la cuenta de que no nos habían dicho dónde estaba el baño. Tras tratar de recordar dónde había estado el baño la última vez que vine, deseé con todas mis fuerzas que no lo hubiesen cambiado de lugar.

Fui de puntillas por el pasillo hasta el otro lado de la casa. Abrí la puerta y encendí la luz de la habitación.

Suspiré con alivio y entré al baño. Cerré la puerta con cuidado y expulsé toda la orina de mi vejiga, que parecía que sí aguantaba un segundo más, estallaría.

Regresé a la habitación y me introduje nuevamente entre las calentitas mantas de la cama.

Tras un rato tratando de dormir sin éxito, miré la hora y vi que todavía eran las cuatro y media de la madrugada. Todavía me quedan tres horas y media más para despertarme y aquí estoy, mirando las láminas de madera de la cama de Jane.

Aburrida, acabé encendiendo la pequeña lamparilla y cogí mi libreta del cajón de la mesa de noche, donde antes, lo había colocado mientras sacábamos todo.

Leí lo que había estado escribiendo en el avión y traté de avanzar en la canción, pero no llegué escribir mucho porque el sueño me inundó al poco de empezar y volví a quedarme dormida.

Pareció que únicamente habían pasado cinco minutos cuando volví a despertarme. Me despertó el molesto ruido gente hablando procedente de otra habitación. Decidí abrir mis ojos a pesar de la incómoda luz y levantarme de la cama cuidando de no darme en la cabeza con la cama de Jane.

Me asomé a la suya para despertarla, pero ella ya no estaba ahí. Lo cual, me pareció lógico ya que ella siempre se levanta antes que yo desde que me quedé embarazada, así que no sé en que estaba pensando.

Salí del cuarto y fui al baño a hacer mis necesidades primero que nada. Luego, me lavé la cara y me peiné un poco los pelos de loca que se me habían quedado. Finalmente salí del baño y seguí el sonido de las voces hasta la sala donde encontré a Jane y a Jaime charlando alegremente en el sofá. Al parecer, estos dos se cayeron muy bien ayer. Me quedé observándolos desde el pasillo bien oculta para que no me vieran.

-Buenos días- dice María detrás de mí dándome un susto de muerte provocando que saltase.

-¡Qué susto María, por Dios!- exclamo en bajo, girandome hacia ella. Me ofrecía una taza de café mientras tenía otra para ella en la otra mano. Yo la tomé y le di un ligero sorbo al café.

-Harían buena pareja. Jaime necesita alguien en su vida y se les nota la química desde aquí- dice mirando a Jane y Jaime.

Yo me giré nuevamente a verlos y esta vez estaban más cerca que la anterior. María estaba en lo cierto, la química entre ellos era tremendamente fuerte.

-Es increíble lo rápido que han cuajado el uno con el otro como para notarse de esta forma- digo sin dejar de admirar a los dos jóvenes que no dejaban de reír en la sala de estar.

-Si- me dió la razón María-. Pero creo que deberíamos ir interrumpiendo para ir a comprar todas las cosas.

-Cierto- digo y ambas entramos en la sala como si nada dando los buenos días a ambos. Ellos se separaron de golpe y nos devolvieron el saludo.