RENESME P.O.V.
Era una habitación oscura y todo era de color negro. Abrí las cortinas y el potente brillo de la luna iluminó la habitación. Cogí un libro de la estantería y me senté en la blanda cama, ya que se encontraba bajo la ventana. Empecé a leerlo mientras esperaba a Alec.
Los minutos pasaron a gran velocidad mientras que, a mí, el libro, que le acababa de coger a Alec prestado, me había absorbido por completo.
Yo creo que fueron unas horas las que habían pasado, cuando oí los pasos de alguien acercarse.
Marqué el libro y lo cerré con cuidado. Me levanté dejando el libro en la cama , decidida a hacer lo que había venido a hacer. Darle las gracias a Alec. Pero cuando la puerta se abrió, no fue Alec el que entró en la habitación, sino una mujer de la guardia. Creo que se llamaba Renata.-¿Qué haces tú aquí? -me preguntó Renata algo cabreada creo, lo que no sé, es ¿por que lo está?. Ya que yo no he hecho nada malo teóricamente.
-Lo mismo te iba a preguntar yo a ti- le dije en tono amenazante.
-Yo te pregunté primero y aún no me has contestado. ¿Qué haces en la habitación de mi Alec?- dijo haciendo eco de sus dos últimas palabras que, por alguna razón, fue lo que más me molestó.
-Yo no soy tu Alec, Renata -se quejó el aludido desde la puerta furioso.
-A...Alec, yo...- susurró Renata asustada.
-Tú nada, fuera de mi habitación- ordenó, mientras ingresaba en su habitación -¡Ya!- chilló al ver de que ninguna reaccionamos, ya que las dos lo mirábamos con una mezcla miedo y asombró. Nos comenzábamos a dirigir a la puerta cuando Alec me sujetó del brazo y me jaló de él mientras cerraba la puerta.- tú no te vas- me dijo retador.
-A...Alec, ¿Qué ha...haces?- intenté decir cuando Alec me atrapó entre su cuerpo y la pared. Se pegó a mi y, poco a poco, su cara fue pegándose a la mía. Pensaba que me iba a besar, hasta que desgraciadamente, me percaté de que sus labios iban en dirección a mi oreja y no a mis labios.
-¿Qué es lo que querías?- me susurró al oído en tono seductor, provocando que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo.
¿Qué?- dije saliendo de mi trance, ya que su dulce aroma me confundía.
-¿Qué a que has venido? Porque dudo que solo vinieras para pelearte con Renata. ¿No es así? -dijo comenzado a separarse para mirarme a la cara. Me miraba intrigado, mientras levantaba levemente su ceja derecha sin dejar de mirarme.
-Ah..., sí. Es verdad. Vine a agradecerte lo de antes. -y se me ocurrió la estúpida idea de leerle la mente.
"¿Porqué?, ¿por besarla?" -pensó Alec y esa ya fue la gota que colmó el vaso.
-¡Qué no es por besarme!¡Qué pesados están todos con eso- dije chillando al estallar. Ahora era él, el mi me miraba a mí, sorprendido y asustado -. Perdón, es que aún sigo muy borracha -me disculpé, por mi mal comportamiento- Quería darte las gracias por quitarme a aquel chico de encima en la disco. No había podido decírtelo antes, así que, vine a tu habitación.
-¿Cómo supiste cuál era mi habitación? -dijo sentándose en su cama y invitándome a sentarme con él.
-Me lo dijo tu hermana- contesté algo avergonzada mientras me sentaba dudosa.
-Jane, Jane...- suspiró y yo me reí.
Nos miramos durante unos minutos sin hablar y yo, me había vuelto a perder en esos hipnóticos ojos de color carmesí. Pero de repente Alec habló y me sacó de mis pensamientos.
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Amor por defecto -RENESLEC-
Novela Juvenil¿Que pasaría si dos enemigos de siempre se enamoran?¿Y si al hacerlo causan un caos entre sus dos familias? ¿Y si solo ellos pudieran unirlas? ¿Sería eso lo correcto o solo sería un error?¿Les dejarían ser felices juntos después de rebelar su amor...