• 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈

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Si el príncipe de las mentiras había intentado herirla con aquellas palabras lo había conseguido

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Si el príncipe de las mentiras había intentado herirla con aquellas palabras lo había conseguido.

Hasta ese momento siempre lo había excusado una y otra vez, cada vez que actuaba de forma cruel, hiriente y errática. Alegando, que esa era su personalidad porque estaba herido por dentro, aquella era su forma de protegerse de todo lo que había a su alrededor. Alexandra lo comprendía, intentaba adaptarse a Loki porque le gustaba estar en su compañía e incluso llegaba a disfrutar del amargo carácter que poseía.

Pero aquella frase... Había marcado un antes y un después para ella, quien por primera vez sintió la necesidad de estar lejos de él.

La palabra error se repetía cruelmente en su cabeza, torturandola. Ni siquiera el malestar que le causó el enfado injustificado del dios por su insolencia en la sala del trono quemaba tanto, que saber que ella solo era un maldito error, su mayor error en la vida. Porque aquello la hacía cuestionarse la relación sentimental que había mantenido con Tom.

¿Aquel amor que le había profesado era solo a causa del hechizo de Odín? Las dudas empezaron a atormentarla y no fue capaz de reprimir una amarga risa.

Se sintió estúpida. Humillada. Por no ser capaz de ver hasta ese momento que era lógico que sus sentimientos fueran también parte del hechizo ¿Sino de qué forma se explicaba que Loki en su forma humana se hubiera fijado en ella? Algo en Alexandra se rompió por completo al entender que ni siquiera el amor de Tom había sido real.

Mientras, el azabache se llevó la mano a la zona afectada tras el repentino impacto en su rostro. El ligero sabor de la sangre no tardó en manifestarse en su boca. Hizo una mueca al sentir el dolor en el labio inferior. ¿De verdad se había atrevido a golpearlo? Se quedó ofuscado por unos segundos, observándola sin saber cómo reaccionar. La mortal tenía un buen derechazo pese a su aspecto aniñado y le había demostrado ser más osada de lo que se imaginaba el dios. Aquello bajo todo pronóstico lo excito y lo hizo rabiar a partes iguales.

—¡Te arrepentirás de haber hecho eso! —Bramó apretando los puños.

Incluso en esas circunstancias ella conseguía volverle loco en todos los sentidos, se sentía furioso de que se hubiera atrevido a golpearlo, pero al mismo tiempo, que tuviera ese carácter tan explosivo que no mostrará debilidad frente a él, lo seducía.

Loki la observó darse la vuelta, con la clara intención de marcharse de allí, un lujo que obviamente no le iba a permitir. Frunció el ceño y con un movimiento de mano un resplandor de tonos verdosos cubrió su palma, seguido del cuerpo de la mortal.

—Pero que... —Murmuró al verse rodeada de aquel extraño humo de color verde. Intentó apartarlo con las manos pero se dio cuenta de que sus articulaciones no respondian a sus órdenes. Era como si estuviera paralizada.

The God of Stories •|Loki Laufeyson|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora