El dios de las mentiras, no fue consciente de las horas que había pasado hablando con aquella midgardiana, hasta que Thor apareció para llevársela, alegando que faltaban solo un par de horas para que amaneciera en Asgard. Acostado en la cama de su celda desde que ella se había marchado. No había conseguido conciliar el sueño, por lo que permanecía entretenido tirando un objeto al aire mientras su mente divagaba.
La extraña sensación que se alojaba en su pecho seguía allí, había aparecido desde el primer momento que observó aquellos intensos ojos marrones en las calles de Midgar y solo había logrado intensificarse con el pasar de las horas. Al principio la reacción más lógica de Loki fue pensar en que aquello era producto de una mezcla de asco, furia y confusión, experimentadas tras el desvanecimiento del poderoso hechizo del padre de todos. Pero aquello, se había vuelto más intenso cuando la mortal se presentó ante él, deseosa de oír la historia que lo había traído a aquella celda.
Al principio, se había sentido molesto con la presencia de la mujer, el pelinegro la veía como un reflejo de su debilidad y derrota ante Odín, así como el recordatorio, de su estancia en Midgard como un hombre más. Eso hacía que su sangre hirviera por la insolencia que Odín había tenido con él.
Era un dios con un glorioso propósito, no un insignificante mortal como se le había obligado a vivir.
Por lo que el errático dios agradecía no conservar ni un ápice de sus recuerdos como humano, aquello al menos le permitía que su orgullo y dignidad siguieran intactos. Aunque era consciente de que estaba experimentando ligeras secuelas, que solo parecían manifestarse por culpa de la mortal y es que pese a su comportamiento inicial con ella, al final había sido incapaz de ser él ser malicioso y frío, que acostumbraba frente a la gran mayoría de los que le rodeaban. Su lado menos calculador, había salido a flote tras sentirse y aunque sonara extraño viniendo de él, cómodo con la presencia de la midgardiana, no es que ella dejara de parecerle molesta, lo seguía siendo, como todos los de su primitiva especie.
Pero no podía ocultar el hecho, de que había sido algo agradable el poder mantener una charla con alguien, que no le juzgara y que prestará suma atención sin interrumpir a cada palabra que decía. Y era justo por eso, que al final la mortal se había quedado allí más tiempo del que el dios supuso en un principio, su idea en aquel momento en que la vio había sido echarla, hacerla sentir mal, más no pudo, cedió ante su súplica de conocer la historia del dios de las mentiras y al final había acabado hablando más de lo que debía. No era estúpido, claramente Loki sentía aquella extraña conexión que había entre los dos, producto de su secuela obviamente y del que creía firme que si ignoraba acabaría desapareciendo tarde o temprano.
De todos modos el pelinegro dudaba que la mortal volviera a presentarse allí, ya había obtenido lo que había ido a buscar de él. Además de que se había encargado de hacerla ver que no era el vulgar midgardiano en el que Odín lo había convertido y mañana lo más probable es que marchara a su mundo, olvidándose de él y Asgard.
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The God of Stories •|Loki Laufeyson|•
Fanfiction❝𝐒𝐮 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐩𝐨𝐫 𝐞́𝐥 𝐥𝐚 𝐡𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨𝐬𝐚❞ | Tras debilitarse el hechizo, que Odín impuso a Loki al desterrarlo a Midgard. El dios de las mentiras resurje en el centro de Londres dando se cuenta de que ha vivido como un simple h...