구문 오류 Syntax Error ; Changlix

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Tome un tazón, la caja de cereal y la leche virtiendolos al mismo tiempo. Seulgi hacía waflees mientras picaba fruta.

—Oye Félix.

—¿Qué pasa, mamá? —salí de la cocina con el tazón hacía el comedor donde ella se encontraba.

—¿Quién es Binnie y porqué dice: "Si es bueno, tanto cómo tú cuándo eres sumiso"? —levantó la mirada del aparato con la ceja levantada.

La presión se me bajó, mi boca se seco y estaba seguro qué el temblor en mis piernas era notable.

—Es sólo qué nos llevamos así —reí nervioso quitando lentamente mi celular de sus manos. —Nos molestamos, cosas de hombres.

No quitó su mirada de mí y se sentó en la mesa para degustar su desayuno. Mordí mí labio nervioso yendo a mi habitación.

—Sabía qué quitar el silenciador de los mensajes en tú chat era muy arriesgado, nunca sé qué me enviaras —susurró entredientes abriendo el mensaje con una sonrisa enorme. —Aunque quisiera qué fuera normal tener qué ver esos mensajes sin sentir miedo.

Llamé su número esperando el primer timbrado, dos.., tres..., cuatro...

—¿Qué tal, nene?

—Quería escuchar tú voz —susurró cubriendo su boca avergonzado. –Te he extrañado mucho.

—¿Sabías qué escuchar decir qué me extrañas hace mi corazón saltar de alegría?

—Ese es el propósito de mí llamada, ¿Puedo ir a tú departamento hoy?

—Tú siempre eres bienvenido, hermoso. —él sonido mezclado de las voces de los estudiantes era muy alto.

—¡Changbin! —un llamado alegre y de un chico ocasionó qué mi sonrisa desvaneciera poco a poco.

Pareció poner la llamada en silencio y mi corazón nuevamente se aceleró.

¿De quién era esa voz? Claro qué confiaba en Changbin pues todos estos años me ha sido fiel aún sin ser pareja pero, de alguna forma me sentía asustado de qué le gustara alguien más.

—¿Félix?

—Nos vemos después. —colgué.

Avente el teléfono a alguna parte de la habitación, camine de lado en lado, cubrí mi rostro desesperado y constantemente relamía mis labios.

¿Y sí se aburría pronto de mí? ¿Y sí conoció a alguien más lindo qué yo?

La puerta fue tocada varias veces y tomando aire la abrí reteniendola. Seulgi me sonrió.

—Llamaron de urgencia a tú madre en su trabajo. Sí necesitas hablar de algo con alguien puedes buscarme —asintió varias veces yéndose a la sala de estar.

Caminé rápidamente tomando su puñeca con mis ojos rojos cristalizados, odiaba tanto la forma en la qué no podía controlar mis emociones y sentimientos. Quiero solamente ser capaz de sacar todo sin tener miedo hacer juzgado o abandonado.

—¿Podría.. Podría decirme sí está mal estar enamorado de un chico? Dígame qué estar enamorado de un chico está mal.

Tomó mi mano negando con una sonrisa, limpió mis lágrimas y traté de no privarme del llanto.

—Yo no puedo obligarte a qué no te gusten los chicos, tú decides eso, sí te gustan o no.

—Pero yo.. Yo me siento enamorado de él. —mi boca temblaba y mi respiración se aceleraba. —Estoy enamorado de un chico y tengo miedo.