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Con mi dedo índice acaricie el pecho desnudo de Binnie, desde corazones, estrellas, círculos e inclusive nuestros nombres juntos como todo chico enamorado. Levante mi rostro y sonreí cuando me percaté qué el también me miraba con un sentimiento tan hermoso, me sonreía con sus ojos y acarició mi mejilla con total gentileza.

—¿Ya te había dicho que amo tu rostro sin maquillaje? —susurró acercandose a mi y besar mi nariz.

—Siempre me lo repites. —reí tímidamente. —Realmente te extrañaba.

—Nunca vuelvas a hacer eso. —frunció su boca. —Realmente cuando me lo dijeron sentí que todo mi mundo se había ido.

—Lo siento, pero ya estoy aquí —hice un puchero tomando su rostro y juntando nuestros labios en un beso de pato. —Y no pienso irme de tú lado.

Lo monté, pase una de mis piernas a la altura de su cintura podía sentir cómo acariciaba mis piernas con esos grandes brazos que él se cargaba, nuestros cuerpos estaban desnudos pues habíamos fornicado por segunda vez en aquel día y estaba muy ansioso de un tercero.

Ataque su boca con hambre, durante este año que había pasado, extrañaba sentir los labios de mi hombre, extrañaba sentir sus fuertes manos tocarme, extrañaba escuchar sus cariñosos apodos y sus mimos abrazadores, escuchar su risa avergonzada y la forma en la que hacía berrinche cuando no le daba carne. Extrañaba a Seo Changbin.

Él tomó mi trasero y abrió de ellas, no tardó tanto para que cerrará mis ojos soltando un sonoro gemido al sentir como su falo entraba poco a poco en mi, realmente extrañaba a Seo Changbin, extrañaba todo absolutamente todo de el. Me deje tratar tanto cómo él quería, juraba que mi rostro estaba tan sonrojado por la excitacion que sentía en ese momento, mordía mi labio complacido de lo que mi hombre me brindaba.

—Binnie, a-ah te amo —susurre acercándome a su boca y volver a besarlo. Él nunca se negaba a esto, por primera vez en mi vida me sentía con un peso menos.

Me sentía feliz, sentía un poco de paz en mi interior y mi espalda ya no pesaba, no tenía que salir corriendo a casa y fingir que no había tenido sexo con un chico. No tenía que fingir ser un maldito rompecorazones con las chicas para camuflajear mi amor hacia un chico.

Ahora quería solamente salir tomado de la mano con mi chico y dar a conocer mi amor hacia él, amaba tanto a Seo Changbin.

—Félix.

—¿Si?

—¿Me prometes que no te iras?

—Lo prometo Seo, yo soy tuyo.

—No te escuche. —dio una fuerte estocada que golpeaba tan bien mi protasta y solté un gemido fuerte.

—Me quedaré contigo, soy de Seo Changbin. —mordía mis labios, mis piernas temblaban y sentía que no podía aguantar más cada estocada, amaba sentir cómo ambos nos funcionabamos.

—Te amo. —susurró con un tono de voz grueso.

—Yo igual. —sonreí.

 —sonreí

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