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Corrió tomando rápidamente un suéter y poniendo sus zapatos.

—¡Changbin, espera!

Ignorandola salió corriendo del departamento para pedir un taxi, Ryujin lo alcanzó cómo pudo para detenerlo pero ya había montado el taxi, con desespero entró al mismo vehículo inhalando aire.

—¡Al Hospital Jungag! —levantó la voz Changbin y él conductor asintió. — ¡Pero vaya rápido es de urgencia!

Ryujin trago saliva acomodando un mechón detrás de su oreja sin quitar la mirada de su hermano qué parecía estar muy aterrado.

Bastaron unos 15 minutos para qué esté saliera corriendo a la entrada del hospital con prisa dejando a la rubia pagando el viaje.

Enfermeros pasaban por el lugar, se acercó a unas camillas qué estaban cercas sin dudarlo.

—¡Félix! ¡Félix! —se acercó a un médico qué rápidamente cerró la cortina.

—Changbin —se acercó Seulgi con el corazón en la palma a tranquilizarlo. —Tranquilo, él joven Yongbok está bien.

—Necesito verlo, por favor. —suplico al médico.

—¿Qué es usted del paciente?

Su boca se seco y su corazón palpito velozmente ¿Qué era de él? No eran amigos, no eran quedantes, no eran amantes y tampoco eran una pareja.

Y otra vez se sentía agobiado. No tenía ninguna respuesta.

—¡Félix! ¿Dónde está mi hijo?

Observó a sus espaldas viendo llegar a una mujer rubia, alta y delgada con un semblante delicado. Detrás suyo otra mujer castaña de cabello corto y aquella chica llamada Yuqi.

Se acercó observando a Changbin qué la observaba sorprendido de finalmente conocer a la progenitora de el chico qué le gusta. Él realmente era muy parecido a ella.

–¿Y tú quién eres?

—Es él chico del qué le platique, Seo Changbin el chico del cuál Félix está enamorado.

Todos observaron a la castaña con sus brazos cruzados y una sonrisa incrédula.

Todo se quedó en silencio tan sólo unos segundos cómo si el tiempo se detuviera. Una fuerte abofetada resonó en él lugar impactando a los presentes, Changbin en shock tocó su mejilla volviendo su mirada a la mujer qué parecía molesta.

—¡Qué haces aquí! ¡Aléjate de mi hijo!¡maldito gay de mierda!

Changbin endurecio su mandíbula y presionó sus puños conteniendo la ira en su interior.

—¿Gay de mierda? —murmuró incrédulo.

—¡Tú hiciste a Félix así! ¡Él no podría gustarle los chicos! ¡Eres un maldito anormal! ¡Violaste a mí hijo!

—¡Bajé la maldita voz! —se entrometió Ryujin en medio encarando a la mujer. —¡Con mi hermano no, señora!

—Yo no viole a nadie, Yongbok se entrego a mí. —susurró.

—¡Tiene 18 años! ¿Porqué se metería con alguien feo y gordo cómo tú! ¡Idiota!

Tomó su cabello jalandolo con fuerza, golpeaba su rostro y raguñaba con sus uñas al castaño qué no hacía nada más qué dejarse golpear. Ryujin la empujó dando un golpe en su nariz alejandola rápidamente.

—¡No toqué a mi hermano! —levantó la voz. —¿Qué no se da cuenta? ¡Tú estás dañando a tú propio hijo por eso está en este lugar! ¡Si tanto odia a los gays pues tienes uno viviendo en tú casa y si tanto odia a mi hermano pídele a tú hijo qué dejé de buscarlo! —la señalaba ignorando los honoríficos y faltas de respeto.

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