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Se detuvo observando el número de departamento "144" mordió su labio superior con el teléfono en su mano. Marcó el número de Changbin pero seguía enviándolo a buzón de voz, los mensajes tampoco los leía.

Volvió a ver la puerta y reteniendo aire la tocó sin recibir ninguna respuesta, volvió a tocar pero seguía siendo la misma situación. Peinó su cabello hacia atrás dándose la vuelta.

La noche anterior había tenido un ataque de ansiedad y no respondió sus llamadas ni sus mensajes, mordió su uña nervioso tras traer a mente aquel recuerdo. Necesitaba abrazarlo, necesitaba sus mimos, necesitaba a su chico.

—¡Changbin! —golpeó la puerta. —¡Abre la maldita puerta, sé qué ya saliste de la escuela! ¿Porqué no respondes el teléfono? —gritaba por el orificio de donde se encontraba el marco se la puerta y la misma puerta.

—¿Que te pasa? ¿Porqué tocas la puerta así? —bufó la castaña observándolo de arriba abajo y recién despierta a causa de el ruido qué ocasionaba cierta persona.

Félix quedó paralizado entreabriendo su boca, miró las piernas de la chica descubiertas pues sólo la cubría un camisón qué si no mal recordaba alguna vez, Changbin se lo había prestado, su cabello estaba desordenado y parecía estar somnolienta.

—¿Quién eres tú? —finalmente habló, su corazón se aceleró y sus piernas temblaron. Él no sería capaz de estar con una mujer.

—¿Quién eres tú y qué haces golpeando la puerta cómo un loco? —elevó la ceja cruzando sus brazos molesta.

—¿Dónde está Changbin? —él ambiente era extraño, se sentía cómo una mujer qué descubría qué su esposo tenía una amante. —¿Porqué estás en su departamento?

—Se está duchando. —bostezo y lo observó parpadeando rápidamente. —¿Eres su novio? Sólo me quedaré poco tiempo, ¿Quieres pasar? Si no te importa qué toda mi ropa esté por todos lados. —rascó su cabeza observando el lugar y volver su mirada al chico pequeño.

—¿Cómo te llamas? —Ryujin confundida observaba a todos lados sin comprender. —¿Porqué toda tu ropa está regada? ¿Qué haces en el departamento de Changbin? —su corazón se sintió herido y no logró comprender porqué, pues Changbin y él no eran nada serio. No sabía exactamente qué eran.

—¿Félix? ¿Qué haces aquí? —observó a Changbin con el cabello húmedo, una toalla sobre su regazo contemplando lo ejercitado de su cuerpo. Cerró sus ojos tragando saliva, la chica entró dejándolos solos.

—¿Porqué no contestas él teléfono? ¡Estoy cómo un idiota enviando mensajes y gastando mi crédito en ti! —su voz era muy gruesa cuando se molestaba. —¿Y quién es esa chica en tú departamento? ¿Te gustan las chicas? —cruzó sus brazos conteniendo las ganas de tomarlo del cabello y golpearlo.

—Creo qué estás mal interpretando todo, Lixie. —se intentó acercar a él pero el menor lo empujó sólo esa acción bastó para lastimar a Changbin pues él realmente era inocente. Se alejó tragando saliva y evitando el nudo en su garganta pues ya últimamente estaba cansado de el rechazo qué le daba. —Es mi hermana menor, somos mellizos.

—¿Tú hermana? ¡Hasta yo puedo engañarte con una chica y decir qué son mis amigas o primas!

—¿En verdad crees qué estoy mintiendote? He dejado en claro todo éste tiempo lo homosexual qué soy, ¿Y dices qué te puedo mentir? —río incrédulo. —Ya no soy un niño para dudar de lo qué quiero.

Tal vez sí, a veces dudaba de si mismo creyendo qué Félix no era lo qué quería de él.

Le gusta la idea de no pensar en eso y seguir creyendo qué si le gustaba.

구문 오류 Syntax Error ; Changlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora