Vicktoria legend. Es una chica con tan solo 17 años que quiso mudarse a los Estados Unidos en busca de una universidad buena, lo que nunca supo es que; en cuanto pase por aquella aventura y universidad deseada, su vida daría un giro sorprendente has...
Llegamos hace unas horas. E no estaba así que, hicimos un pequeño brindis por este día especial.
Aún tengo dolor, sobre todo en mi feminidad. Cuando lo miro tengo ganas de arrancarle la maldita cabeza.
- joder, lo tienes atrás tuyo. Y diría que muy atrás...-bromea en cuanto termino de contarle lo ocurrido.
Estamos en la mesada de la cocina. Creo que los chicos sean ido a dormir y nosotras nos quedamos hablando como dos viejas chismosas.
Max se levanta y conecta todo lo del parlante, pone música y empezamos a bailar. Pasa un graan rato y lo único que sé, es el siemple hecho de que tengo de la nada una botella de champán en la boca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
E aun no llega y comenzamos a pensar que no vendrá. ¿Por qué cojones el da órdenes y yo debería seguirlas?
- ¿Hablaste con Jonathan?-me pregunta Max.
- si, me a dicho que nos extraña y que vendría a visitarnos.
- yo también lo extraño, ese hijo de perra aunque me joda todo el día, lo quiero.-agarra dos copas y se sirve un poco de vino.
- lo mismo digo-le doy un trago a mi botella.
- así que... ¿Tendrás dos hombres a tu disposición?
- No lo diría así, en realidad...
- si que se diría así, es lo que es. Eres una perra, me siento orgullosa de ti-intenta brindar por ello. Levanto mi botella y solo la elevo en el intento de brindar desde lejos.
- y tu no te quedas atrás, maldita. Se que aún con E... hay algo...
- eso yo no lo se... es complicado.
- lo se, perdona-rodeo la mesa y la abrazo de lado. - Cuando venga Jonathan ponte sexy.
- ¿Por?
- eh visto como te mira, te devora con la mirada y tu nunca le haz dado atención.
- vale te hare caso. Pero solo esta vez.
- ¿Sabes?, extraño bailar salsa, voy a bailar con Jonathan para no perder la costumbre y eso.
- algo me dice que quieres poner celoso a alguien-me guiña un ojo.
- jamás-la miro-solo que el es mi compañero de salsa-suspiro-el mismo no me deja bailar con alguien más que no sea el.
- como digas-se da la vuelta.
- Siento que esta conversación no va a ningún lado-suspiro-hablemos de otra cosa. Los hombres no son lo único que existe.
Empiezo a recordar a Jonathan; Es mi mejor amigo, lo conocí en donde aprendía salsa. Es un hombre alto, fornido, de ojos cafés y pelo castaño. Es un hombre lindo, pero no más que el que duerme a solo unos centímetros de mi cuarto...