||6|| desconocida

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Me levanto para guiar a la rubia que me viene siguiendo. Noto su sonrisa detrás de mi, me doy la vuelta y la encaro, aprovechando que nadie nos ve.

— ¿De que te ríes tanto? ¿Acaso soy un payaso y aún no lo sé?—me le acerco, intentando intimidarla.

— algo así... Sueles poner cara de payaso, eso me causa risa.—dice retrocediendo.

— ¿Intentas molestarme, cierto? No lo conseguirás, pero no me toques los huevos, y enfócate en pasar tiempo con tu hermanito del alma.—me doy la vuelta y sigo el puto recorrido que acepte hacerle.

Se adelanta y la tengo contra mi pecho en milésima de segundos. Hace puntitas de pie y se sujeta a mis pectorales. Mirando el color de sus ojos pierdo todo sentido. Me olvido de dónde estoy, con quien y que estoy haciendo.

Se acerca más y contra mis labios susurra:— intentaré molestarte las veces que sean necesarias, porque estás jodidamente bueno.

Mis ojos se abren de la sorpresa, jamás esperare algo tan directo como esto. Nos quedamos a punto de rozarnos los labios, tentandome a perder el control en cualquier momento.

— ¿Donde quedaba el baño, Julián?—me pregunta rompiendo con esa tensión insoportable, dejándome descolocado en mi lugar.

— oh... Si, si, si. Por aquí era—la dejo que me siga y le señalo donde es.

Espero a que salga y cuando sale va adelante de mi, veo que intencionalmente menea sus caderas y obviamente yo la voy a ver, si eso es lo que quiere. De repente se para en seco y queda contra una parte muy sensible de mi ser, en estos momentos. Comienza a menearse y yo hago las manos puño para que me ayuden a aguantar.

— ey, que tanto tardan. Ya vuelvan—grita E.

— dejalos en su intimidad E—lo molesta el estúpido de Jack y siento el suelo vibrar en cuanto termina la oración.

Es un imbecil, ojalá pudiera hacerlo. Poder pasar mis manos por todo ese cuerpo de infarto, pasar mis labios por esa boca rosada y llamativa, besar...



Se separa de mi y sigue caminando, cuando aparece E escupiendo humo por las orejas.


— ¿Tanto deben de tardar? ¿Que hacen parados aquí?

— me quedé encerrada y Julián fue amable en ayudarme, tranquilo E.

— vale, disculpen, creí que bueno, ya saben...

La rubia le da una de sus mejores sonrisas y se dan la vuelta para ir a la mesa, dejándome ahí, procesando lo que acaba de pasar.

Cuando él comienza a caminar la rubia se da la vuelta y me guiña un ojo.

Joder, joder, joder. Esta mujer va a matarme, aparte, me dejó todo palpitando, gritando por atención. Dios, si no libero un poco me explotará el sistema nervioso de ahí abajo.

Voy hacia la mesa y saludo a todos, agarro mi chaqueta, casco y salgo huyendo de allí. Claramente, su querida hermana se quedó plasmada al ver que me voy, seguro tenía sus planes malignos en marcha.

Llamo a Carla, que por cierto, solo follamos y nada más. Ambos acordamos que sea así, así que, mejor.

Carla es una morena de ojos cafés. Es hermosa y bastante sexy, pero no es de todo lo que busco. Todo lo que busco esta pasando esa puerta, se entrega en bandeja de plata y no puedo gozar ni de la cercanía.

Maldito imbécil que tiene por hermano.

Carla es una chica que conocí en la universidad, era atractiva y eso fue lo primero que llamo mi atención. Ella de apoco me fue mostrando que yo podía tomarla cuando sea y en dónde sea. Hasta que lo hice.


Le aclare que no quería nada, o por lo menos no por ahora.

Y ella solo acepto no muy convencida, me dijo que todo estaba bien y que no iba a confundir las cosas. Quizá acepto porque cuando se lo dije estábamos follando en medio de una mesada, en casa de sus amigos y ella gozaba como una loca.

Ok, debí hablarlo en un momento frío y no caliente.

Con el paso del tiempo la vi tratarme con amor y eso a mí me molesta ¿Saben? Porque yo no quise nada de esto, y se que si algún día dejo todo, porque me cansé o por no querer aumentar su amor por mi, ella llorara y comerá chocolates mientras ve una película y esas cosas de mujeres.

Y yo no quiero eso, nunca lo quise.


— ¿No te quedarás, bebe?—acaricia mi pecho con lentitud y dibujando unos putos corazones, y es ahí... Donde ya me fastidio.


— no me digas bebe, y no, no puedo quedarme—me acerco a sus hermosos labios- Carla, solo follamos no somos pareja—le doy un último beso y me levanto de la cama.


— ¿Por que no podemos ser nada?—pregunta con la voz a punto de quebrarse— solo vete, siempre es lo mismo. Parezco un puto baño público que usas cuando quieres y luego... nada—cubre su cuerpo desnudo con las sábanas.

- Car, yo te fui muy claro y te expliqué que solo follariamos, nada más después de eso. Joder con las mujeres... Siempre deben meter sentimientos.

- ¡Solo vete!-me grita mientras llora.— ¿Joder? Joder debería decir yo de los malditos hombres que solo te usan para un rato y luego van con la otra, ¿O no es así?

Es a lo que me refería. No fui nunca un idiota con ella, le aclare todo hasta el último minuto. Si ella, aceptandolo y todo, quiso probar cosas conmigo igual, creería que ya no es mi culpa...

— escúchame bien—me siento en la cama— yo no te use, nunca te trate mal, siempre fui caballeroso y atento, te explique miles de veces que esto solo era para tener un poco de sexo y terminar ahi. Tu decidiste irte por el amor, y eso sabes bien que no me gusta.

— tienes un poco de razón, pero ahora, en este momento, decido que no quiero seguir más con esto, puedes irte y déjame en paz.

— Car, no te pongas así...

— ¡Que me dejes en paz coño!—se levanta con las sábanas envolviéndola.

— está bien, está bien... Solo te recuerdo que hasta eh entrado en ti, así que es ilógico que te cubras—la molesto y cuando pega un grito salgo corriendo de allí.

Quizá sea lo mejor, yo tenía que terminar con esto si quería que no siga creando falsas expectativas que jamás serán correspondidas en lo más mínimo.


Wester_g

Dulce deseo (+18) (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora