Dulce deseo (+18) (en edición)

||28|| Balcon

Vicky:

- bailas genial, Vicky-me alaga mateo.

No me gusta sentir lo que siento, Por que solo lo uso para dar celos y eso no me gusta

- oh, gracias-pasó mis manos por su cuello.

Veo a través de el hombro de Mateo a Julián cómo me mira.

- vamos a tomar algo?-me pregunta

- claro-le sonrío

Siento esa mirada fulminarme.

(...)

Nos la pasamos hablando de cualquier cosa, el me contó sobre él y yo sobre mi.

Pienso en esa palabra ignorando terriblemente a Mateo.

>no quiero hijos..

Rebota en mi cabeza cientos de veces, yo siempre quise tener hijos, no es de ahora. Cuando llegase a una edad adecuada lo haría, yo quería saber que lo que se supone mi futura pareja quería..... y creo que eso me partió más el corazón.

Lo ignore desde ayer cuando estábamos en la cama, no se ni por que, solo siento ese deseo de no hablar con el. Creo que es hora de hablar bien.

- Mateo-le interrumpo lo que sea que me estaba contando.

- si?-se sorprende

- podríamos volver?-dejo el vaso en la mesa y me levanto

- claro....-se levanta- qué no

Me sorprendí tanto de lo que respondió que simplemente me quede estática.

- me gustas, Vicky-se acerca- eres preciosa y...-pone una mano en mi espalda baja- quiero follarte ahora-me acaricia

Viví por esto una sola vez en mi vida, pero es suficiente solo una vez para temer de la acaricia de otros hombres.

- yo...-no encuentro palabras

- vamos, sígueme-me indica

Me quedo estática. Para mi salvación el mesero se va a descansar, genial.

- daté la vuelta-me agarra fuertemente y me da la vuelta.

- ¡No, déjame!-grito

- ya cállate-rie- es solo una follada tampoco la muerte-vuelve a reír

- ¡JULIÁN!-grito con todas las fuerzas de mi ser.

Me mete un puñetazo.

- calladita estás más sexy-frota su miembro.

Me tira del pelo.

- eso así es perrita-gruñe.

Escucho ruidos.

- ¡PERO QUE COJONES!-grita Julián

Mateo lo mira tan sorprendido como yo.

- suéltala ahora mismo-se acerca y lo toma del cuello- oh juro que te mataré con mis propias manos, o solo te dejare menos lastimado, por que voy a matarte igual, gilipollas.

Aveces agradezco tanto que dios me allá mandado a este hombre, dios.

- yo voy a matarte a ti. Jamás la mereciste, ella debería ser y es de Juan-se ríe- ella ya le pertenecía.

Y enseguida cuando escucho ese nombre siento mis piernas temblar.

Julián no le responde, lo tira al piso y no para de meter puñetazo tras puñetazo.

- ¡HIJO!-grita mi suegro

Atrás llega Max con lau.

- hijo suéltalo, ahora-se le acerca mi suegro y lo intenta separar