||46|| NO.

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Sueño:

Escucho como la puerta se abre, Entra el.

- hola cariño-me dice el muy bastardo.

No respondo. Se acerca

- te eh dicho que recibirías un castigo si no contestas a tu papi-acaricia mi abdomen.

Lo miro con odio.

- ahora verás las consecuencias-baja su mano a mi entrepierna.

Empieza a acariciar y en cuanto menos lo imagino me penetra con su dedo. Gruñó y casi gritó del dolor.

- ¿ves?-se me acerca a la boca- eso te enseñará a respetar a los mayores-me captura la boca y empiezo a llorar en sus labios, gracias a que penetra con más intensidad.

Se sube sobre mi y se quita la camisa, dejando ver lo muy asqueroso que es.

- ¿quieres sentir un dolor más grande?

Niego con la cabeza.

- pues lo harás. Te comportas muy mal-se lanza a mi y me captura todo mi ser.

Se baja el bóxer y separa mis piernas.

- No otra ves-digo entre sollozos- por favor-digo con un hilo de voz- no me portaré nunca más mal-le suplico- no me hagas eso, ¡por favor!

Me penetra de forma tan brusca que gritó..

- ¡NO!

- ¡NO!-gritó despertando de mi sueño aterrador y doloroso.

Mi cuerpo tiembla, transpira, vibra y yo casi tengo toda la cara llena de lagrimas. Fue como volver al pasado.

Veo cómo entran en un disparo, solo que..no son las enfermeras.

- ¿qué pasa?-pregunta alarmado.

Lo miro. Pienso en todo lo que me enamoro por primera vez de él, su arrogancia, sus ojos, su toque, sus besos, su sentido de humor y la felicidad que trasmite.

- nada-me limpio las lagrimas- puedes retirarte.

Mi cabeza no quiere que se valla, quiero que se quede a mi lado sin importar que...pero mi cuerpo toma el mando siempre.

Me da una casi última mirada antes de preguntar.

- ¿puedo aunque sea verte a unos metros de ti?-pregunta con una tristeza inmensa que solamente me va a hacer llorar peor.

Asiento. Se sienta corriendo las cosas apoyando los brazos en en sus rodillas y subiendo las piernas arriba del sillón. Solo me mira a un nivel de hacerme recordar miles de situaciones juntos.

#flashbak

Me está persiguiendo de seguro. Corro rápidamente pasmado por al lado de lau, ella me da un asentimiento de cabeza y salgo corriendo. Busco donde esconderme, no veo nada, carajo. Veo una mesa con pinturas y sin dudarlo me meto abajo de ellas.

Dulce deseo (+18) (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora