El Regreso de Jorge Blanco

¡Sorpresa!

CAPÍTULO 24

¡SORPRESA!

"Cada día es una nueva página en este libro de la vida. Es por eso, como todo gran libro, que tenemos que escribir los mejores diálogos y los mejores párrafos para que esa historia sea la más increíble que se podrá leer, con alegría, tristeza, dolor, éxitos, fracasos, amor, desamor, pero siempre será nuestra historia."

¡Que frase más inspiracional! Pero en estos momentos de la vida no me interesa si mi vida es una página o un libro o una hojita de papel higiénico. Bueno, no me culpen, después del tremendo acto de bipolaridad de Jorge con su azúcar y su "ven cantemos" y su "¡Ya no te amo!" Que todavía me retumba en la cabeza, no creo mucho en esas frases bonitas.

Mejor deberían de crear frases como: "No te enamores de tu amor platónico. Te harán feliz por un tiempo y luego te dejarán caer como una árbol deja caer sus hojas" ¡Ja! Perfecto y también habla de hojas, soy increíble.

-Ya me aburrí de leer esto-

Cierro el libro y lo guardo en mi mochila. Saco mis audífonos y los conecto en el celular para escuchar música. Me acuesto en la grama de uno de los campos de la universidad y cierro los ojos un rato.

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AAhh.... ¿Qué hora es? Abro los ojos y me levanto un poco para ver la hora en mi reloj. 1:05 ay, me dormí media hora. Que rico dormir una siesta. Agarro mi mochila para ver que no me hayan robado nada. La abro y cuando veo adentro encuentro un papel ahí. Lo saco con cuidado esperando que no haya un polvo raro que haga explotar todo.

Lo abro y no hay nada, sólo un mensaje escrito.

"TEN CUIDADO CON LO QUE HACES.... TE ESTAMOS VIGILANDO..."

¡Ay Dios mío! ¡Me quieren matar! O me están cuidado... Di se supone que me están vigilando puede ser para cuidarme, porque claro soy muy valiosa e importante. Pero en realidad lo dudo mucho... ¡Me quieren matar!

Pero ¿Por qué? Si yo soy tan buena persona que no merece la muerte.

Guardo el papel otra vez y me levanto para entrar a la universidad. No quiero estar afuera cuando hay alguien vigilándome.

Empiezo a correr un poco desesperada por toda la universidad hasta llegar a mi salón. No tenemos sillas asignadas, pero me gusta sentarme siempre en el mismo lugar. Es perfecto para cuando quiero poner atención porque si estoy bien sentada el licenciado siempre me ve, pero si quiero dormir, también me funciona, es perfecto porque mi compañero de adelante me tapa. ¿Ya ven? Yo no miento cuando hablo acerca de mi genialidad.

Camino hacia la silla pero cuando me voy a sentar veo otro papel pegado ahí. ¿Pero qué?

"Ya ves... sabemos hasta tu asiento preferido... Ten cuidado"

-¡AAAHHHH!- Grito y todos me quedan viendo

-¿Estas bien?- me pregunta un compañero.

-¡No! ¡Me quieren matar!- le señalo el papel pegado a la silla y él solo me observa con miedo.

No lo pienso más, agarro mi mochila y salgo corriendo del salón.

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Al fin llego al edificio después de haber corrido por 40 minutos como loca por la calle. Llego al apartamento y abro la puerta con cuidado por si hay alguien. De seguro hasta en la casa me tienen vigilada.

Enciendo la luz y hago una inspección rápida para ver que no haya nadie. Vacío. Uuff más vale porque no quería salir corriendo de aquí también.