Capítulo XXI

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Horas antes la manada y el clan se encontraban discutiendo sobre que harían ahora que habían terminado de revisar cada rincón de sus tierras y no habían encontrado un solo rastro de Stiles. Era como su se hubiera desvanecido literalmente.

Hannah había tratado de encontrar a Stiles mediante su conexión con el poder del nemeton, pero no lograba detectar nada. Era como si el poder de Stiles se hubiera esfumado. Lydia había intentado obtener algo de información en la red a la que estaba ligada por ser una banshee y no había encontrado nada. Las esperanzas de encontrar vivo a Stiles eran cada vez más bajas.

Los dos más afectados eran Dylan y Derek. Siendo un bebé, Dylan, necesitaba del castaño para pode alimentarse además de que se negaba a recibir la alimentación de una nodriza. Por suerte Derek lograba darle algo de su biberon o de lo contrario su hijo podría enfermarse gravemente. Derek volvía a verse igual de mal a cuando Deucalion secuestro a Stiles. Se le veía cansado e incluso pálido. Había intentado engañar a su lobo colocando varias prendas de Stiles a su alrededor e incluso colocando una playera del chico en una almohada lo cual funcionó por un tiempo. Sin embargo, su lobo era más astuto y descubrió la farsa. Necesitaba de Stiles urgentemente o podían llegar a extremos muy riegosos.

- Debes intentarlo una vez más Hannah, quizás si Lydia y tú lo intentan juntas...

- Lo siento Talia. - la interrumpió. - He intentado todo lo que sé e incluso he tratado de encontrarlo junto con Lydia y los demás druidas, pero es en vano. Por alguna razón no puedo detectar a Stiles como si algo lo estuviera ocultando.- la druida se quedó pensando por un momento. - No, eso no es posible, la única que podría hacerlo es ella pero se supiene que...- la druida se detuvo al sentir como el poder de Stiles volvía a ser visible.

-¿Que sucede Hannah? - preguntó Steve.

La druida no era la única que había sentido a Stiles. El lobo de Derek había percibido la presencia de su omega. Como si una fuerza sobrenatural lo cubriera se levantó de su asiento y salió corriendo del castillo.

- Todos, siganlo. - ordenó Hannah. - Así que estas viva después de todo.

Derek se movia con gran agilidad. Su Stiles estaba vivo y lo único que deseaba era tenerlo ente sus brazos. Debía disculparse por haber actuado como un idiota con él y quizás podían tener una larga sesión a solas para reconciliarse. Debió correr por algunas horas y no siquiera se sentía cansado. Llegó hasta el lugar de donde provenía la presencia de Stiles. Observó el lugar y depronto una espera neblina cubrió el lugar. Siguió observando y de pronto un chico apareció de la nada. Era curioso pues tenía ciertos rasgos de Stiles. Detrás de él apareció alguien más. Al verlo su corazón se agitó rápidamente, era su Stiles. Estaba a punto de salir corriendo a él cuando observó como él chico lo abrazaba calurosamente.

Estaba que ardía en celos. Nadie podía tocar a Stiles excepto él. En especial aquel que se había atrevido a llevarselo de su lado. Su instinto le ordenaba ir y acabar con ese extraño, pero su consciencia lo detuvo. Él había lastimado a Stiles y por esa razón se lo habían llevado. Se sentía culpable y comenzó a caminar en sentido contrario a pesar que su lobo suplicaba por el chico.

- Él se merece a alguien mejor que nosotros, entiéndelo.

Claro que su lobo no entendería. Solo aceptaría a Stiles, a nadie más que él. De pronto la fuerza volvió y lo obligo a correr de nuevo hacia donde lo había visto. Pudo sentirlo muy cerca y si darse cuenta ya estaba frente a él.

- Creí que nunca llegarias, tardaste demasiado en encontrarme lobo amargado. - volver a escuchar su voz era todo lo que necesitaba. Sus fuerzas no dieron para más y comenzó a desplomarse. Stiles fue rápido para atraparlo.

- Es bueno verte de nuevo Sti. - Derek se desmayó en sus brazos. Rápidamente Stiles comenzó a sanarlo. Sabía que eso no era la único que necesitaria el lobo para sentirse bien, pero se encargaría de eso luego.

No tardó mucho para que los demás aparecieran exhaustos de perseguir a Derek. Se sorprendieron de verlo desmayado en los brazos de Stiles. Aunque estaban alegres por haber encontrado al castaño, necesitaban volver pronto para ayudar a Derek. Se apresuraron a volver al castillo en el cual todos esperaban el regreso de su amado príncipe.

Todo el mundo se alegró de ver a Stiles a salvo. El clan estaba feliz de verlo aunque él no tanto. Sabía que unos o quizás algunos de ellos estaban conspirando en su contra. Algún miembro era el culpable de sus desgracias incluyendo la muerte de sus padres.

Por ahora necesitaba atender a su amado Derek y claro a Dylan quien hacía berrinches para que lo dejaran en los brazos de Stiles. El castaño le dio algo de comer y luego hizo que se durmiera profundamente. Si que amaba a ese niño después de todo era la muestra del amor que le tenía a Derek. Llevó a Dylan a su cuna y volvió a su cama en la que estaba Derek completamente dormido. Ya no se veía tan mal como antes.

-Stiles. - Murmuró Derek.

- Aquí estoy.

- No te vayas Stiles, te necesito.

- No iré a ningún lado. - dijo mientras se mentía entre las sábanas y se acurrucaba en el pecho del lobo.

Derek sintió el aroma y el calor del cuerpo de Stiles y se despertó creyendo que era un sueño.

- No estas soñando bobo.

- Stiles ¿eres tú?

- Quién más podría ser, idiota.

- Sti. - Derek se lanzó sobre él. - No vuelvas a irte Sti, no vuelvas a dejarme. - sin darse cuenta Derek se encontraba llorando cual niño asustado. - Perdóname por ser tan tonto, yo no quería decirte esas cosas y...

- Derek, tranquilo. - lo calmó Stiles. - No estoy molesto contigo. Ambos hicimos cosas sin pensar y soy yo quien debe pedirte disculpas. Sé que estás haciendo todo lo posible para cuidarme y yo solo busco como ponerme en peligro. ¿Puedes perdonarme?

- Solo si tú me perdonas. - Stiles se acercó y lo beso en los labios.

- Todo arreglado entonces. - Derek no se resistió y volvió a besarlo. Ansiaba demasiado sentir a Stiles, deseaba estar con él. Sin embargo, la imagen de ese extraño abrazándolo volvió a su mente.

- ¿Qué sucede?

- ¿Dónde estuviste Stiles? - preguntó serio, pero él no respondió. - Seguro no me dirás nada porque estas protegiendo a ese que se atrevió a abrazarte.

- Así que eras tú quien nos veía. Sabía que esa sensación me era familiar.

- Vas a responderme. - dijo molesto.

- Estás arruinando nuestra reconciliación Derek. ¿A caso estás celoso lobito? Porque he de admitir que Rowan es muy apuesto.

- Así que se llama Rowan. - quería golpear a ese Tal Rowan. Stiles comenzó a reír al ver la expresión de Derek.

- Deberías ver tu cara lobito. - continuó riendo. - Pero te diré la verdad. Sé que puede sonar extraño, pero Rowan es mi primo.

- ¿Qué? Estas mintiendo Sti.

- No lo hago, hay muchas cosas de las que quiero hablarte Derek. Sin embargo, antes de hacerlo he estado ansiando algunas cosas que solo tú podrías darme. - se acercó al oído del lobo y susurró. - Hazme tuyo Derek.

El lobo se subió rápidamente sobre Stiles. Todas sus fuerzas habían vuelto. Había algo distinto en la mirada de Stiles, pero no le dio importancia. Stiles le estaba pidiendo que lo tomará voluntariamente y no se iba a negar a tal petición. Quizás su reconciliación si acabaría como él lo esperaba.



Un rey peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora