Capítulo XI

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La manada y todo el clan estaba reunidos en el hospital esperando noticias de Derek, Stiles y del bebé. Sin embargo, había pasado mucho tiempo y no podían decirles nada sobre el estado de los tres. Lydia, Allison y Hannah había recibido algunos golpes que no eran tan graves como los de Stiles. La druida de los Stilinski estaba muy decepcionada de sí misma pues estaba reviviendo lo que sucedió con los padres de Stiles.

Luego de unas horas uno de los doctores se acercó para darles noticias.

- Dinos cómo se encuentran. - le ordenó Steve.

-Voy a ser muy franco con ustedes señores. Ninguno de los tres se encuentra bien en lo absoluto. Los más graves son Stiles y su bebé que por cierto ha sido un varón. - el nacimiento de su hijo debía ser un momento feliz y no uno triste. - Sin embargo, el choque ha dejado muy mal herido a Stiles y el impacto hirió al pequeño a una escala menor. Derek recibió un impacto con una bala de aconito el cual logramos frenar, pero ha invadido gran parte de su cuerpo y no es capaz de eliminar el veneno. Hemos hecho todo lo posible, pero ahora dependerá de casa uno de ellos. Con su permiso. - el doctor se retiró dejando en un gran problema al clan.

Si Stiles moría al igual que el bebé no habría razón para continuar con la existencia del clan pues el pacto de sangre se rompería. Cualquiera podría asumir el liderazgo incluso alguien con planes perversos. Nuevamente el clan y la manada decidían lo que debían hacer ante la situación sin llegar a ningún acuerdo. Los druidas del clan incluso habían llegado para intervenir, pero ninguno de sus conocimientos podían darles una solución.

-Esperen. - dijo Deaton ganándose la atención de todos. - Esta no es la primera vez que sucede esto. Noah y Claudia pasaron por esta misma situación, pero lograron salvar a Stiles.

- No estarás sugiriendo...

- Así es Talia, me temo que si no podemos salvar a los tres debemos decidir salvar al niño de la misma forma en la que Hannah salvó a Stiles.

Algunos no estaban dispuestos a aceptar aquella decisión pues involucraba sacrificar al príncipe. Hannah sabía que no podía volver a repetir el mismo sacrificio. No estaba segura de que volviera a funcionar además no estaba dispuesta a sacrificar a Stiles. Debía haber otra solución así que continuó pensando hasta que...

- Esperen, quizás exista otra forma de salvarlos sin tener que sacrificar a nadie.

-¿De qué hablas? - Le dijo Deaton.

- Escuchen sé qué ninguno de nosotros tiene la sabiduría suficiente para resolver esto, pero estoy seguro de que él si sabe la respuesta. - Los druidas comprendieron lo que Hannah sugería aunque no estaban seguros de que fuera la solución.

- Estas loca, quieres ir en busca del consejo del gran árbol así como así. Sabes muy bien que nadie ha podido encontrarlo.- habló uno de los druidas del clan.

Se rumoraba que los grandes druidas del pasado habían creado un Nemeton en el que habían guardado todos sus conocimientos y sus poderes. Se decía que era un árbol tan poderoso que incluso había llegado a crear una conciencia propia, pero su ubicación era desconocida incluso para los druidas más sabios. Sin embargo, Hannah había descubierto una pista que podía llevarla hacia el gran árbol. 

- Tienes razón, pero en mis viajes me he topado con información muy antigua que puede llevarme a su ubicación. Sin embargo, necesito de la ayuda de otros pues no será un camino sencillo. Puedo llevarnos a un punto muy cercano a la posible ubicación del gran árbol y serpa cuestión de horas para saber lo que podemos hacer para salvar a Stiles, Derek y al bebé. Sé que suena loco, pero es lo último que nos queda. 

Aunque la información no era muy certera resultaba ser la última esperanza para el heredero de los Stilinski por lo que el clan decidió seguir el plan de Hannah. Algunos druidas y betas del clan irían junto a Hannah y Deaton para poder ayudarlos. La druida de los Stilinski comenzó a dibujar algunos símbolos en el piso con ayuda de un trozo de carbón para luego comenzar a recitar una especie de canto. 

- Volveremos pronto. - dijo antes de que una especie de luz irradiara todo el lugar. De un segundo a otro habían desaparecido. Hannah era una druida excepcional.  

La manada solo pudo esperar a que regresarán con alguna respuesta y mientras eso pasaba solicitaron poder ver a Stiles y Derek. El castaño tenia cubierto su rostro y cuerpo de cortadas ocasionadas por los fragmentos de vidrio del auto. Su vientre hinchado había desaparecido ante la ausencia del bebé. No era la imagen que imaginaron de Stiles luego de que este diera a luz a su hijo. Derek se veía peor. Su piel estaba casi tan pálida por la presencia del veneno que parecía un cadáver. Su respiración era tan lenta y pausada que de no ser por el monitor de seguro pensarían que estaba muerto. Quizás haber llegado a las tierras del clan no había sido la mejor idea. 

- Derek.- murmuró Stiles llamando la atención de Lydia y de Allison que se encontraban cuidando de él. 

- ¿Stiles, estás bien? - le habló Lydia.

- Derek.- volvió a murmurar el castaño. Después de haber estado inconsciente por tantas horas lo único que podía pronunciar era el nombre de Hale. No obstante, las chicas no eran las únicas sorprendidas pues en la otra habitación Derek se encontraba llamando a Stiles incesantemente. 

- Chicas, díganme que Stiles no está...

- ¿Llamando a Derek? Si lo está. - le respondió Allison a Scott. Esto debía tener una razón, pero aún no lograban descifrar lo que sucedía. Algunas enfermeras estaban igual de alteradas pues el bebé de Stiles y Derek no dejaba de llorar en la sala de cuidados intensivos. Algo debían estar tratando de decirles. 

De pronto un estruendo se escuchó de las afueras del hospital y todos salieron para averiguar lo que estaba pasando. Era el grupos de druidas que había ido en busca del gran árbol. El clan no tardó en hacerse presente para saber lo que habían descubierto.

- ¿Qué encontraste Hannah? - preguntó Steve.

- Encontramos el árbol.- el rostro de todos se iluminó, excepto el de Hannah y Deaton.

- ¿Qué sucede? - preguntó Talia. 

- El árbol no nos ha dicho como salvarlos.- el silencio se apoderó de todos. Eran el fin.

- Lo único que nos dijo fue: En la unión está la fuerza. - resultaba más como un acertijo que una solución. 

Ahora debían pensar en otra forma de arreglar todo. Era curioso que las habilidades curativas de Stiles no se hicieran presentes o incluso las del bebé que habían aparecido cuando Deucalion casi asesinaba a Stiles. Todo era muy confuso. De pronto los doctores comenzaron a correr hacia la habitación de Derek pues su situación comenzaba a ponerse peor. Debía hacer algo o lo perderían. Todos los druidas trataban de encontrar una solución mientras que los miembros de la manada y del clan trataban de pensar un plan b. 

Allison, quien se había alejado para poder pensar, analizaba toda la situación cuando la idea vino a su mente. Sabía que algo raro estaba pensando, pero  con las palabras del árbol y el llamado de incesante de Stiles, Derek e incluso del bebé  todo  cobraba sentido.

- Escuchen. - les habló. - El árbol tiene razón. Piénsenlo un poco, la última vez que los poderes de Stiles se activaron para salvarlo de la muerte fue cuando Derek le suplicaba que no muriera.

- Y...

- Que sus poderes se activaron porque Derek estaba con él al igual que su bebé. A eso se refiere el árbol y esa es la razón por la que ellos se llaman los unos a los otros. Todo este tiempo han tratado de decirnos que deben estar juntos para salvarse. - Ahora lo comprendían todo, la cazadora había acertado.

Los doctores y enfermeras llevaron a los tres miembros de la familia a una habitación más grande y ubicaron sus camillas de tal forma que el bebé quedará en medio de sus padres. El pulso de Derek continuaba disminuyendo hasta que su corazón dejó de latir. Claudia estalló en llanto al darse cuenta que había perdido a su hijo. Habían actuado demasiado tarde. De la nada un brillo verde y azul comenzaron a cubrir los cuerpos de Stiles y su bebé. Ambos brillos se unieron en un solo y cubrieron el cuerpo de Derek. Un enorme viento entró por todo el hospital hasta llegar a ellos y de pronto una potente luz blanca los cegó por algunos minutos. El sonido del monitor volvió a escucharse y luego de recuperar la visión todos comenzaron a acercarse a las camillas. 

Uno por uno comenzaron a abrir los ojos como si hubieran despertado de un largo sueño. Primeros los ojos esmeralda de Derek seguidos de los ojos miel de Stiles y por último la mirada de ojos azules del hijo de ambos. Había funcionado, los habían salvado, pero no significaba que todo acabaría. Esto aún seguía siendo el inicio del sufrimiento de Stiles y del final del clan de los doce.

Un rey peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora