Un rey peligroso

Capítulo IX

- ¿QUIERO QUÉ ME EXPLIQUEN CÓMO DEMONIOS HA PASADO ESTO?

- ESTO NO ES POSIBLE.

- LES DIJE QUE ERA MALA IDEA QUE ÉL VOLVIERA EN ESTOS MOMENTOS.

-PUDIERON MATARLO.

Todos los alfas se encontraban discutiendo sobre el reciente acontecimiento. La bala que había impactado en el guardia y que al parecer iba destinada para Stiles estaba llena de wolfsbane. A pesar de los intentos de los druidas no pudieron salvar al beta lo cual sólo implicaba que el objetivo era asesinar a su príncipe.

Nadie sabía que explicación dar, ni siquiera el jefe de guardias entendía lo que había pasado. Pero habían dos personas que se encontraban aún más molestas que los demás y eran los Hale. Talia y Derek estaban que echaban humo del coraje y la ineptitud que estaba demostrando el clan. Talia que amaba a Stiles como a su hijo estaba discutiendo sobre una posible guerra entre el clan y la rebelión mientras que Derek escondía a Stiles entre sus brazos con mucho recelo.

Su lazo con el castaño era muy fuerte y verlo lleno de sangre simplemente lo volvió loco. Además el castaño se encontraba hecho un mar de lágrimas al saber que pudo hacer muerto y aún peor su hijo también. Eso es lo que había endurecer más a Derek. Alguien se había metido con su familia, con su Stiles y con su cachorro. Su lobo no dejaría que esto se quedara de esta forma.

- QUIEREN CALLARSE DE UNA MALDITA VEZ. - habló Derek. Se supone que ustedes bola de alfas obsoletos se encargarían de que mi Stiles estaría seguro estando aquí. Pero después de hoy lo único que demuestran es su ineptitud para llevar esta situación.

- Derek callate por favor. - le suplico Talia.

- No mamá, si deje que Stiles viniera sobre todo en sus estado fue porque creí que estaría a salvo, pero ahora estoy reconsiderando mi decisión. - sujeto la mano de Stiles para que se tranquilizara. - Ustedes no quieren un líder, solo buscan tener un pretexto para ser libres de sus obligaciones porque al asumir su lugar como rey el único responsable de lo que sucede aquí será Stiles porque ustedes son tan inútiles como para tomar una decisión por ustedes mismos.

- Cómo te atreves. - Augusto se le acercó con el propósito de golpearlo, pero Derek detuvo el golpe.

- Déjeme recordarle señor Strauss que no me importa si usted sea o no miembro de este clan, pero ahora Stiles es mi pareja y está esperando a nuestro cachorro así que si ustede cree que dejaré que por su culpa mi familia resulte herida se equivoca.- hizo irradiar sus ojos y sacó sus colmillos en señala de advertencia a lo que Augusto y los demás alfas respondieron de la misma forma.

Una pelea se iba a desatar en medio del clan, pero Stiles se levantó de inmediato e iluminó sus ojos de ese color verde particular. Todos podían sentir como sus lobos se doblegaban ante el castaño y no tuvieron otra opción que hacer lo mismo.

- Basta ya. - se secó algunas lágrimas antes de hablar. - Pude haber muerto hace un momento y un inocente pago el precio de todo mientras ustedes están acá discutiendo sus errores en lugar de buscar una solución. La rebelión debe parar y no es necesaria la violencia como mucho de ustedes han estado sugiriendo. Mis padres lucharon para que este lugar fuera el lugar perfecto en el que pudiera haber paz y no dejaré que nadie destruya todo por lo que ellos lucharon. Yo asumiré mi lugar como líder de este clan y necesito saber si cuento o no con su lealtad. - vio a todos los presentes sobre todo a Augusto.

- Sí, nuestra lealtad es suya. - respondieron los miembros del clan.

- Bien, es todo por hoy. - Stiles los liberó de su control y se marchó del lugar mientras Derek lo seguía. Los miembros del clan estaban más que sorprendidos por lo que el chico podía llegar a hacer en especial Strauss pues eso significaba un tropiezo en su plan.

Mientras tanto Derek y Stiles se habían encerrado en su habitación. Derek había cerrado la puerta con llave y se acercó a su novio para poder estar junto a él. Stiles busco el pecho de Derek para poder recostarse y tranquilizarse con el latido de su corazón.

- ¿Cómo estuve allí?- preguntó tímido.

- Bien se quedaría corto con lo bien que lo hiciste. Demostraste ser todo un líder Stiles y cuando usaste tus habilidades hasta yo me orine del miedo. - bromeó.

- ¿Crees que yo pueda ser el malo Derek?

- Porque lo dices Sti.

-Porque tuve que usar mis habilidades con ustdes. ¿Qué tal si la rebelión tiene un buen motivo para sus acciones? ¿También tendré que obligarlos a rendirse ante mi de esta forma? Derek, no quiero ser un monstruo. - el castaño volvió a estallar en llanto. Derek odiaba verlo de esa manera.

- No Sti, no llores quieres. - levantó el rostro del menor y comenzó a llenarlo de besos y cariños para que se tranquilizara. - Recuerda que el bebé puede sentir todo lo que sientes y supongo que no le agrada que su padre esté triste al igual que a mí. - ambos colocaron sus manos sobre el vientre de Stiles justo en el momento en el que el bebé dio un brinco. - Lo ves, odia verte triste. - acomodó a Stiles de tal forma que quedarán recostados uno junto al otro en forma de cuchara. - Sabes que te amo Sti, te amo como jamas he amado a alguien y hoy cuando creí que te había perdido mi mundo se vino abajo. No soportaría la idea de no ver esos ojitos tan lindos y esa sonrisa tan hermosa que tienes. No soportaría la idea de saber que perdí al amor de mi vida. Tú y este bebé son todo para mi Stiles y no le importa si debo matar a alguien para protegerlos, no me importa si eres un monstruo o no te amaré de la misma forma hoy y siempre.

- Te amo Derek.

- Y yo a ti pequeño. - se dieron un beso en los labios y luego comenzaron a quedarse dormidos. Derek aún pensaba en lo que Stiles había dicho sobre volverse un monstruo. Aún desconocía por completo lo que Stiles era capaz de hacer, pero malo o no debía estar allí para recordale quién era él realmente.
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En las afueras de las tierras del clan, en un bosque en el que nadie podría verlos, Augusto esperaba a su aliado en esta batalla por acabar con Stiles. Se sentía orgulloso por haber intimidado de esa forma al clan, pero también preocupado por el poder que el príncipe Stiles tenía en sus manos. De pronto escucho el sonido de pisada acercándose y pudo ver la sombra de su líder, aquel que lo le ayudaría a cumplir todos sus planes.

- Es un gusto volverte a....- en vez de recibir un saludo de cordialidad obtuvo un golpe tan fuerte que lo derribó y dejó adolorido en el suelo. - ¿Qué demonios te pasa?

- Eres un idiota Augusto. - respondió una voz molesta. - Te ordené que asustaras a ese niño y tú ideas un plan para asesinarlo.

- Pero ese es el objetivo.

- No, maldito alfa bueno para nada. Te dije que lo necesito vivo al igual que a ese cachorro que lleva en su vientre. Ellos son la clave para lograr nuestro plan así que más te vale no poner en riego la vida del príncipe pues de lo contrario el asesinado no será él. - se acercó y colocó su garra cerca del cuello de Strauss. - Obedece mis ordenes sino quieres que yo mismo me encargue de ti. - el lobo desapareció entre las sombras mientras que Augusto se recuperaba del golpe. Fuera como fuera que terminarán las cosas alguien debería resultaría muerto y se encargaría de que no fuera él.

- Prepárate pequeño Stiles, porque esto sólo es el comienzo de tu sufrimiento.