Especial I

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"Pastel de cumpleaños y Stiles está qué..."

Derek manejaba muy rápido por todo el pueblo tratando de llegar a la pasteleria en busca de un pastel que Stiles le había encargado desde hacía dos semanas atrás y el cual había olvidado.

Tres años había pasado tan rápido sin que se dieran cuenta. Habían sido años maravillosos al lado de su Stiles y del pequeño Dylan que estaba cumpliendo su tercer año. Por eso necesitaba ese pastel pues habían decidido organizar una fiesta con toda su familia y amigos quienes además ahora tenían a sus propios hijos.

Scott y Allison que ahora tenían a Kaila, Lydia y el oficial Parrish tenían al pequeño Owen, Erica y Boyd tenían a su hijo Marcus, Isaac y su novia Eliza tenían a su hija Layla. Todos tenían familias nuevas por lo que la manada se había agrandado. Benji y Liam mantenían una relación muy hermosa e incluso planeaban casarse. Aún desconocían si Liam podría quedar embarazado.

En fin, Stiles había estado un poco anormal los últimos meses con esos ligeros cambios de humor que hacian que Derek se volviera loco. Sin embargo, el lobo trataba de comprenderlo pues a parte de ver a su hijo, dirigía al clan a distancia lo cual podía ser algo molesto. Derek también había conseguido un trabajo en los negocios de su familia así que se mantenía ocupado. Sin embargo, Stiles le había recordado del pastel dos semanas atrás para evitar estos tipos de incidentes pues conocía la pésima memoria que Derek podía llegar a tener. Y como siempre el castaño no se equivoco.

Esa mañana el chico se había levantado de bien humor creyendo que todo saldría como lo había planeado, pero al ver el rostro de Derek cuando le mencionó lo del pastel supo de inmediato lo que estaba pasando.

Derek trató de calmarlo diciéndole que había encargado ese pastel con antelación y que todo saldría como lo planeó. Por supuesto que estaba mintiendo e incluso él estaba al borde del colapso al darse cuenta que Stiles seguro iba a matarlo y cortarlo en mil pedacitos.

Para su suerte la pastelería ya estaba abierta. Pudo respirar tranquilo, al menos por unos cinco segundos, pues recordó que Stiles le había encargado, específicamente, un pastel con temática de piratas pues ese era el tema de la fiesta de su hijo. Nuevamente volvió a su histeria.

Se estacionó y corrió directo al local. El aroma de todos esos postres era embriagante, pero debía concentrarse en conseguir ese pastel.

- Oh, Derek ¿que haces aquí? Estaba a punto de cerrar para ir a la fiesta de Dylan.- dijo Lorna, la dueña de la pastelería y madre de unos de los niños que convivían con Dylan en el jardín de niños.

- Lorna. - dijo tomando una bocanada de aire. - Dime por favor que tienes un pastel de piratas.

- Lo tengo. - Derek sintió una enorme felicidad al escuchar aquello. - Pero me temo que ya a sido apartado por alguien más.

Era su fin. Podía ver a Stiles echo furia esperándolo para acabar con él por no poder cumplir con una tarea tan sencilla como comprar el pastel de su hijo.

- Tranquilo Derek, el pastel es para ti. - dijo Lorna riendo mientras que el lobo lucia confundido. - Verás, Laura me llamó hace una semana para encargarme el pastel. Dijo que Stiles te lo había pedido, pero que lo más seguro es que lo olvidarías y vendrías a último momento a buscarlo. Al parecer no se equivocó. Espera aquí, iré por él.

Le debía una grande a Laura. Literalmente le había salvado el trasero y encontraría una forma de pagarselo. Lorna volvió con una enorme caja que contenía el pastel de Dylan y algunas cajas más llenas de pastelillos.

Un rey peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora