Un rey peligroso

Capítulo VIII

Mientras que en las tierras del clan el pánico se esparcia por todos lados en Beacon Hills no estaban pasándolo tan bien. En especial Benji pues cada vez se le hacia más irrestible estar cerca del chico rubio y no poder tenerlo en sus brazos.

Deaton le había encargado a su hermana Marin el caso de este chico pues al parecer algún alfa se había encargado de bloquear su memoria. Marin era muy buena en desbloquear la memoria por lo que había comenzado a practicar con el chico. Eran ejercicios simples que le ayudarian a desbloquear sus recuerdos, pero una parte importante era que debería afrontar sus peores miedos y revivir esos episodios tan terribles que ocultaba para poder recordar todo.

Para el chico ese era un problema pues por mas que lo intentara simplemente no podía dejar que sus recuerdos fluyeran.

-Ahhhhhh. - gritó frustado y con el cuerpo empapado por el sudor.

- No lograrás nada si tú los sigues reteniendo. Tienes que dejar que fluyan y ser valiente para afrontarlos niño. De lo contrario jamás recordarás nada. Vamos una vez más.

- De acuerdo. - el chico se concentró y comenzó a seguir los pasos que Marin le indicaba.

- Respira profundo, despeja tu mente y tus pensamientos. Solo existes tú y solo tú controlas lo que sucede. - sé acercó y colocó sus manos en la cabeza del chico. - Ahora dejalos fluir.

El chico podía ver pequeños lapsos de memoria de toda su vida, pero al llegar a uno en especial veía dos ojos rojos acercándose y de nuevo el miedo lo invadía. Volvió a levantarse agitado y decepcionado de no poder lograr nada. Se levantó y salió corriendo de la mansión Hale para dirigirse al bosque. Los betas que se habían quedado intentaron ir tras él, pero Benji los detuvo.

- Tranquilos, yo iré por él.

Se encaminó hacia el bosque siguiendo el aroma del rubio. ¡Dios! Si que le encantaba ese aroma tan dulce, pero ahora estaba mezclado con tristeza y eso no le agradaba. Era como si su lobo se removiera en busca de ese niño, necesitaba saber que estaba bien. Caminó por el bosque cuando pudo escuchar el sollozo de alguien. Siguió avanzando hasta que vio al chico recostado en un tronco mientras escondía su rostro entre las piernas para que nadie lo viera llorar. Quiso acercarse a él, pero él chico reaccionó de forma inmediata.

- Aléjate de mí.

- Hey, tranquilo solo vine para ayudarte.

- Tú no puedes ayudarme, nadie puede, soy un fracaso. - podía sentir ese olor que tanto odiaba.

- No eres un fracaso créeme. Solo te está tomando tiempo y eso no quiere decir que no puedas lograrlo. Yo creo en que puedes hacerlo, creo en ti. - colocó la mano en el hombro del chico.

- Marin dice que soy quien retiene mis recuerdos. Dice que es mi miedo lo que me impide recordarlo todo.

- No te culpo, no sé lo que haya pasado antes de encontrarte, pero estoy seguro de que no fue nada bueno. Tener miedo es normal, pero debes ser fuerte para afrontarlo. No puede dominarte o de lo contrario no lograrás nada. Hace un tiempo también tenía miedo de alguien, pero Stiles y los chicos me ayudaron y gracias a ellos ahora tengo una familia y soy feliz.

- A ti te gusta Stiles cierto. - preguntó apenado. - Tus ojos brillan cuando mencionas su nombre.

- Me gustaba Stiles, es un gran chico, pero el está con Derek. Además, tengo el ojo en alguien más en este momento. Alguien muy lindo y al que no dejaré que nada ni nadie lo lastime  nuevamente.

Sin darse cuenta ambos comenzaron a acercarse hasta que juntaron sus labios en un pequeño, pero perfecto beso. Benji sintió algo que jamás había sentido, ni siquiera con Stiles se sintió así. Por otro lado el chico estaba sonrojado y al verlo de esa manera tan tierna no dudo en volver a besarlo con aún más intensidad.

- Liam. - dijo el chico interrumpiendo el beso mientras Benji lo veía confundido. - Mi nombre es Liam.

- Un gusto besarte de nuevo Liam. - ambos sonrieron mientras volvían a besarse apasionadamente.