Desde que Draco Malfoy tiene uso de razón es un licántropo, Greyback se había encargado de ello cuando apenas era un chiquillo. Las veces en las cuales no se encontraba en su hogar solía pasar las frías y húmedas noches de luna llena completamente s...
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Draco sintió el mundo caer cuando se acercó a la mesa de los Gryffindor y Hermione le explicó que el nombre de Harry había salido del cáliz de fuego.
-- Pero ¿Cómo? -- Preguntó el rubio
-- Oh no lo sé, tal vez tu novio simplemente quería más atención -- Le dijo toscamente Ron, como si sus palabras vinieran cargadas de veneno.
-- Ronald, Harry no quería participar en el torneo -- Aclaró el Slytherin con los brazos cruzados.
-- ¿Ah, si? Entonces por qué salió su maldito nombre del cáliz -- El pelirrojo ya no hablaba, gritaba -- Solo es un busca fama
-- Ron es tu mejor amigo -- Le dijo Hermione intentando que baje el tono y el enojo
-- No, claro que no, él sabía que yo quería participar y lo primero que hace es ir y meter su maldito nombre en el cáliz -- Weasley estaba incluso más rojo que su cabello diciendo eso
-- Es técnicamente imposible que él lo haya hecho, solo los mayores de diecisiete pueden participar y te recuero que Harry tiene catorce -- Draco de igual manera se estaba molestando por la actitud del mejor amigo de su novio -- Ron -- Suspiró -- Todo debe ser un mal entendido, él no quería
-- Dile a tu novio que hoy ni siquiera se pase por nuestra habitación, no le quiero ver la cara a ese traidor -- Y sin más se fue, Hermione le dedicó una mirada a Malfoy que le decía que iba tras él y salió del lugar.
Luego de unos minutos los Slytherin y el Gryffindor que quedaba salieron del gran comedor con dirección al patio el cual se encontraba iluminado por las estrellas.
-- ¿Crees que Harry haya sido capaz de poner su nombre? -- Preguntó Zabini con delicadeza.
-- No y si es que lo hizo, no sé en que momento, estaba todo el día con nosotros y lo saben -- Dijo Draco mientras arrancaba pedazos de césped.
Pensó un poco mientras miraba al lago, pensó en la reacción del profesor Lupin al enterarse de que su hijo participaría en el torneo de los tres magos, en cómo el colegio entero había visto con desprecio a su novio, hasta su mejor amigo había sido un idiota y se aliviaba de que Harry no hubiera escuchado esa desagradable conversación, debía haber alguna explicación lógica para lo que estaba ocurriendo, debía haber alguien en el castillo quien odiara muchísimo a Harry como para ponerlo en el torneo, ni siquiera creía que era posible aumentar el nombre de magos o brujas que participaran en el.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos con el toque de queda, se fue junto a Pansy y Blaise no sin antes decirle a Neville que cuando vea a Harry entrando a su cuarto lo saque de ahí y le diga que vaya a las mazmorras, a lo cual el chico asintió, un tanto confundido, pero asintió.
Una hora después Draco aún se encontraba en su sala común, esperando al azabache, se concentraba en uno de los libros que Andrómeda le había regalado, un libro muggle, eso era lo que más que apreciaba de su relación con su tía, la enseñanza que jamás estuvo dispuesta a negarle, le explicó algunas cosas que ella sabía y Ted le había mostrado en su adolescencia, sin duda alguna recordaba con más que cariño las historias que ambos le contaban a él y sus elfos domésticos acurrucados frente a la hoguera con una deliciosa taza de chocolate caliente para cada uno. Salió de su burbuja cuando sintió la gran puerta abrirse, miró en dirección a ella y al no ver a nadie supuso que su novio venía con la capa de invisibilidad encima.
