Desde que Draco Malfoy tiene uso de razón es un licántropo, Greyback se había encargado de ello cuando apenas era un chiquillo. Las veces en las cuales no se encontraba en su hogar solía pasar las frías y húmedas noches de luna llena completamente s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La noche llegó a su máximo punto y ambos jóvenes ya estaban acurrucados uno al lado del otro, el Slytherin acariciaba el desordenado cabello del Gryffindor quien suspiraba con los ojos cerrados mientras se apoyaba en el cuello de su novio. Que bien sonaba eso.
La luz de las estrellas iluminaba la habitación que ahora era solo para los dos, la vista curiosa de Draco la navegó completamente mientras se dejaba maravillar con pequeños detalles que hacían que ese dormitorio se viera mucho más hogareño que el suyo.
Besó la frente del de ojos verdes y lo atrapó un poco más entre sus brazos mientras que con un ágil movimiento de varita cerró las cortinas de la cama y los tapó un poco más con las suaves cobijas. Cerró los ojos y comenzó a soñar, tal vez lo mejor que pudo haber hecho esa noche era no dormir.
La neblina era casi la más espesa que alguna vez él haya presenciado, la luna brillaba como nunca antes y él se encontraba ahí, completamente solo, sin Harry, sin el ciervo que siempre lo acompañaba, recorrió el bosque, aulló y se detuvo en cuanto tres brillantes luces se dieron a conocer, de la primera salió Lucius quien estaba demacrado, Draco lo vio con terror.
-- Todo esto -- Comenzó -- ¡Es tu culpa! Yo morí por tu culpa maldito animal -- El fantasma se acercó hasta él para después apuntar justo a su hombro, donde se encontraba la cicatriz -- Eso, fue mi sentencia de muerte, maldijiste a la familia. -- Y desapareció.
Cayó al suelo con lágrimas en los ojos, las podía sentir era todo tan malditamente real que apenas podía descifrar que estaba teniendo una pesadilla, la segunda luz comenzó a brillar y le mostró a su él pequeño, le mostró la cara de Greyback e hizo que su hombro ardiera, a su lado estaba el cádaver de su padre y Dobby, su mejor amigo, se encontraba ahí apreciaba la escena de espaldas, se acercó temeroso a él y casi gateando, le tocó la espalda y en cuanto se dio vuelta pudo ver como estaba completamente ensangrentado, un inmenso corte ya hacía en su estomago, miró a su elfo y este lo señaló con el dedo.
-- Usted joven amo le hizo esto a Dobby, usted lo mató.
Y antes de que pudiera decir algo el elfo cayó inconsciente y la luz se apagó para darle paso a la tercera, era la que más brillaba la que más miedo le daba, se acercó al ver que nada pasaba y a medida que sus pasos iban llegando más cerca fue divisando una silueta, llegó hasta aquel cuerpo y vio a Harry ahí, una herida inmensa lo atravesaba, un corte en la cara casi lo hacía irreconocible, comenzó a negar repetidamente mientras se acercaba al cuerpo sin vida de su novio y lo tomaba entre sus brazos.
-- Eres un monstruo, Draco. -- Susurró cerca del oído del otro para después desaparecer.
-- ¡Draco! -- Y aquel grito lo despertó, pudo notar casi de inmediato la cara de un somnoliento Harry observarlo atentamente con preocupación, tenía los lentes ligeramente ladeados, Draco le tocó la cara para saber si era verdad.
-- Estás vivo -- Murmuró mientras lo abrazaba fuertemente y sollozaba -- Realmente vivo.
-- Claro que lo estoy dragón -- Dijo y acarició la espalda del otro -- Tranquilo, solo fue una pesadilla -- Harry besó la mejilla de su novio antes de acostarlo y comenzar a tranquilizarlo.
