Lourdes
La semana recién arrancaba y yo ya quería que termine.
El hecho de que sea lunes ya me ponía de mal humor. Teníamos dos horas seguidas de historia y otras dos de geografía, con la misma profesora.
- Chau hija, cuídate - dice Gaby, mi mamá.
- Vos igual ma, te quiero - Cierro la puerta del auto y entro a la escuela.
Veo a joaco y ari sentados en la escalera riéndose anda a saber de quien. Los saludo y entramos al aula. Luego de unos minutos llega la profesora con cara de orto, muy común de su parte la verdad.
- Hoy se cumple la fecha para entregar los trabajos prácticos, voy a ir nombrando por listado y me lo van mostrando.
- ¿Lo hiciste? - me pregunta mi mejor amiga. La quedo mirando, ni sabía que había que hacer un trabajo.
- ¿Vos? - le digo a Joaquín esperando a que nos diga que si porque si no estábamos en el horno. Joaco asiente y nos pasa su hoja.
- Te amamos - dice Ariana empezando a copiar al igual que yo.
Empieza a nombrar a todos mis compañeros hasta que un golpe en la puerta la interrumpe.
Martina benza.
- que raro benza, siempre llegando tarde - dice la profesora dejando el registro de lado.
- Me quedé dormida - responde con indiferencia caminando hacia su banco.
- No, hoy no te sentas ahí - habla molesta por la respuesta de Martina
- ¿Por qué?, es mi lugar - dice la rubia.
- Hoy no lo es. Sentate allá, con Gonzales. - Me señala y mi corazón empieza a latir rápidamente.
Ariana me mira con una sonrisa dándose cuenta de mis nervios.
Martina era la típica chica inalcanzable, que estaba con todo el mundo, pero nunca se enganchaba con nadie. Si bien, es abiertamente bisexual, siempre se la vio acompañada de minas.
Eramos compañeras desde chicas, sexto de primaria mas o menos, pero siempre los grupos estuvieron divididos, Nunca llegué a cruzar más que un "hola" y "chau" con ella.
Es hermosa, siempre me pareció linda. Pero como dije; es inalcanzable. Nunca tendría una mínima chance con la rubia.Me ponía nerviosa que se siente al lado mio, no se por que, pero me intimidaba.
Camino hacia mi con su peor cara de orto, ni siquiera me miró.- Y por último, ¿Realizo el trabajo práctico? - pregunta la profesora creyendo que la respuesta iba hacer un no, sin embargo, Martina asintió y empezó a sacar sus cosas de la mochila buscando el folio.
- Acá esta - dice la rubia entregándole su tarea. La profe pone cara de culo y vuelve a su escritorio - Vieja de mierda - susurrá por lo bajo Martina aunque igual pude escucharla