Lourdes
La empecé a seguir, no se podía enojar por eso.
Cuando por fin dejó de correr, se río y me miró.
Ahora era yo la que estaba enojada. Me hizo correr una banda.
Mire hacia el costado tratando de respirar con normalidad. Tenia el peor estado físico de la historia
Cuando levante mi vista me enamore, literalmente. El atardecer se podía apreciar por completo desde esa vista, y se reflejaba en el lago. Era un sueño.
Martina solamente se río de nuevo al ver mi cara.
— Tengo algo para vos. — dijo acercándose a mi y sacando una bolsita de lino. — ¿Te acordar de esto?.
Abrió la bolsita y me mostró lo que había adentro. Era la cadenita que me había gustado esa vez que fuimos a la feria.
— Que linda. — grite emocionada. — Te amo mar, gracias. — dije y al segundo pude ver la expresión de Martina.
La cague.
Martina
"Te amo mar, gracias"
Sonaba hermoso, me quería casar.
Nunca fui de decir cosas tiernas. Por lo menos no después de cande.
Por primera vez después de tres años estaba empezando a acelerarme por alguien de nuevo. A qué todo lo que diga o haga me provoque algo.
Y ese alguien nuevo, era lu.
Siempre me solia alejar cuando llegaba este momento, me daba rechazo. Pero con ella me salió decirlo.
— Yo igual... — respondí y vi como su cara de susto volvió a ser de felicidad. — date vuelta.
Ella me hizo casi y así pude abrocharle la cadenita.
Se dio vuelta y me robo un beso tierno, con amor. Y yo también lo sentí.
Lo estaba sintiendo hace mucho pero me daba miedo.
Aunque con Lu todo vaya bien, hay cosas que ella todavía no sabe de mi. Y cuando se entere, no se si me va a querer tener cerca otra vez.
