Martina
Me dio vuelta y la veo.
Que la tierra me trage, por favorr.
- ¿Vico? - dije haciéndome la sorprendida.
Era obvio que ella iba a venir, ya me había imaginado este escenario mil veces en mi cabeza.
- ¿Como estas, amiga?, hace banda no nos vemos. - dice abrazándome. - Pensé que no ibas a venir...
Y no, nadie lo pensaba.
- Tampoco quieria faltar. - dije sonriendo falsamente.
Obviamente que quería faltar, nisiquiera quería verle la cara a la gente que esta en este lugar. Pero también quería demostrarle a mi papá - si es que lo puedo seguir llamando así. - que no era como el.
- Ella es Lourdes.. Una amiga. - dije un poco nerviosa al ver como la morocha fulminaba a Lourdes con la mirada.
- Victoria. - dije en forma de presentación acercándose para darle un beso en el cachete y Lourdes se limitó a sonreírle.
- ¿Viniste con tus viejos?. - pregunté tratando de cortar el momento incómodo.
Victoria asintió y los señalo. Estaban sentados en la misma mesa que mi viejo. Los años no le pasaron a ninguno de los dos, seguían exactamente igual que la ulitma vez que los vi. Saque mi mirada rápidamente de ellos al ver que Mónica se había percatado de que alguien la estaba mirándo.
- ¿Y vos?, ¿Arreglaste tus desastres?. - pregunta haciendo referencia a un chiste viejo inventado por ella.
- Creo que ya no tienen solución. - respondí mirando al piso.
Sentia la mirada de Lourdes sobre mi. Era obvio que no entendía nada de lo que estábamos hablando, pero en un futuro capaz pueda abrirme con ella.
